5. El bebé perdido

343 38 1
                                    

CAPITULO CINCO
EL BEBÉ PERDIDO

A Paper se le iluminaron los ojos cuando llegó Macau a las instalaciones junto a Porchay, que llevaba entre sus manos una muda de ropa. Soltó la mano de Dhant y corrió con sus pies cubiertos por las medias hasta Macau, dónde los miro a ambos con una amplia sonrisa, ignorando las palabras anteriores de él.

El ceño fruncido de Macau se suavizó al agacharse para mirar a Paper más de cerca, revisando por todos lados mientras movia sus manos por los brazos y barriga del niño que solo se encontraba vestido con una camisa blanca. Detrás de él, un chico de curioso cabello rojo se encontró con su mirada e instantáneamente la aparto, haciendo una reverencia con la cabeza.

-Khun Macau. Khun Porchay.

Porchay sonrió en reconocimiento, llamando la atención de Paper mientras Macau se acercaba a Dhant con paso decidido.

-Ven, Paper.

Paper acato su petición, acercándose. Pero aún así mirando un segundo después como Macau observaba a Dhant con expresión sería. Entro en pánico.

Levantó la mirada, encontrándose los ojos negros de Porchay dirigidos a él.

-Él no hizo nada malo, que no lo castigue, señor Porchay. Por favor... -pidio con un puchero, tomando la mano de Porchay teniendo la manga de la camisa como barrera entre el toque directo.

-No pasa nada, ve con Chay para que te cambies. -le hizo saber Macau al escucharlo, pero aún así no lo miro.

Paper le dió una última mirada a Dhant y asintió, alejándose junto a Porchay que iba hablando con tranquilidad y soltando feromonas suaves para él. Aquello lo calmo, además de las palabras de Porchay.

-No le hará nada, él estará bien, Paper.

Apretó la mano de Porchay. Él creía en Porchay, Dhant estaría bien.

(...)

Por su parte, Babe se despertó casi de la misma forma que Paper. Lleno de aromas distintos, pero que eran agradables entre si y le hicieron sentirse más seguro entre todos esos brazos, piernas y sábanas en aquella cama.

Babe se levantó, observando a los tres hombres profundamente dormidos con las extremidades una arriba de la otra, sin saber dónde comenzaba uno y terminaba el otro. Haber estado asi hace solo segundos lo hizo dejar la mirada un poco más sobre Vegas, Pete y Venecia preguntándose como habia llegado hasta eso.

Se bajó con cuidado de no despertar a nadie y salió de la habitación, un pasillo lo recibió y observó que estaba en el segundo piso, había cuatro puertas más a un lado de la habitación donde había salido y la curiosidad pico en la mente de Babe. Podría ver quienes más ocupaban esas habitaciones solo por curiosidad, tal vez podría encontrar cosas que le hicieran creer o desconfiar más sobre aquellos hombres, tal vez... Solo tal vez...

Miro la puerta cerrada de la habitación donde los tres hombres dormían, y siguió hasta pasar por cada habitación solo para curiosear entre los escritorios y muebles, la primera en donde entro era bastante minimalista al igual que donde había dormido, pero tenía toques juveniles y un aroma algo fuerte que le hizo saber que era de Venecia, además de unos cuantos libros en una repisa que se le hicieron algo interesantes al leer la contraportada.

Vió papeles en el escritorio y les echo un ojo, buscando algo que podría decirle solo una cosa para entender a esos hombres que habian logrado calmarlo y llevarlo como si nada a una cama para descansar luego de su episodio por lo ocurrido con Paper.

Pensó en él por un segundo, dejando los papeles llenos de planos sin terminar y al instante la imagen de Paper siendo cargado por Macau lleno su mente, el rostro calmado de su hermanito, la expresión dulce en los rasgos de Porchay.

LOS HEREDEROS THEERAPANYAKUN, charliebabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora