8. Mismo momento, diferentes situaciones

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CAPÍTULO OCHO
MISMO MOMENTO, DIFERENTES SITUACIONES

Casi llegaba a la meta.

Los motores de los autos estaban rugiendo con fuerza, el sonido llenando los oidos del corredor con satisfacción. Miró por el retrovisor los otros autos detrás de él, rápidamente su compañero de similares colores azules y blancos lo seguía de cerca cerrando el paso al auto negro y rojo de uno de los equipos rivales.

Sonrió debajo del casco, apretando el volante. Enfrente de él casi podía materializarse la meta, si entrecerraba los ojos podia verla.

Tan cerca...

Solo faltaba un poco más y pisar el acelerador con aún más fuerza.

El sonido de la gente gritando se escuchó poco a poco hasta convertirse en gritos cuando rebasó la linea de llegada. Gritos y virotes logró escuchar mientras desaceleraba con tranquilidad para llegar a los boxes, también conocidos como los garajes donde podían dejar los autos. Salió del auto quitándose el casco y acomodando su cabello negro con una mano, y suspiró, estabilizando la adrenalina en todo su cuerpo.

Las personas en las gradas gritaron aún más si era posible al verlo, admirando la belleza del Rey de la Pista.

Ganando, como siempre.

Entre la gente de las gradas un adolescente con un gorro y cabello blanco agitaba dos banderines de color azul con felicidad y una gran sonrisa en su cara, moviendo los banderines en alto mientras veia a Pit Babe. A su lado, un hombre de cabello negro se encontraba serio, el albino le dió una mirada a éste e hizo un puchero, tomando una de las manos del hombre para dejarle uno de los banderines y agitar el brazo del hombre con su propia mano.

El hombre negó con la cabeza, dejando que el sol reflejará un poco el color rojo que tenía en su cabello. Dándole una mirada al adolescente pidió paciencia mentalmente a cualquier deidad que pudiera escucharlo.

Aunque, sonrió solo un poco.

Al verlos, Pit Babe asintió en reconocimiento, dando algunos pasos para irse después de darles una sonrisa a ellos y a la audiencia que volvió a gritar entusiasmada.

-¡Vamos, vamos, vamos!

El albino bajó las gradas con rapidez, haciendo que el hombre se moviera entre las personas para seguirle el paso. Aunque ya sabía a dónde se dirigía no podía quitarle la vista de encima.

-¡Muévete, Dhant!

El hombre suspiró, alcanzando al albino que llegó a los boxes y corrió hasta Pit Babe, dónde lo abrazo por el cuello con fuerza mientras le daba una sonrisa y se quedaba por un segundo con los pies en el aire.

-¡Felicidades, Babe!

Babe sonrió, abrazando a Paper que dejó sus pies en el suelo de nuevo luego de marcar con su aroma su cuello por un momento, dejándolo con un poquito de olor a fresas con crema mezclado con el propio aroma del Alfa.

Al alzar la mirada de Paper se encontró con Dhant, con su seriedad de siempre y sin quitarle los ojos de encima al adolescente. Se compadeció del hombre al saber lo que tenía que hacer y perseguir a su pequeño primo hermano, además de cuidarlo tan diligentemente como lo había hecho por varios años.

Paper se separó de él mirándolo con sus grandes ojos negros y fue a saludar a Alan, Sonic y North que se encontraban cerca con una sonrisa en la cara, los menores hablando a una cámara en manos de Sonic a los espectadores de su canal. El albino se alejo un poco de ahí al verlos ocupados, empezando a hablar con Alan.

LOS HEREDEROS THEERAPANYAKUN, charliebabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora