11- 𝐵bokari

69 11 0
                                    

Hyunjin salió del baño en cuanto terminó de cambiarse. 

Tan rápido como abrió la puerta hacía la habitación, el olor de sus propias feromonas le golpeó en la cara. 

Era la clara combinación de atracción y excitación. Cualquier persona podría decir que algo había pasado ahí. Se preguntó si Félix también lo notaría, sin embargo el chico parecía inmutable, mirando tan tranquilamente su celular, como si minutos atrás no hubiera estado sobre sus piernas, suplicando por sus caricias, ansioso por un beso.

Algo dentro de sus pantalones dio un tirón ante el recuerdo, así que decidió no pensar más en eso. Después de todo, Félix ni siquiera estaba del todo en sus sentidos, cuando aquello paso.

—Gracias por dejar que me duchara— Dijo más que nada para llamar su atención.

—Pero si es tu casa— Félix respondió con una leve sonrisa.

—Sí, pero mientras estés aquí, este es tanto tu cuarto, como mío.

Y ahí estaba de nuevo, esa parte suya que le hacía olvidar cualquier molestia en su contra —Okay— Félix bajó por completo el celular y palmó el otro lado de la cama —Gracias, pero creo que tenemos una conversación pendiente.

Hyunjin tragó en secó al escucharlo —La verdad no sé por dónde empezar— Subió a la cama sintiéndose como niño regañado bajo la mirada del rubio.

—Entonces empieza por el principio— Su voz era tranquila, totalmente contrario al un sutil tono amenazante en su voz —¿A qué hora llegaste?

—¿Uh?— Hyunjin se sorprendió por como aquello sonaba como un esposo, regañando a su alcohólico cónyuge —No me fije a la hora que salí del hotel, pero cuando llegue, te vi dormido en la cama, me preocupé porque parecía que te quejabas.

Félix recordó horas antes, pedirle a Jisung que se marchará, prometiéndole que estaba bien, aunque el dolor de su vientre le estuviera matando.

¡El dolor! Casi se había olvidado de aquello. Se tentó el vientre, notando que solo se sentía un poco adolorido y una sensación extraña sobre su piel, como si se hubiera untado algo en esa zona ¿habría sido Hyunjin?

—¿Qué pasa?

El susodicho le miraba extrañado y con ¿temor?

Poco podía imaginar que el pelinegro tenía miedo de que descubriera lo que habían hecho minutos antes y lo mucho que le afectaba el recuerdo.

—Antes de que llegaras, mi estomago me dolía, Jisung me trajo medicamentos pero no sirvieron de mucho, así que trate de dormir, pero no sé cómo desperté en tus brazos— Sus mejillas comenzaban a tornarse carmesí —y con tu boca en mi cuello.

—¡Ah!, puedo explicarlo— Podía pero ¿le creería? —Mi lobo trató de ayudarte por su cuenta y para cuando retomé el control, noté que estabas ido, decías cosas...— "Eróticas, sexys y muy provocativas" —cosas que no dirías en tus cinco sentidos, supuse que tu omega estaba tomando el mando y no sabía cómo despertarte, así que hice lo único que se me ocurrió.

Demasiada información para que Félix pudiera procesar. Se acarició el cuello dónde el pelinegro le había mordido, no le dolía, pero recordar vivamente la cálida sensación, provocaba cierto hormigueo placentero en su cuerpo.

—No quería hacerlo tan fuerte, pero tu omega es... un poco obstinado.

—¿Mi omega?— Repitió Félix confundido.

—Sí, supongo que ya has de haber escuchado una voz, bueno no es tanto como una voz, es como un impulso demasiado fuerte, casi se siente ajeno a ti.

Abrió los ojos por fin dándole un sentido a aquello dentro de su cabeza, ¡era su omega!. Casi suspiró aliviado pues estaba a punto de creer que estaba loco o esquizofrénico.

Omega a medias [Hyunlix] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora