The Boys; ¿Soy Homelander?

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Dina observó con curiosa fascinación a través de las gigantescas paredes de cristal cómo Homelander agitaba agresivamente una plétora de pañales, cerrándolos y abriéndolos mientras gesticulaba frenéticamente hacia la multitud en lo que solo podía ser ira y frustración.

Por supuesto, ella no era la única que observaba, todos hacían lo posible por pasar desapercibidos desde sus escritorios, pero ella era la única que estaba de pie fuera del gigantesco cristal transparente de las paredes de la sala de juntas. Eso era, por supuesto, solo porque había llegado temprano a la reunión semanal de The Seven.

Normalmente usarían la sala de reuniones 'The Seven' en el piso superior, sin embargo, Homelander había establecido como política no oficial programar de vez en cuando sus reuniones en otros pisos de la empresa '¡para que los empleados puedan vernos!' su razonamiento fue...

"Fue una decisión inteligente", pensó. "Siempre es bueno conectarse con el resto de la empresa, con el resto de la gente".

Desde que se unió a "Los Siete", había visto muchos movimientos inteligentes no solo de Vought sino, específicamente, de Homelander. No era exactamente el hombre que había visto en los recuerdos de Maeve, aunque simplemente podría estar haciendo un mejor trabajo al ocultarlo... o tal vez, como dijo Maeve, algo estaba "mal" con él.

La reunión de hoy no fue una de esas decisiones inteligentes. El sistema de videoconferencia se había estropeado en la sala de reuniones de "The Seven", por lo que tuvieron que reprogramarla en otra sala.

Lo que sea que estaba sucediendo era malo. Bueno, tan malo que Homelander estaba realmente montando un berrinche en público.

—¡Oye, Silver Kinkaid! —La sacaron de sus pensamientos—. ¿Tienes idea de lo que está pasando ahí dentro? —preguntó Golden Boy.

"No tengo idea", dijo mirando al joven vestido de dorado.

Fue el reemplazo de Maeve durante la licencia de maternidad, recién salido de Godolkin.

El novato se sentó en posición de brazos cruzados a su lado.

Tenía que admitirlo, se veía bien, no sólo bien, se veía "dorado".

Primero de la clase en GoDU, graduándose un año antes con honores, en el cuadro de honor, con las mejores obras y con un encanto y una apariencia que lo convertían en el sueño húmedo de cualquier adolescente.

Fue otro movimiento inteligente por parte de Homelander ficharlo temprano.

—Son las diez y siete —dijo lentamente—. ¿Entramos o se cancela nuestra reunión?

Antes de que pudiera responder, vio que Homelander se giraba hacia ellos y les hacía un gesto para que se unieran a la habitación.

"Supongo que su reunión terminó", dijo y abrió la puerta, pero Homelander aún no había terminado de hablar.

"Bueno, no me importa si cambian su producción o si cambiamos de proveedor. ¡No me importa cuánto cueste!", lo vio decirle a Josh, el jefe de productos de Queen Maeve, mientras una parte de la sala salía.

"Hay contratos que estaríamos incumpliendo. No podemos cambiarlo así como así, e incluso si pudiéramos hacer un cambio tan rápido, ya se han enviado cientos de miles, si no millones, de unidades. Tendríamos que..."

"No, no, no", respondió Homelander frustrado. "No quiero oír eso. Ya hemos tenido esta reunión con el ELT y la junta. Todo lo relacionado con 'The Seven' tiene que ser de calidad superior, nada de basura genérica y, especialmente, y no puedo enfatizarlo lo suficiente, todo lo relacionado con la marca de bebés de Queen Maeve, cosas por las que estamos cobrando una cantidad atroz de prima". Hizo una breve pausa.