Contrato del Shinigami (Naruto x Kushina)

Capitulo 2

Una semana después

Naruto finalmente fue dado de alta del hospital con la aprobación de Tsunade e inmediatamente fue a su departamento. Jiraiya le dijo que se irían al día siguiente, por lo que tendría tiempo suficiente para que Naruto atara los cabos sueltos que tenía. El rubio se había despedido de todos sus amigos en ese momento y les dijo que se haría más fuerte en poco tiempo. Todos parecían tristes por la partida de Naruto, especialmente Hinata, pero sabían que lo volverían a ver.

Actualmente, Naruto estaba empacando sus maletas llenas de cosas esenciales para su viaje, pero si uno miraba lo suficientemente de cerca, vería que el rubio no estaba completamente concentrado en empacar, sino más o menos en lo que podía hacer como invocador del Shinigami. Esas condiciones que Naruto conocía habían ocupado su mente durante toda la semana. Pensó en todo el bien que podría hacerle revivir a las personas y tener a alguien tan poderoso como el Shinigami. El rubio, sin embargo, sabía que esta era una situación delicada. Puede que haya sido tonto y despistado a veces, pero estaba lejos de ser estúpido. Sabía que algo así sería imposible de explicar a nadie, especialmente a Tsunade y Jiraiya. Si se enteraba de esto, habría tantos problemas que ni siquiera sería gracioso. El rubio imaginó todas las caras felices que tendría la gente de sus seres queridos y cosas así, pero ¿qué harían si les dijera que no? ¿Lo obligarían a hacerlo? ¿Lo considerarían un traidor por ayudar a su aldea?

—¿No estás pensando demasiado en esto? —preguntó su inquilino, dando a conocer su presencia. Naruto interrumpió su pensamiento y continuó empacando. No era como si quisiera pensar demasiado en algo así, pero toda la situación lo hacía así.

"No es eso, supongo. Nunca antes me había sentido tan responsable. Esta bola de pelo es muy pesada. Supongo que me alegra que Shin esté interesado en mí, pero solo puedo preguntarme qué bien puedo hacer con él", dijo Naruto y Kyuubi dejó que sus colas se agitaran un poco por aburrimiento.

" Hmph, si fuera yo, inmediatamente reviviría lo que está más cerca de mí y los mataría a todos ustedes para compensarlos", dijo Kyuubi con una sonrisa maliciosa. Naruto entrecerró los ojos y miró hacia el techo.

"Y es por eso que estás atrapado allí en primer lugar", dijo Naruto, bajando el ánimo de Kyuubi y haciendo que el zorro le gruñera. El rubio se rió entre dientes de su inquilino y miró su habitación. Su habitación solitaria que no había estado en las mejores condiciones. Siempre trató de mantenerla limpia, pero siempre había estado entrenando, por lo que no había mucho uso para ella además de dormir. Fue entonces cuando Naruto recordó cuando Shin dijo que podía revivir a cualquiera y en ese momento, Naruto inmediatamente pensó en sus padres. Fue lo primero que apareció en su cabeza cuando escuchó eso. Se preguntó cómo sería ver a su madre, a su padre. Abrazarlos y ver sus sonrisas en su rostro, pero se preguntó si les estaba faltando el respeto al querer ese deseo. También se preguntó cómo sería para los demás. Cómo se sentirían Gaara y sus hermanos, Hinata y su madre, Neji y su padre. Incluso Sasuke y su familia. Podía ver a Sasuke sorprendido ante la idea de que sus padres estuvieran vivos. Todo parecía una buena idea, pero luego estaba la segunda parte de la condición. Tenía que matar a dos personas por cada una que reviviera. Una para llenar el vacío del alma revivida y la segunda como pago al Shinigami.

" No me digas que tienes miedo de matar a alguien, mocoso. En tu línea de trabajo, el hecho de que no hayas matado a nadie todavía es asombroso. Es hora de crecer y ver cómo funciona el mundo, mocoso", dijo Kyuubi y Naruto miró al suelo. Quería argumentar eso en contra de Kyuubi, pero sabía que la bola de pelo tenía razón. Naruto no tenía la experiencia que implica matar a alguien. Había visto muertes antes que iban desde Haku y Zabuza hasta su Jiji. No fue una experiencia agradable y la idea de que Naruto hiciera eso le parecía ridícula.