Dame otra oportunidad

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Después de pasar una noche sin poder dormir, con todos mis miedos y todo lo que me ha pasado hoy persiguiéndome, llega el viernes. No he dormido ni dos horas. Me tiemblan las piernas al levantarme, y me cuesta aguantarme de pié. Voy hacia el baño para limpiarme la cara, pero me horrorizo al ver mi imagen en el espejo. Tengo los pelos como los de una bruja, enredados y despeinados. Tengo unas lagañas enormes y unas ojeras que no se pueden tapar ni con pintura. Los ojos están hinchados y rojos, de todo lo que he llorado por la noche. Veo que en una de las manos tengo un moratón, de lo fuerte que me agarró Mauro. Y cuando menos me lo espero, me viene una arcada. Noto el vómito en mi garganta, a punto de salir, me recojo el pelo como puedo, con la goma que tengo en mi muñeca. Me arrodillo al suelo, con la boca apuntando a la taza. Y de repente, todo lo que pasó ayer me viene a la mente. Mauro agarrandome. Mauro gritándome. Mauro besándome. Mauro... tocándome. Mauro y Aurora. Me da asco. No puedo más. Esas imágenes me están torturando, y finalmente, me viene la arcada definitiva. Lo saco todo, hasta que no puedo más. Cuando siento que ya está, viene otra arcada y así consecutivamente diez minutos.

Entra mi padre por la puerta, me debe haber escuchado. Me levanto, tiro de la cadena y bebo un poco de agua. Me cepillo los dientes para quitarme todo el ácido. Mi padre me mira, y yo hablo.

- No me encuentro muy bien.

- Quédate en casa, no te preocupes. Si necesitas algo, llámame a mí.

- Vale.

Me alivia no tener que ir al instituto, así no veo a Mauro. Decido tumbarme un rato más, a ver si me duermo.

Cuando me levanto, son las doce del mediodía y me siento mucho más descansada. Tomo una tostada con tomate y leche con chocolate en polvo. Una vez desayunada, abro el móvil y veo que todas mis amigas me han llamado. Le escribo un mensaje a Marta, diciéndole que no me encuentro bien y ella me contesta enseguida. No puedo evitar reírme al pensar que ha abierto WhatsApp en el ordenador.

- ¿Ya estás con el Whats en clase?- Le escribo

- No te metas en los problemas de otros 😂- Me pone ella.

- Mdm Marta...

- Eh, si no fuera por mí ahora estarías comiéndote los mocos.

Tiene toda la razón, pienso.

- Y ahora cuéntame de verdad que te ha pasado- Me escribe.

- ¿Cómo?

- Sé que no solo te encuentras mal. Estás muy rara. ¡¡¡Ayer no me escribiste y me dejaste en visto cuando te envié un sticker!!!

No sé cómo contarle, tampoco sé si debería contarle. Pienso que escribirlo es más difícil que hablarlo.

- Ayer... Pasó algo con Mauro.- Le escribo

- Tia tengo la profe detrás, después hablamos. 😜