Naruto Shipuuden Mundo Cosmico: Escalas , Datos y Pasado De Todos Los Personajes

EL PASADO - DE JIM KRAI EL DIOS MALIGNO DESTRUCTOR OUTERVERSOS , SKYPRUT

La vida de **Jim Krai** era un cúmulo de tragedias y decepciones, una larga cadena de eventos desafortunados que lo llevarían por un oscuro camino. Nacido en una familia de clase baja en un barrio humilde de Ibiza, Jim fue criado por padres que, aunque no tenían mucho, le enseñaron el valor del esfuerzo y la honestidad. Desde pequeño, Jim ayudaba a su madre en las tareas del hogar y a su padre en trabajos ocasionales, pero a pesar de ser un hijo dedicado, la vida pronto lo golpearía con una tragedia devastadora.

Una fatídica noche, un grupo de ladrones irrumpió en la modesta casa de los Krai. Buscaban dinero y objetos de valor, pero al encontrar poco, la situación rápidamente escaló. En un acto de valor desesperado, **Jim**, con apenas 12 años, se enfrentó a los rateros, golpeando a uno y derribando a otro, pero el precio fue alto. Sus padres fueron asesinados, y aunque Jim logró sobrevivir, salió gravemente herido, tanto física como emocionalmente. Quedó huérfano, completamente solo en un mundo que parecía decidido a aplastarlo.

Con nada más que el dolor de su pérdida, Jim tuvo que enfrentarse a la cruda realidad de la vida. Para sobrevivir, comenzó a vender caramelos en las calles. Día tras día, soportaba el desprecio de los transeúntes, la humillación de ser rechazado por ser pobre y la soledad de no tener una familia que lo respaldara. Algunos lo empujaban, otros le decían cruelmente que sería mejor si muriera. Pero, a pesar de todo, Jim no se rindió.

Siguió luchando, manteniéndose en pie con una determinación inquebrantable, alimentado por el recuerdo de sus padres y el deseo de sobrevivir en un mundo que lo había desechado.

Años después, cuando Jim ya era un joven adulto, el destino parecía mostrarle por primera vez una pequeña tregua. Un día, mientras caminaba por las calles de Ibiza, encontró en el suelo un boleto de lotería. Al observarlo de cerca, se dio cuenta de que ya estaba pagado. Aunque moralmente cuestionable, Jim decidió aprovechar la oportunidad. En una jugada de suerte inesperada, el boleto resultó ser el ganador de **80 millones de euros**.

Este giro radical del destino cambió la vida de Jim por completo. De la noche a la mañana, pasó de ser un joven pobre y sin futuro a un millonario con recursos ilimitados. Con el dinero, fundó una compañía discográfica, su verdadero sueño. Durante varios años, su empresa fue un éxito rotundo, y Jim se convirtió en un respetado productor musical.

Por primera vez en su vida, parecía que todo iba bien.Sin embargo, la fortuna es caprichosa, y la traición no tardó en llegar. Los accionistas de su empresa, aquellos en quienes confiaba, lo estafaron. Le arrebataron todo: su empresa, su fortuna, su prestigio. Jim Krai, una vez más, se vio arrastrado al abismo de la pobreza. Sin recursos ni apoyos, se vio obligado a volver a vender caramelos en las calles, como lo había hecho en su juventud.

Rechazado por las empresas a las que aplicaba debido a la falta de experiencia y despreciado por haber perdido su estatus, Jim Krai luchó contra la adversidad una vez más. Con los pocos ahorros que le quedaban, decidió emprender un nuevo proyecto: una empresa de cómics, una pasión que siempre había llevado consigo. Durante 10 años, esta empresa fue exitosa, pero el destino una vez más tenía otros planes. Un hombre envidioso, lleno de rencor hacia Jim, incendió su empresa, destruyendo todo lo que había construido. Jim perdió nuevamente todo su dinero, y sus socios, en lugar de apoyarlo, lo abandonaron. El envidioso también le robó sus cuentas bancarias, dejándolo completamente arruinado.

Pero Jim Krai no se rindió. A pesar de todo, comenzó a buscar al envidioso responsable de su ruina. Después de una larga búsqueda, finalmente lo encontró. Para su sorpresa, el envidioso estaba siendo brutalmente golpeado por unos matones a quienes debía dinero. Aunque Jim tenía todo el derecho a odiarlo, algo en su corazón le hizo intervenir. Se lanzó al combate, recibiendo una paliza monumental a manos de los matones. Mientras caía al suelo, malherido y al borde de la muerte,