2

99 39 18
                                    

—¿Qué te pasa? —preguntó Charlie, el médico de guardia. Fue directo hacia la joven, dispuesto a ayudarla.

—Pobre chica —dijo Emy, la enfermera, frunciendo el ceño— ¡Qué mala cara tiene!

Charlie hizo oídos sordos al comentario de su compañera, agachándose para ponerse a la altura de la joven, que seguía apretándose la cabeza con ambas manos, ajena a todo. Había dejado de gritar, pero sus ojos no habían recuperado la cordura. 

—¿Te encuentras bien? —preguntó Charlie, acercándose poco a poco. No quería asustarla más de lo que estaba. Saltaba a la vista que había tenido una experiencia traumática.

A lo lejos, los gritos de la madre resonaban en el pasillo de las Urgencias, exigiendo entrar para ver a su hija.

—¿Qué hacemos? —preguntó Emy al médico, mordiéndose el labio. No le gustaba que los familiares armaran jaleo en la sala de espera, y menos una madre preocupada por su hija.

—Sal y habla con ella —le pidió Charlie, manteniendo la calma—. Intenta tranquilizarla todo lo que puedas. A ver si conseguimos que una de las dos nos diga lo que ha pasado.

—Está bien —dijo Emy, contenta de poder ayudar. Llenó el pecho de aire e irguió el cuerpo, decidida a hacer su trabajo lo mejor posible. 

Por su parte, Charlie, se quedó parado junto a la joven, observando su expresión descompuesta.

—¿Qué has hecho? —dijo en un susurro, temiendo romper el frágil equilibrio que mantenía a la joven consciente.


Turno de Urgencias. Bienvenidos al Box. Que no pare la fiesta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora