SERAPHIM | #1 ©

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20 de julio de 2013

Los días, los meses comienzan a desvanecerse y avanzar en el tiempo, desde aquella conversación cada día parecen haber mejoras entre la relación de Marie y Alex.

Durante las tardes, Marie sube a la motocicleta de Alex y juntos recorren las carreteras que rodean el Hillmore.

En las noches puedo oír su risa traspasar las paredes del orfanato, resuena en el aire, me llena de alegría ver esta nueva parte de ella. Parecen un par de niños llenos de complicidad y ternura.

Mientras Marie y Alex sanan sus heridas, Evan, Lucy, Jeremy. Sophie y yo hemos estado planeando las vacaciones de verano. Mama Rose, la abuela de Sophie nos ha invitado a todos a su cabaña en el lago.

— Este verano será muy especial — dice Evan.

— Deberíamos hacer algo que lo haga inolvidable — agrega Jeremy.

Lucy, quien ha estado un poco más distante del grupo desde que comenzó a salir con el chico nuevo de intercambio concuerda con Jeremy — Definitivamente, hay que hacer algo épico —

Las tardes se vuelven más cálidas, llenas de planes y promesas, el verano está a la vuelta de la esquina.

 25 de julio de 2013

El día del viaje llegó rápidamente. Durante la noche ayudé a Evan a ordenar su maleta, ya que lo dejó para el último día que estaríamos aquí.

La cabaña de Mamá Rose está solo a unas horas de aquí, así que Marie se ofreció a llevarnos a nuestro destino.

Por la ventana puedo ver a Jeremy despidiéndose de sus padres y a Lucy y Sophie charlando en el pórtico. Decido tomar mi maleta y bajar a esperar fuera junto a ellas. Alex me detiene en el camino, y mientras toma mi maleta para llevarla, me entrega una bolsa llena de provisiones, y en el fondo, descansando, una botella de Whiskey

—Prohibido decirle a Marie —Susurra — Se irresponsable pequeño Serafín, diviértete. — murmura.

Pequeño Serafín, pienso, estas últimas semanas he podido pasar mucho tiempo con Alex, y ese apodo no ha salido de su boca, donde sea que esté me llama así.

— ¡Listos! —exclama Marie al fin, su voz llena de energía. Me hace sonreír ver la felicidad en la que se desenvuelve por estos días.

El viaje en coche es una mezcla de música a todo volumen y charlas animadas sobre lo que nos espera. La idea de pasar unos días en la cabaña junto al lago nos llena de expectativa. Mientras el paisaje cambia, lleno de colinas verdes y campos de flores.

Al llegar, el aroma a madera y el sonido del agua nos reciben calurosamente. Mama Rose nos da un cálido abrazo y nos guía hacia la cabaña, una acogedora construcción de troncos que parece abrazarnos con su calidez.

— Este lugar ha visto muchas aventuras —dice Mama Rose con una sonrisa. Nos da un tour por la cabaña y nos muestra las habitaciones, el salón con su gran chimenea, y por último, el patio que da al lago.

— ¡Es perfecto! —exclama Sophie, mirando a su alrededor. — ¡No puedo esperar para nadar!

Marie se despide de nosotros con una enorme sonrisa, Mamá Rose va con ella en el coche, ha dicho que debía darnos un poco de privacidad para disfrutar de nuestras vacaciones.

Descargamos nuestras maletas en las habitaciones de la cabaña rápidamente, el lago nos esperaba.

Tras una tarde llena de risas, volvemos a la cabaña, es el primer día y la blanca piel de Jeremy ya combina con su pelirrojo cabello. Sophie y yo decidimos intentar hacer una fogata mientras Lucy nos observa desde una silla plegable, a pesar de sus negativas, logramos encender la fogata. Acomodamos unos troncos alrededor de ella y nos sentamos a esperar a los chicos.

Las llamas crepitan mientras se alimentan de la leña que hemos apilado. La luz ilumina nuestros rostros y la suave música crea un ambiente acogedor.

— Esto es perfecto —digo, mirando las llamas ondeantes.

Lucy, acomodada en su silla, se une a nosotras. — Tal vez deberían hacer fogatas más a menudo. Esto es un buen inicio.

En ese momento, escuchamos el ruido de pasos y las risas de Jeremy y Evan acercándose. Ellos llevan un par de gaseosas y una bolsa de bocadillos.

— ¡Ya estamos aquí! —anuncia Evan con una gran sonrisa. — Les traemos la comida, señoritas.

— ¡Por fin! ¡Nos estábamos muriendo de hambre! —responde Sophie, aplaudiendo mientras se levanta para ayudar a deshacer la bolsa.

Jeremy se ríe y lanza una mirada cómplice hacia mí. Adiviné que habían encontrado la botella que me dio Alex — No solo traemos bocadillos, también tenemos algo especial.

Sophie arquea una ceja. Escéptica. — ¿Qué es? ¿Galletas de chocolate?

— Mejor. — respondo, tomando la botella que Jeremy tenía en la bolsa. Las miradas se vuelven rápidamente hacia donde estoy. La risa de Lucy se mezcla con la incredulidad. — ¿Estás bromeando? ¿Whiskey? No creo que sea una buena idea — menciona. Aunque su irónico tono es más de diversión que reproche.

— ¡Es una ocasión especial! — digo. Tomo los vasos que traía Evan en la mano y los relleno dándole uno.

Evan y Jeremy intercambian miradas emocionadas. — Esto se está volviendo interesante —comenta Evan, sonriendo mientras acepta su vaso.

Termino de llenar los vasos de todos y comienzo el brindis — ¡Por un verano único!

¡Salud! —gritamos al unísono, chocando los vasos.