Lamento que no haya segunda parte de la historia que querías, pero espero te guste esta. ❤- Satan
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Resumen : Hugh te envió esta foto de él y te advirtió que estuvieras listo cuando te responda.
Advertencia : ¡OBSCENO! MDNI. Básicamente sexo sucio, sin protección, porno sin argumento, apodo "gatito", llamar a Hugh papi, no te corras dentro de los chicos.
" Sí, ¿Qué se supone que debo hacer con esta información?" Te reíste mientras escribías el texto antes de presionar enviar.
"Solo quería decirte que no voy a disculparme por lo que me sucederá esta noche ", respondió Hugh en cuestión de minutos. Frunciste las cejas confundida, no lo verías hasta dentro de 3 días, al menos eso era lo que sabías.
"¿Qué?" , escribiste y cuando apareció el mensaje, alguien tocó a tu puerta y te sorprendió en tu asiento. Te apresuraste hacia tu puerta y, cuando la abriste, revelaste tu obsesión actual: Hugh Jackman, tu novio de perfil bajo de cinco meses.
Te quedaste sin aliento, "¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡Pensé que no se suponía que estuvieras en Nueva York hasta dentro de 3 días!". Gritaste y saltaste para abrazarlo. Hugh se ríe al ver tu adorable reacción mientras entra al acogedor espacio de tu apartamento, cerrando la puerta de una patada con los pies.
—Bueno, ya estoy aquí, ¿no, gatita? —Te sonrojaste al oír el apodo que tanto le gusta llamarte salir de sus labios. Te mordiste el labio intentando reprimir una sonrisa antes de estrellarlo contra el suyo. Hugh tarareó y suspiró satisfecho, dejando caer su bolso de lona al suelo. Sus brazos rodearon tu pequeño cuerpo mientras los tuyos intentaban acercarlo, tus dedos de los pies apoyando las puntas de los pies en el suelo.
"Ahora, ¿quieres mostrarme lo que me acabas de enviar, papi ?" Hablaste en voz baja contra sus labios una vez que te separaste del beso. Hugh te miró fijamente, tarareando y frunciendo los labios.
—¿Crees que lo mereces? —dijo antes de besarte de nuevo, dándote la vuelta a ambos mientras te empujaba suavemente contra la pared. Sus labios se separaron de los tuyos para bajar y devorar la delicada piel de tu cuello. Gemiste suavemente cuando sentiste su cálida lengua mordisqueándola, con los ojos en blanco. —¿Has sido una buena chica mientras yo no estaba, gatita ?
—Mmmh... Sí, papi. Lo he hecho. —Hiciste un leve puchero, abrazándolo.
