~Capítulo Dieciocho~

706 56 11
                                    

—¿Y? —cuestionó el pelirrojo, dándole una mordida a una galleta de avena—. ¿Qué harás?

—¿A este punto? Suicidarme.

—No seas idiota —respondió Valery, sentada al lado de Fred—. ¿Qué piensas hacer con Snape? No puedes ignorarlo toda la vida y tampoco puedes seguir agrediendo verbalmente.

—Sí, ya sé... ¿Y tú con sinistra? ¿Qué has hecho con eso?

Valery se encogió de hombros.

—Supongo que haré lo mismo que tú.

—¿Qué es...? No sé que voy a hacer Val.

—Por eso están aquí —dijo mientras se levantaba de la cama y caminaba hacia uno de sus cajones.

Genial. Lo que me faltaba: Fred y su brillante sabiduría.

Lo vi sacar una hoja de pergamino y una pluma, como si estuviera a punto de escribir una carta formal, pero su sonrisa burlona me hizo sospechar lo peor.

—Vamos a ver opciones —anunció con entusiasmo, como si se tratara de planear una broma más de Weasley's Wizard Wheezes.

—Opciones —repetí con incredulidad—. ¿De qué estás hablando, Fred?

—Mira, T/n —dijo mientras anotaba algo en la hoja—. La vida es simple. Solo hay tres caminos en cualquier problema de relaciones: confrontación, manipulación... o una venganza espectacular.

—¿Venganza? —interrumpió Valery, mirándolo con una mezcla de sorpresa y exasperación.

Fred no parecía ni un poco afectado por el tono de Val. Al contrario, sonreía como si estuviera disfrutando cada segundo de la conversación.

—Tranquila, solo estoy dando ideas —respondió con una sonrisa traviesa—. Piensa en esto como una lista de estrategias posibles.

Rodé los ojos, pero no pude evitar que una pequeña sonrisa se asomara en mis labios. Debería haber sabido que Fred trataría de hacerlo divertido. Por un segundo, me olvidé de lo miserable que me sentía.

—Muy gracioso, Weasley —bufé, aunque en el fondo agradecía el intento de aliviar la tensión—. Pero esto no es un juego.

Fred me miró, su tono ahora más serio, aunque no perdió su chispa juguetona—. Lo sé, T/n, pero en serio. No puedes quedarte atrapada en este ciclo para siempre. O lo enfrentas otra vez... o te vas.

Mi corazón se detuvo por un segundo. "O lo enfrento otra vez, o me voy". Era tan fácil decirlo, pero tan difícil hacerlo.

—¿Y si no quiero ninguna de esas opciones? —pregunté, mi voz más suave de lo que esperaba.

Valery me miró, y por un instante, el silencio se hizo pesado entre las tres personas en la habitación.

—Entonces —dijo Fred finalmente, levantando las manos con una sonrisa—, necesitamos más galletas para pensarlo.

[...]

Fred regresó a la habitación con la bandeja de galletas y se sentó frente a nosotras, con una expresión algo más seria que de costumbre.

—Bueno, —comenzó mientras colocaba la bandeja en la cama— ahora que tenemos el refrigerio necesario para tomar decisiones importantes, ¿cómo va eso de resolver tus problemas con Snape y Sinistra?

Tomé una galleta, fingiendo un suspiro dramático.

—Fred, es más complicado de lo que parece. No tengo idea de qué hacer. ¿Confrontarlos? ¿Ignorarlos? ¿Dejarlos de una vez por todas? Estoy atrapada.

—Sí, ya dijimos las soluciones aburridas. —Fred se reclinó, poniendo las manos detrás de la cabeza, con una sonrisa pícaramente traviesa en su rostro— Pero se me ocurrió algo mucho más interesante: ¿qué tal si los olvidamos por completo y tú, Valery, y yo tenemos un trío?

Me quedé mirando a Fred, atónita por unos segundos y luego me eché a reír.

—¿Un trío? —exclamé entre carcajadas. De verdad que Fred nunca perdía el toque para hacerme reír en los peores momentos.

—Suena tan loco que hasta podría funcionar —añadió Valery, dándole un codazo a Fred, pero sin dejar de sonreír.

Fred alzó las cejas, mirándonos a ambas con una mezcla de curiosidad y descaro.

—¿Entonces? ¿Lo hacemos en serio? —dijo, haciéndose el inocente—. Es la solución perfecta. Olvidamos a esos dos traidores, pasamos un buen rato y, oye, si resulta, siempre podemos repetir la experiencia. Solo digo.

Valery y yo intercambiamos miradas. Sabíamos que era una broma, pero algo en la forma en que Fred lo planteaba lo hacía sonar tentadoramente absurdo.

—Bueno... —comenzó Valery, haciéndose la pensativa— si lo piensas bien, podría ser una manera efectiva de lidiar con el estrés. Y Fred es guapo, ¿no? —me guiñó un ojo, jugando con la idea.

—Claro —seguí la broma, mordiéndome el labio para no reírme—. Quiero decir, ya hemos probado de todo. ¿Qué podría salir mal?

Fred se sentó derecho, con una expresión sorprendida que claramente no esperaba de nosotras.

—¿En serio? —preguntó confundido—. ¿Lo están considerando?

Valery y yo lo miramos fijamente y, con la mayor seriedad posible, asentimos al mismo tiempo.

—Sí, Fred, lo estamos considerando —dije, fingiendo un tono reflexivo—. ¿Pero cómo vamos a organizarnos? Porque, mira, esto requiere planificación.

Fred se inclinó hacia nosotras con entusiasmo, claramente decidido a seguir la broma.

—Bueno, pues... yo diría que empezamos suavemente. Quizás una cena primero, algo de conversación para calentar el ambiente...

Valery fingió pensar seriamente, llevándose una mano al mentón.

—O podríamos quitarnos la ropa justo ahorita —propuso con una sonrisa juguetona.

Yo me tapé la cara con las manos, intentando contener la risa.

—Dios, no puedo creer que estemos hablando de esto como si fuera real.

Fred se encogió de hombros, una sonrisa traviesa aún en su rostro.

—Oye, yo solo hago propuestas viables. Nunca subestimes el poder de una solución no convencional.

Finalmente, no pude aguantar más y estallé en carcajadas, y Valery me siguió. La idea del trío era tan ridícula que, de alguna forma, había logrado que por un momento me olvidara de mis problemas.

—Eres un idiota —dije entre risas, empujando a Fred juguetonamente en el brazo—. Pero gracias. Necesitaba reírme.

—Para eso estoy —respondió él, sonriendo con satisfacción—. Aunque si alguna vez cambian de opinión, ya saben dónde encontrarme.

Valery sacudió la cabeza, aún riendo, mientras tomaba otra galleta

—Lo pensaré, Weasley, lo pensaré.

𝐓𝐡𝐞 𝐓𝐨𝐮𝐠𝐡 𝐂𝐡𝐨𝐢𝐜𝐞 +18 | Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora