CAPITULO 24 - BEBE A BORDO

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La rutina de aprendizaje como madres con la bebé los primeros 3 meses fue estupenda, Selina era la niña más tranquila jamás vista en el mundo, lo que se les hizo difícil lidiar fue a la prensa, que después de ver a Sofía y a Selene salir del hospital con su bebé en brazos, no dejaban en paz a Selene cuando iba unas horas al estudio o el día que les correspondía sacar el pasaporte de Selina el desorden que se armó a la salida del centro de pasaportes fue insoportable para ellas.

Nadie sabían cómo se llamaba la niña, no pudieron fotografiar su cara, pero todo el mundo quería saber cómo le hicieron para tener una hija y entrevistarlas para obtener más información.

SELENE

—Esto que estamos viviendo en un acoso muy grande, hasta que no demos detalles de alguna manera, no nos van a dejar salir sin disturbios.

SOFÍA

—Pero acordamos no decirle nada a nadie Selene, es nuestra vida y nuestra privacidad.

SELENE

—Si hermosa, pero a nuestra hija le toco tener dos madres que son figuras públicas y sé que platicamos que ella decidirá si quiere formar parte de este ambiente cuando crezca, pero ¿crees que de verdad tendrá una vida normal?, como le harás cuando te la quieras llevar a una grabación o a una sesión de fotos. ¿O pretendes tenerla encerrada como me tuvieron a mí por tantos años?

SOFÍA

—No claro que no, pero deseo que tenga una niñez como la de cualquier niño o niña.

SELENE

—Y lo tendrá hermosa, nosotras y la familia nos ocuparemos de eso, pero somos artistas Sofía y no podemos esconderla de eso, ella debe saber siempre cuál es la profesión de sus mamás, para que la respete y la comprenda.

Para Sofía era muy importante darle a su hija una niñez tranquila, lejos de los reflectores, que cuando ella creciera decidiera lo que quería ser y como quería llevar su vida si cerca del mundo artístico o lejos, aunque sería muy difícil siendo hija de quien era.

Selene todas las tardes luego de que llegaba de trabajar, adoraba ver a Sofía y a Selina dormidas en la cama, Selina tomando el dedo índice de Sofía con su mano derecha y con su mano izquierda su dedo anular en su boca, se sentaba a su lado en un sillón y las admiraba, aparte de la admiración, afloraba en el ella su inspiración, antes era solo Sofía, pero ahora tenía a dos musas, todas esas tardes viéndolas dormir, se transformaron en una canción hermosa, que Selene estuvo grabando en el estudio que tenía en casa, cada noche que Selina dormía y Sofía aprovechaba para descansar.

Cuando estuvo lista la canción llego una tarde con unas flores para Sofía, espero que despertaran, se las entrego, Sofía le dio un beso de agradecimiento, Selene tomo a Selina de la cama y se la entregó a Sofía, estuvo a su lado de la mecedora mientras Sofía le daba pecho a la bebé, le sacaron los gases y cuando termino le cambio el pañal, ambas se acostaron con Selina en la cama a realizarle cariñitos como les gustaba antes de dormirla, mientras cielo correteaba por la cama queriendo lamer a Selina.

SELENE

—Acabo de terminar una canción que le hice a nuestra hija, ¿te gustaría escuchar?

SOFÍA

—Mi amor que bella, si, ambas queremos escucharla. —Le sonríe. —Verdad que si mi pececita. —Se acerca a Selina y le da un beso en sus pequeños cachetes.

Selene coloca la canción, la cual provoca lágrimas en Sofía, la canción se llamaba Selina, y hablaba de como Selene pensaba como eran las princesas de los cuentos, hasta que conoció a su hija su verdadera princesa, Selina al escuchar la canción les sonrío.

Selfia Eres La Vida De Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora