Dame otra oportunidad

28

Alicia me había dicho "Por favor, Claudia. Vigila. No dejes que te haga lo que le hizo a mi hermana." Me pregunto si Mauro le hizo a Aurora lo que me ha hecho a mi. Pero solo hay una manera de descubrirlo. Abro su número y pulso el botón de llamar. Me lo coje al instante.

- ¿Aurora?

- ¿Claudia? ¿Por qué me llamas?

- Me... me ha pasado algo.

- ¿Con Mauro?

- Sí...

- ¿Qué ha pasado?

- Estaba volviendo a mi casa, sola... de repente... de repente ha aparecido Mauro detrás mío. No había nadie en la calle.

Me doy cuenta que me cuesta mucho hablar de lo que ha pasado. En parte es como si lo viera borroso. Aurora sigue en silencio, escuchando pacientemente.

- Entonces, me ha empezado a decir... me ha dicho... me ha gritado que estaba jugando con él, y cosas así... no me acuerdo muy bien. Y de repente, se me ha tirado encima y me ha empezado a besar. Me ha inmovilizado. No he podido hacer nada. No me salían palabras.

En este punto, ya he empezado a llorar. No puedo parar, es como si reviviera mi peor pesadilla.

- Me ha empezado a tocar. Yo le he dicho que no, que no quería. No me hacía caso. Entonces... ha aparecido Luke. Lo ha apartado de mí y he salido corriendo. Se han peleado. No sé qué más ha pasado.

Aurora no dice nada. Me pregunto si me sigue escuchando.

- ¿Se lo has contado a tus padres?- Me dice.

- No puedo Aurora, no puedo.

- ¿Por qué me has llamado a mi, y no a Naomi o a Sara, a Marta o a Lídia?- Me dice.

- Cuando corté con Mauro... tu hermana me dijo algo. Me dijo que por favor, no dejara que Mauro me hiciese lo que te hizo a ti. He pensado... que quizás a tí te hizo lo mismo o algo similar.

- Solo sabe lo que pasó mi hermana y por supuesto Mauro.

- Bueno, entiendo que no me lo quieras contar.-Dijo yo, asimilando que no me lo va a contar.

- Si te lo cuento a ti es porque tu has pasado prácticamente por lo mismo. Y quizás... - Dice, dejando la frase a medias.

- ¿Quizás qué?

- Quizás podemos denunciarlo juntas, porque yo sola no me atrevo.

Me imagino a Mauro, teniendo un castigo por como de horrible se ha comportado. Y sin querer, me sale una sonrisa.

- Me parece bien.

- Bueno, pues para contarte la historia, tenemos que remontar a principios de tercero.