Capítulo 5: Dolor, búsqueda, y conflictos.

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Después de la caótica huida de la UA, Venom se desplazaba rápidamente con sus tentáculos, balanceándose entre los edificios de la ciudad a gran velocidad. Su único objetivo en mente era llevar a Momo a un lugar seguro, su casa. Sabía que ella necesitaba un respiro, un momento para procesar todo lo que había ocurrido. Sin embargo, lo que no sabía es que su refugio más querido pronto también se convertiría en su peor infierno.

Cuando Venom llego a la residencia Yaoyorozu, suavemente se puso enfrente de la puerta antes de meterse adentro de Momo. Momo respiró hondo, intentando calmarse. Sus manos temblaban, pero tenía la esperanza de que, al menos, sus padres la entenderían. Ellos siempre habían sido su apoyo incondicional y estaba percatada de que esta vez también seria así.

Ella abrió la puerta y fue recibida por sus padres. Sin embargo, en lugar de la calidez habitual, sus rostros mostraban algo completamente diferente: desdén y rechazo.

- Masaru: Momo... ¿Qué hiciste? ¿Cómo pudiste traicionarnos así? – Dijo con enfado el padre de Momo. Haciendo que esta se petrificara ante esas palabras.

- Momo: ¿T-traicionar? ¿De qué están hablando? Yo no hice nada malo. Solo estaba defendiendo a mis amigos... yo no soy una traidora y ellos tampoco lo son, por favor, créanme...

- Misaki: No mientas, Momo. Nos han dicho lo que has hecho. ¡Te convertiste en un monstruo! ¡Eres una villana! – Le grito la madre de Momo a su hija.

El corazón de Momo se rompió al escuchar esas palabras. No solo había perdido a sus amigos y compañeros de clase, sino que ahora sus propios padres la veían como una amenaza. Las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente de sus ojos, su respiración se volvió errática mientras intentaba hacerlos razonar.

- Momo: ¡No soy una villana! ¡Soy su hija! Venom... Venom solo estaba protegiéndome. ¡No he hecho nada malo! – Dijo esperando hacer que entren en razón pero sus padres, sin embargo, no mostraron compasión. Al contrario, su ira aumentaba cada vez más.

- Masaru: ¡Deja de mentirnos! ¡Ese monstruo que llevas dentro es una amenaza para todos! ¡No podemos tener una hija como tú! ¡Eres una desgracia para la familia! – Le grito cruelmente a Momo, que se derrumbó de rodillas, suplicando desesperadamente.

- Momo: ¡No, por favor, no digan eso! ¡No soy un monstruo! ¡Por favor, créanme!

Pero antes de que pudiera continuar, su padre levantó la mano con intención de golpearla. Fue en ese instante cuando Venom, sintiendo el peligro, reaccionó instintivamente. La sustancia negra comenzó a envolver nuevamente el cuerpo de Momo, protegiéndola del ataque de su propio padre.

- Venom: ¡No toquen a Momo! – Dijo con su voz profunda y aterradora, listo para protegerla de cualquier daño. Sus padres retrocedieron aterrorizados al ver la transformación, pero la rabia en sus ojos no desapareció.

- Misaki: ¡Vete de aquí! ¡No queremos volver a verte nunca más! ¡Eres un monstruo, igual que esa cosa!

El dolor en el corazón de Momo se hizo insoportable. Venom, percibiendo su sufrimiento, retrocedió y se volvió adentro de ella, dejando visible a Momo. Sin embargo, el daño ya estaba hecho.

- Masaru: ¡Lárgate de nuestra casa! No queremos más una hija traidora como tú. Tu ya no eres una Yaoyorosu. 

Momo, con el alma destrozada, se levantó tambaleante, miró por última vez a sus padres y salió corriendo de la casa. Lágrimas rodaban por sus mejillas, su cuerpo temblaba, y su mente no podía procesar la traición de quienes más amaba. Corría sin rumbo, completamente abrumada por el dolor y la desesperación.

Conforme Momo continuaba corriendo, el agotamiento físico y emocional la fue consumiendo rápidamente. Su visión comenzó a desdibujarse y, en cuestión de minutos, su cuerpo no pudo más. Momo tropezó y cayó al suelo, para después quedarse completamente inconsciente.

Nos traicionaron, y nos alzamos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora