Omega a medias [Hyunlix] (Omegaverse)

5-𝒩o mueras en mi departamento.

Los minutos pasaban y el rubio no daba señales de querer salir.

Sin detenerse a pensar si era lo más prudente, Hyunjin fue y tocó la puerta del baño.

—¿Estas listo para salir?

—No— Fue la respuesta a secas que recibió.

Hyunjin rodó los ojos, un poco cansado de aquella actitud. Jamás en toda su vida cuidó de nadie, al menos no de una manera tan personal y directa.
Aunque el recuerdo de todo lo malo que le había hecho al rubio hacía que su paciencia y empatía aflorara fácilmente.

—Te puedes enfermar si te quedas mucho tiempo ahí...— Sin respuesta —puedo darte la ropa si te sientes más cómodo así.

Por los segundos en silencio se acercó a la puerta, empezaba a temerse que el chico se hubiera desmayado o algo parecido, aunque antes de abrir, por fin recibió respuesta.

—Quiero mi celular.

Hyunjin suspiró aliviado. Fue de inmediato por lo que le pidió y se lo deslizó por el suelo, con sumo cuidado de no mirar adentro. 

💛🐣💛🐣💛🐣

Félix se negó a salir hasta que Han Jisung estuviera con él, para fortuna de todos, el castaño llego más rápido de lo esperado.

—¡Dios mío, Lixie!— Exclamó viendo como su amigo se encontraba temblando apenas cubierto con la toalla.

Le abrazó y rápidamente hizo lo mejor que pudo para sacarlo.

Félix no queria ver al alfa y para su sorpresa y alivio, para cuando entraron en la habitación él no estaba ahí.

Jisung le ayudó a sentarse en el mullido colchón. Sobre las cobijas se encontraba un cambio de ropa. Era un pijama de satín, se veía costoso y lo confirmó al ver la marca en la etiqueta. Supo que el alfa se lo había dejado preparado.

—Te ayudaré a cambiarte— Dijo en un susurro el castaño, claramente preocupado por el estado de su amigo.

Félix no respondió, solo dejó que su amigo lo vistiera.

Minutos después el golpeteo en la puerta le hizo dar un pequeño respingo, no quería verlo. No quería ver al alfa.

—Saldré por un momento— Era la voz del pelinegro detrás de la puerta —La cena está en la cocina.

No hubo respuesta, ni ningún ruido hasta que la puerta principal se escuchó cerrarse. 

—Sunggie— Empezó diciendo algo desesperado como si por fin se hubiera deshecho del nudo que le impedía hablar —Ayúdame a salir de aquí, por favor, tenemos que irnos antes de que vuelva. 

A Jisung le dolió ver a su amigo tan nervioso y desesperado, como si intentase escapar de un verdadero monstruo, que por los antecedentes casi se podía considerar como uno. Pero más les dolería a ambos la respuesta que le tenía.

—Lixie, tienes que quedarte aquí.

Félix sintió que algo en él se quebraba al escucharlo y de nuevo las lágrimas corrieron por sus mejillas.

—No, no, no llores por favor, escúchame— Dijo Han intentado controlar su propio llanto. Por eso mismo no podían ver películas sentimentales juntos, parecía una competencia de quién lloraba más en momentos emotivos —Hasta hace unos días pensé que podías morir, nada de lo que te hacían en el hospital  parecía dar resultados, dormías la mayoría del tiempo, no comías nada y no te daban mucho tiempo más.

—¿Entonces cómo acabé aquí?

—Bueno... Fue un poco extraño, pero el día del resultado de la prueba...