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Lejos de sorprenderse, tanto el médico como los enfermeros ignoraron deliberadamente la grosería de la mujer, haciendo como si no hubiera pasado nada. Estaban acostumbrados a las faltas de respeto y a tratar con ese tipo de personas. 

Como bien decían algunos compañeros del servicio de Urgencias, tenían que enfrentarse a muchos "indeseables" en su día a día. 

—¿Cómo se encuentra? —preguntó Lolo con cautela, echándose a un lado.

La mujer levantó el pulgar de la mano mientras se mojaba los labios con la lengua. 

Charlie dio un paso al frente, haciéndose cargo de la situación. No podían perder más tiempo si querían ayudar a Anne. Inclinándose para poder tener contacto visual con la mujer, se presentó.

—Buenos días, me llamo Charlie —dijo con voz firme—. Soy el médico de su hija.

Acto seguido, Nata hizo de intérprete sin que tuvieran que pedírselo. Manteniendo el mismo tono que había empleado el médico, tradujo cada palabra sin titubear. 

Cuando calló, la mujer alzó la cabeza, desafiante.

—¿Anne? ¿Cómo está mi hija? —gritó en su idioma—. ¿Por qué no me dejan verla? ¡Quiero verla!

—Necesitamos que nos diga qué ha tomado su hija —pidió Charlie, después de oír la traducción de Nata. 

—¡Quiero verla! —siguió gritando la mujer, ignorando lo que le decían.

—Voy a avisar a Sergio —dijo Emy, saliendo de la consulta—. Esta mujer es capaz de hacer cualquier cosa. Está claro que ha consumido algo.

—Espera —pidió Charlie, intentando rebajar la tensión.

—¿Estás seguro? —preguntó Emy, indecisa.

—Explícale que podrá ver a su hija cuando sepamos qué droga ha tomado —dijo Charlie, dirigiéndose a Nata—. Tiene que entender que debemos actuar rápido. Anne puede empeorar en cualquier momento. No hay tiempo que perder.

Nata tradujo fielmente el mensaje a la mujer, que paseaba la mirada de uno a otro, como si midiera las fuerzas a las que se enfrentaba. 

Charlie y Lolo cruzaron una mirada. No sería la primera vez que tuvieran que reducir a un paciente. Por desgracia, las agresiones no eran tan infrecuentes como cabría esperar. Todos estaban expuestos a ese peligro.

Turno de Urgencias. Bienvenidos al Box. Que no pare la fiesta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora