Selfia Eres La Vida De Mi Amor

CAPITULO 18 - UN PECECITO

Selene había regresado a su rutina en el estudio. La disquera le había mandado a nuevos artistas para trabajar con ella. Por su parte, Sofía seguía haciendo comerciales y con las visitas a los niños. Después de 3 meses y de un difícil proceso de inseminación, volvieron a tener malas noticias. Sofía no pudo quedar embarazada. Para esta ocasión sí le dieron la noticia a Lucy y a Leona, las cuales se pusieron muy tristes al enterarse.

Sofía estaba bajo muchísimo estrés, mientras esperaba que pasaran otros 3 meses. Estaba haciendo una participación especial en una serie, que la mantendría ocupada, pero seguía triste, porque si hubiese quedado embarazada, ya tendría 3 meses con su bebé en su vientre.

En los llamados a grabar de Sofía, Selene siempre estaba ahí con ella, dándole ánimos, cantándole alguna nueva canción para que Sofía le diera su opinión. Tener los ánimos arriba y estar anímicamente feliz, ayudaría muchísimo en el proceso.

Se realizaron la tercera inseminación artificial, esta vez cambiaron de donante pensando que ese podía ser el problema, Selene como en cada proceso le ayudaba a Sofía con las inyecciones, pero esta vez fue diferente, Selene pudo notar que Sofía tenía su vientre muy lastimado por las inyecciones y le dolía mucho más que los primeros procesos cada vez que Selene introducía la aguja. Lo que más odiaba Selene en el mundo era ver sufrir a Sofía y, aunque deseaba tanto como ella ese bebé, ya se le hacía cada vez más difícil colocarle cada inyección.

Cuando ya faltaban dos días para recibir los resultados de la inseminación, Sofía escondida de Selene compro una prueba de embarazo y una noche mientras Selene leía un libro sentada en la cama, Sofía le hizo creer que se estaba bañando, abrió la ducha y se practicó la prueba, pasados cinco minutos, la tomo y se quedó varios segundos observándola porque no lo podía creer, sale del baño con la prueba en la mano, Selene voltea a verla y le pregunta:

—¿No te estabas bañando? —Y se fija que traía la prueba en sus manos.

SOFÍA

—Creo que ahora sí resultó. —Mientras se iba acercando a ella con la prueba.

SELENE

—¿De qué hablas, hermosa, no entiendo? —Coloca el libro a un lado de la cama, se levanta y se encuentra con ella. Sofía le enseña la prueba y tenía dos rayitas.

SOFÍA

—Mi amor, dime que no estoy viendo mal. —Se coloca una mano en la boca.

SELENE

—Tiene dos rayitas, ¿pero eso qué significa? —La mira confundida, arqueando sus hombros y abriendo sus manos.

SOFÍA

—Dos rayitas es que estoy embarazada. Mi amor, vamos a tener un bebé. —Empieza a gritar y brincar por toda la habitación.

SELENE

—Hey, cálmate, te vas a lástimas. —Le dice con una sonrisa mientras la agarra para que se calme, la abraza y sigue sin poderlo creer. —Hermosa, esto me hace muy feliz al igual que a ti, pero es una prueba casera, Sofía. Aparte de las de rayita, yo creo que mejor deberíamos de esperarnos a los resultados de sangre.

SOFÍA

—Amor, no puedo creer, ¿no te hace feliz? —Le preguntó confundida.

SELENE

—Claro que me hace feliz, ya te lo dije. Yo deseo tanto este bebé como tu, pero también se lo que hemos sufrido con cada, no, y no quiero que nos ilusionemos con una prueba casera. —Une sus manos en señal de rezo y las lleva a su boca. —Sofía, no soporto verte sufrir, ya no aguanto una decepción más.