Todo lo que se expone aquí es ficción, no tiene que ver nada con la realidad sobre ningún tema o persona.
Había despertado en un lugar muy diferente, la luz se colaba por los grandes ventanales, una luz cegadora, que hizo arder sus ojos debilitados por haber estado casi sumido en la oscuridad en aquella casa que se caía a pedazos, estaba sobra un piso de mármol blanco, frío, la ligera brisa fresca causaba un ligero escalofrío en su cuerpo desnudo de la cintura para arriba, se sentó mirando alrededor, estaba en medio de una sala de gran tamaño, con muebles blancos y madera clara, se puso de pie, nunca antes había estado en ese lugar, sin embargo, una parte de él lo sentía familiar, se paró frente a una chimenea de ladrillos pintados de blanco, el contraste de la luz le causaba conflicto. Sobre esta había una fotografía familia, se petrificó al verla, conteniendo la respiración. Era una fotografía familiar, muy similar a la que sus padres adoptivos tenían de ellos en su antigua casa. Un hombre de cabello cano estaba sentado en medio, llevaba un traje negro hecho a la medida, su rostro era frío, al igual que sus ojos oscuros, sumido en una expresión llena de seriedad, era delgado y alto, de tez clara y pocas arrugas alrededor de su boca y en el borde de sus ojos, una mujer bonita estaba sentada a su lado, de cabello negro hasta los hombros, lucía mucho más joven que el hombre, sonreía con aquellos labios rosados, delgada, demasiado, pequeña y frágil, portaba un vestido blanco y cruzaba sus tobillos con delicadeza y sus manos elegantemente reposando sobre sus rodillas, sus ojos castaños se arrugaban ligeramente por su sonrisa, a simple vista una mujer hermosa, sin embargo, si veía más de cerca, había cierta oscuridad en sus facciones, una expresión de falsa felicidad y tranquilidad. Al lado derecho del hombre estaba un chico, lo reconoció al instante, demasiado alto, tez clara y ojos grandes oscuros, su expresión era seria, pero a diferencia de la del hombre carecía de dureza, lucía joven, como alguien que entraba apenas a la adultez, su cabello castaño bien peinado hacía atrás, Jungkook no podía creer que era el mismo hombre que causó todas y cada una de sus desgracias, Park ChanYeol, un joven que no estaba consciente del daño que causaría en el futuro, apretó la mandíbula, sin dejar de observarlo, dentro de él había un sentimiento de odio puro, lo aborrecía, sonrió ligeramente al recordar sus ojos cargados de ira cuando cobro la vida de su hijo, Daniel, en aquel escenario. Fue satisfactorio, negó tratando de aplacar esa sed de sangre que había despertado en él desde esa noche. Fijó la atención en el chico que estaba al lado de la mujer, al igual que su madre llevaba un traje blanco, de cuerpo pequeño y delgado, sus risos desordenados y dorados caían a la altura de sus orejas, era hipnótico, con una sonrisa preciosa, mostrando apenas esos ojos verdes brillantes, a diferencia de las otras personas, su expresión de felicidad era genuina, brillante y maravillosa, tragó en seco, recordando al Jimin que poco conocía, quien carecía de esas características llenas de luz.
El aroma a café lo distrajo por completo de su análisis del cuadro familiar, se volvió siguiendo el aroma hasta una puerta doble blanca con decoraciones doradas, abrió una de ellas, entrando a una amplia habitación rectangular, donde se encontraba un comedor de por lo menos veinte plazas, sobre este había flores blancas y rosa pálido, copas de vino blanco llenas y comida recién servida que desprendía un olor maravilloso, Jimin estaba sentado en la cabecilla del comedor, vestía de blanco, justo como en la foto, más joven y vivaz, sus risos dorados brillaban ante la luz que se filtraba por las tres ventanas anchas que cubrían la pared compleja, fuera de estás invitaba a apreciar una vista maravillosa de un jardín repleto de flores y árboles frondosos de un verde que parecía irreal. Jimin bebía una taza humeante de café, al tiempo que un cigarrillo permanecía entre sus dedos, a diferencia de la fotografía, ese brillo maravilloso que lo envolvía no estaba, sus ojos verdes lucían igual de apagados que siempre.
—¿Quieres beber o comer algo? —preguntó sin observarlo realmente, con la vista fija en la mesa.
—¿Dónde estamos? —susurró acercándose, para sentarse a su lado, miró la comida, lucía tan real, olía tan bien, que su boca se hizo agua, tragó en seco, volviendo su atención a Jimin quien dio una calada a su cigarrillo.
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Arlequín (KookV/GiMin/Yoonmin/Sope/Namjin)
FanfictionCUARTA PARTE DE LA SAGA: LA SANGRE DEL INFIERNO Después de la tormenta, viene la destrucción, la oscuridad estaba alrededor, y la espera estaba por terminar. Sólo había una cosa que todos deseaban, el poder detrás de la máscara. Yoonmin KookV Namj...