CAPITULO 17 - EL MILAGRO DEL AMOR

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El día de los últimos resultados de Selene, la acompañó toda la familia, quienes la esperaron afuera del consultorio y solo entraron ella y Sofía con el doctor.

ONCÓLOGO

—¿Cómo te has sentido, Selene?

SELENE

—Desde que está mi esposa conmigo, es como si volví a nacer. —Le responde y voltea a ver a Sofía.

ONCÓLOGO

—Eso es maravilloso, te comentamos la última vez que nos vimos que la masa era muy pequeña, que la última quimioterapia la iba a reducir, pero no a desaparecer, que la operación no sería para nada riesgosa, ya que la masa es fácil de extraer, no sabemos qué pasó, pero el diagnóstico ha cambiado.

SOFÍA

—¿Cómo que cambio, si todo iba muy bien? —le preguntó preocupada.

ONCOLOGO

—Nosotros tampoco sabemos qué fue lo que pasó, es algo inexplicable, pero. —El Doctor hace una pausa, viendo los estudios sin poder creerlo. —Estás completamente sana, Selene, ya no hay cáncer en tu cuerpo. Todavía no sé cómo ocurrió, no sabría explicarte cómo pasó.

SELENE

—El milagro del amor, Doctor, es solo eso. —Se levanta y se abraza de la felicidad junto con Sofía.

Salen del consultorio, felices, pero a la vez sin poder creerlo, todos ven sus caras de shock, y Sam se acerca a preguntarles:

—¿Todo bien?, ¿Para cuándo es la operación?

SOFÍA

—No abra la operación.

LUCY

—¿Cómo que no abra la operación?

SELENE

—No, ya no tengo cáncer, estoy sana completamente. —Todos empezaron a gritar y a celebrar de la emoción, se abrazaron, las abrazaron, lloraron de la felicidad, los gritos se escuchaban en todo el hospital y tuvieron que mandarlos a calmar.

Aun Selene tenía que ir cada mes a realizarse estudios y mantenerse en control. Pero ya estaba sana y no había a nada que temerle. Para celebrar, se fueron a un restaurante todos en familia.

Como cada visita a Houston no se podían ir sin visitar Galveston, ambas amaban tanto ese lugar como se amaban ellas mismas. Cada recuerdo, desde los tropiezos hasta cada beso, les encantaba volver a vivir en ese lugar.

En todo el camino manejo Sofía, mientras Selene ponía música de su madre, se les fue el camino superrápido cantando y disfrutando del paisaje.

SOFÍA

—Cómo me encanta cuando venimos aquí.

SELENE

—Y a mí me encantas tú, y tus labios. —Tira la mochila que tenía en sus hombros, se acerca y le besa en los labios, —Y tu cuello. —baja hasta su cuello y lo besa. —Y tus hombros, me encanta su olor. —La besa en el hombro recorriendo el tirante de su camisa. Lleva sus manos a su cintura y pega su cuerpo junto al de ella. —Te amo, gracias por nunca soltarme. —Se besan apasionadamente, besos que las llevaron a la habitación, iban tirando cada prenda de su ropa por todo el pasillo, hasta que llegaron a la habitación principal.

Selene acostó a Sofía en la cama mientras la besaba y empezó a bajar por su cuerpo besándolo, hasta llegar a sus entre piernas, cosa que le encantaba porque eso provocaba en Sofía cosquillas, que producían esa risa que a Selene le fascinaba, tomo su cintura con sus manos, para detener sus movimientos y colocar su boca en el punto del placer, uso sus dedos para abrir los labios de su vagina y al ver lo mojada que estaba no dudo en pasar su lengua desde la entrada de su vagina hasta el clítoris, el cual chupo haciendo que Sofía gimiera de placer, jugo con su lengua en su clítoris por varios minutos, hasta que decidió unir sus centros, se acostó arriba de ella, cruzando sus piernas, y moviéndose, haciéndola sentir su sexo.

Selfia Eres La Vida De Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora