20- 𝐵rownies/ 𝐿as últimas horas.

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En lo que la película transcurría, Félix dejo vagar su mente entre sus pensamientos, recordando todo lo vivido con Hyunjin hasta ese momento. Todo.

Desde la noche que se conocieron y el dolor que eso le provocó, mismo que ahora se sentía tan lejano. El día que Jisung lo descubrió en la televisión y planearon cómo llegar a él en la apertura del museo. El cómo lo recibió en esa ocasión. El día que se veía tan nervioso por estar en el hospital, cuando despertó por primera vez en su casa, aquella vez que se cacheteó enfrente suyo, solo para demostrarle que no podía hacerle daño.

Ese preciso recuerdo, le sacó una ligera risa, que el pelinegro, aun estando recostado en sus piernas, alcanzó a ver de reojo.

Félix, también recordó el día que lo llevó al balcón y su cara se llenó de preocupación al verle acercarse a la orilla, otro recuerdo que le hizo sonreír.

Hyunjin, simplemente no comprendía cómo Félix podía sonreír con las escenas tan gore de la película que Changbin había elegido. Todos parecían aterrados, hasta Minho, que era difícil que una película así le entretuviera, se veía perturbado, todo lo contrario del rubio que sonreía de ratos.

Por su lado, Félix seguía perdido en sus recuerdos, en su primer beso, el olor celestial del petricor fundiéndose con el sándalo. Sorpresivamente, su omega o mejor dicho, Bbokari, como queriendo participar de su actividad recreativa, le mostró aquella vez que tomó el cargo de su conciencia y le pidió, o más bien, rogó al alfa, calmar el dolor de su vientre y entonces vino a su mente el recuerdo claro de Hyunjin besando húmedamente su abdomen, de su cálido aliento acariciando su piel. Era tan nítido el recuerdo que le mostraba Bbokari que casi podía sentir las caricias del pelinegro en él. 

Sin darse cuenta y perdido totalmente en el recuerdo, su respiración comenzó a agitarse y su cuerpo empezó a desprender un calor que solo Hyunjin pudo notar, al tener su cabeza sobre sus piernas.

Hyunjin tragó duramente. Confirmando con una rápida mirada que todos estuvieran enfocados en la película, decidió voltear su rostro al rubio, el cual tenía los labios entreabiertos, con la mirada perdida en algún punto inexistente. ¿A caso había llegado su celo? Empezaba a temer que fuera eso.

Entonces apretó un poco su muslo para llamar su atención.

—¿Todo bien?— Preguntó en un susurro apenas audible para el pecoso, que le respondió con una sonrisa ligera y un asentimiento de cabeza.

Hyunjin entrecerró sus ojos tratando de examinarlo, pero Félix rodó los ojos y con un suave movimiento volvió a girar su rostro a la televisión, comenzando a acariciar su cuero cabelludo, como en una acción de soborno.

Sintió a Hyunjin replicar con un leve gruñido, pero dejándose hacer con las suaves caricias en su cabeza dejó su rostro dirigido a la película.

Félix sonrió al pensar en lo fácil que era convencerlo.

Ahogo un suspiro al darse cuenta de que, definitivamente la locura más grande que podría cometer, en las últimas horas juntos, sería decidir quedarse a su lado. 

Quedarse con su alfa, con su Hyunjin, pero eso no era posible, porque Jisung tenía razón; Félix, en realidad no era nadie en su vida, solo un extraño entrometido que había conocido por error.

Dedicó unos últimos minutos a contemplar su perfil, deseaba con todas sus fuerzas grabarlo por siempre en su memoria, sin embargo una pequeña alarma le interrumpió.

Los brownies estaban listos. A diferencia de él, que no se sentía listo de ninguna manera.

Decidieron pausar la película para disfrutar del postre recién hecho, quedando maravillados con los brownies de Félix. Aunque Jisung y el mismo cocinero, sintieron un sabor ligero pero inusual en el postre, aunque al final, decidieron dejarlo pasar.

Omega a medias [Hyunlix] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora