¿Cómo le estará yendo en el examen? Y... ¿Si lo reprueba? ¿Si la profesora me echa la culpa a mí? No Luke, no pienses así.
-¡Luke!
Samanta venía con el examen en la mano, estaba sonriendo. Apenas llego hasta mi se me lanzo encima y se colgó.
-¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te aaaamooo! – Empezó a besarme en la mejilla - ¡Te adoro Luke Heulton!
-¿Yo también? – sonó como pregunta.
Samanta me soltó y se alejó despacio y estiro las manos hacia delante suyo.
-Tranquilo – me advirtió – Luky bueno, Luky bueno...
-Sigues con eso... ¡No soy un can!
-Se dice perro, p-e-r-r-o
-Can – corregí.
-Perro – insistió.
-Can...
-Chicos hacen una bonita pareja – la profesora de química estaba atrás de nosotros – pero al colegio se viene a estudiar.
-No
-Somos una pareja – completé.
-Pero mira que tierno Sam, lo ha admitido.
Cuando la profesora paso a nuestro lado y se fue, Sam se tiro de nuevo encima mío pero no para abrazarme si no para ahorcarme y golpearme el pecho.
-Porque dijiste eso.
-Solo complete la frase.
-Pero sonó como si hubieras afirmado que somos una pareja. – me miro molesta, mientras arrugaba la nariz.
-Pero no lo somos – le dije.
-Ya es tarde, me tengo que ir. Si no llego rápido puede ser que mi padre llame a la policía.
Samy's P.O.V:
-¡Samanta Keira Miller!
-¡Ya va!
Eran las 8 de la mañana, llevaba metida en mi cuarto, cambiándome, desde las 6 de la mañana. Hoy era la reunión en la empresa de mi papá. No importa cuántas veces me mire al espejo, ni cuantas veces me arregle cada defecto, no quería ir y punto.
Baje de mala gana y mire a mi papá que parecía que en cualquier momento se le saldrían los ojos.
-Cariño, lleva un cuchillo...
-¡Papá!
-Pero es para que te protejas. Por lo menos gas pimienta. – me miro.
-No me pasara nada, además estarás tu – trate de tranquilizarlo.
-Si alguien te hace daño... Juro que...
-Ya papá, estaré bien – lo abracé – no me pasara nada.
(...)
Malditos tacos, me están torturando los pies, siento que mis deditos piden respirar.
Camine hasta el elevador y esperé a que este se abriera. Cuando se abrió podría decirse que había suficiente espacio para 3 personas. Pero una gorda... perdón una señora con cuerpo voluminoso, me empujo y entro dejándome un espacio hipermegachiquito.
-No se preocupen, iré por las escaleras – les dije.
12 malditos pisos, tenía que subir 12 malditos pisos a pie. Me saqué los tacones y me sentí aliviada por unos segundos, mis dedos en especial el pequeño gritaba de emoción y cantaba a coro "Libre soy"
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Ugh, Aléjate
RomanceElla es un chica rebelde. Él es un chico educado y correcto. A ella no le importa lo que piensen de ella. A él le preocupa lo que piensen de él. Ella no lo puede soportar. Él busca excusas para hablar con ella. PD: hemos cambiado el título, antes er...