Luke Hemmings must die

6

-¿Lista para tu primer día?- preguntó Ash con entusiasmo. Estábamos en su auto rumbo a lo desconocido. El café me pone filosófica, chicos.

-Eh.. ¿Sí?- hice una mueca rara.

-¡Gritalo entonces!- dijo Ashton y lo miré raro. ¿Gritarlo?

-¿Qu..-

-GRITALO CHARLIE- me cortó.

-ESTOY LISTA- grité con una mueca. Bien, eso fue raro.

-Genial- exclamó Ash y lo volví a mirar extrañada.

-Eh.. ¿Todo bien?- le pregunté sin saber que decir. Sonrió ampliamente, MUY AMPLIAMENTE. Oh dios, ¿cómo puede abrir tanto la boca?

-Muy bien, ¿vos?- me respondió, estacionando el auto frente a una casa y tocando bocina. Iba a preguntarle que hacíamos ahí cuando una cabellera azul me aclaró toda duda.

-Hoooola- saludó entusiasmado Mike. Ash le devolvió el saludo y yo sonreí.

-¿Preparada para el mejor año de tu vida junto a nosotros, Charlie?- me preguntó el azulito con una sonrisa.

-Supongo..- dije dudosa.

-¡Gritalo!- exclamó Ashton. ¿Qué complejo tiene con gritar?

-¿Qué voy a conseguir co..- Ashton me miró con advertencia y me callé.

-SUPONGO- suspiré. Estaban todos locos.

-¿Para qué sirve que lo grite?- le pregunté.

-Leí en internet que gritarlo te estimula- me respondió y fruncí el ceño. ¿Estimula?

-¿En qué página leíste eso?- le preguntó Mike. Ash pensó durante unos segundos hasta que su cara se iluminó.

-Una de porno- aclaró. Solté una carcajada. Dios mío, el chico era tonto. Mike rió conmigo y Ash nos miraba sin entender.

-¿Qué pasa?- preguntó, mientras estacionaba en el colegio. Miré por la ventana y wow. El lugar era enorme, miles de chicos pasaban y tenía estacionamiento. TENÍA UN FUCKING ESTACIONAMIENTO.

-¿Te gusta?- preguntó Mike a mi lado.

-Es.. grande- exclamé. ¡Calum había dicho que no era tan grande y esto era, definitivamente, gigante! Los dos rieron.

-Sí, es la primer impresión del lugar. Veni, vamos a mostrarte todo- Ash me agarró del brazo y me arrastró, literalmente, hasta una gran puerta donde entraban y salían miles de personas. Iba a cuestionarle diciendo que teníamos clase pero era el primer día del último año y no iba a ser la primera vez que faltara a clases, así que me resigné a seguirlos.

Ash me iba señalando lugares y explicándome para que servían, cada vez estaba maravillada. Tenía canchas y pileta propia, estacionamiento, miles de aulas, casilleros, cafetería, entre otras cosas. Era simplemente genial.

-Bien y está es la oficina de la directora. Ahí entras vos sola.. no le caemos muy bien- aclaró Ash y se encogió de hombros.

-Ok, ¿dónde nos vemos después?- les pregunté.

-Si no tenes clases con alguno de los cuatro anda a la cafetería, nos encontramos ahí- dijo Mike y asentí.

-Está bien, nos vemos- saludé.

-Suerte con la bruja- me alentó Ash y reí. No podía ser tan mala.

Los dos se fueron y me dejaron sola frente a una puerta que decía Dirección. Toqué la puerta y escuché un "adelante" por lo que entré. Una chica joven me atendió con una sonrisa.