~Capítulo Diecisiete~

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Los labios de Fred se separaron de los míos. Su mano aún en mi cintura y mis labios cosquilleando dado a la falta de presión de los labios del pelirrojo. Me encontraba un tanto anonadada por el beso, que no me percaté de Snape hasta que habló a nuestro lado.

—Weasley —dijo con su gélida voz, aunque noté molestia en su tono—. ¿Qué hace en el colegio? ¿No se había graduado ya?

—Siempre tan campante, Snape —respondió Fred con una sonrisa juguetona—. Sí, me gradué hace tiempo, pero quería venir a visitar a T/n —su agarre en mi cintura se hizo un poco más fuerte y me pegó a su cuerpo— ¿Algún problema con eso?

La expresión de Snape se endureció, y una leve sonrisa victoriosa se formó en mi rostro.

La tensión en el aire podía sentirse sin problema alguno. Los ojos de Snape se entrecerraron, evaluando cada movimiento de Fred, pero sin apartar la mirada de la mía.

—Cuide sus palabras, Weasley —gruñó Snape—. No es adecuado que un exalumno merodee por los pasillos sin un motivo válido.

Fred soltó una carcajada baja, pero su postura no cambió, aún me mantenía pegada a su cuerpo, divirtiéndose en desafiar a Snape.

—¿Motivo? Ya lo dije, vine a visitar a T/n. Pero si necesita un permiso por escrito, puedo pedírselo a McGonagall —contestó con un tono burlón—. Aunque me imagino que ella no pondrá ningún inconveniente.

Los ojos oscuros de Snape brillaron por un instante con una emoción que no pude descifrar si era enojo o algo relacionado, pero su voz se volvió más fría aún.

—Les recomiendo que no den más motivos por los cual puedo castigar —Hizo una pausa, dirigiéndome una mirada. Mi corazón se aceleró.

Snape creía que Fred no entendería a qué se refería con eso, pero se encontraba equivocado, Fred lo sabía todo.

Absolutamente todo.

—Deberías elegir mejor a tus compañías. No querrás que tu rendimiento académico se vea afectado por... distracciones innecesarias —añadió, su mirada aún posada en mí.

—Y tú deberías de elegir mejor tus relaciones informales. No querrás que tu empleo se arruine por causa de una... situación problemática, ¿verdad, profesor?

El semblante de Snape se endureció aún más, dedicándome una mirada que claramente decía que dejara de hablar.

—¿Acaso quiere continuar el tema en detención, Potter? —me advirtió.

Detención, detención, detención. Esa era la solución de él para todo.

—La verdad es que no —respondí, sujetando la mano de Fred como apoyo—. Y es que, estoy llegando a hartarme de este jueguito de detención, profesor. Después de todo, la mayoría de sus motivos han sido injustificados, pero si quiere podemos ir con Dumbledore a arreglar la situación. ¿Le parece?

Snape frunció los labios, dándose cuenta de la seriedad en mi rostro y de que sus palabras no habían tenido el impacto que buscaba. Finalmente, con un brusco giro de su capa, se alejó por el pasillo, dejándonos solos. Fue en ese entonces cuando solté todo el aire que mis pulmones retenían, llevando mis manos a mi rostro y sobándolo, antes de pasar las manos por mi cabello.

Giré mi rostro para observar a Fred quien soltó una risa suave.

—Te ves linda así de roja —comentó, provocando que rodara los ojos mientras soltaba una risa nasal.

Había algo en Fred, algo en cómo siempre lograba hacerme sentir ligera, como si todo fuera más fácil a su lado.

[...]

—¿Fred? —Ron preguntó mientras el mencionado y yo caminábamos por uno de los pasillos del colegio— ¡Fred! —volvió a llamar, pero, tal como lo había hecho la primera vez, ignoró al menor de los hombres Weasley.

—¿Enojado con tu hermano? —pregunté, mientras veía por sobre mi hombro a un Ron confundido.

—Es un idiota —respondió—. Ignorarlo es mejor.

Reí internamente y seguimos caminando hasta la salida del colegio, la cual nos llevaría a Hogsmeade. Fred me había dicho que salir del tenso aire de Hogwarts me ayudaría a relajarme, más porque los exámenes se encontraban cada vez más cerca.

𝐓𝐡𝐞 𝐓𝐨𝐮𝐠𝐡 𝐂𝐡𝐨𝐢𝐜𝐞 +18 | Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora