Dame otra oportunidad

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- ¿Y si paramos el plan?

Eso es lo que les digo a mis amigas al salir del baño. A Harry también, claro. Todos me miran esperando a que añada algo.

- A ver, es que he pensado que quizás nos estamos pasando, ¿no?

- ¿Me estás diciendo que quieres darte por vencida?- Pregunta Lídia.

-. No me doy por vencida. De hecho ya hemos llegado donde queríamos, ¿no? Mauro se enfadó mucho, ¿hace falta que os lo recuerde?

- Pero eso fué solo el principio. Hemos de ver como reacciona más adelante. - Contesta Marta.

Yo no lo veo. Harry añade:

- Venga, Clau. Ya verás que todo va a ir bien. El plan funcionará.

Seguidamente me abraza, pero si que me parece un abrazo más romántico. Me agarra por la cintura y yo instintivamente le agarro por el cuello. Apoyo mi cabeza en su hombro y seguidamente cierro los ojos un segundo. Aparto la cabeza de su cuerpo. Seguimos cogidos, pero ahora nos miramos a los ojos. Noto una sensación extraña. Es como si hubiera una tensión romántica verdadera entre nosotros, pero en realidad todo es un juego, un plan, ¿no?

- Venga tortolitos, que hemos de subir a clase.- Dice Sara.

Harry me mira un segundo más a los ojos y se va. No sé que acaba de pasar, pero tengo una mala intuición.