𝐓𝐡𝐞 𝐓𝐨𝐮𝐠𝐡 𝐂𝐡𝐨𝐢𝐜𝐞 +18 | Severus Snape

~Capítulo Diecinueve~

Estaba comenzando a arrepentirme un poquito, pero la decisión ya estaba tomada. Valery y yo nos encontrábamos caminando por el pasadizo que llevaba a Honeydukes, mientras me abrazaba al abrigo que traía puesto. Hacía demasiado frío y la ropa que traía debajo no era muy... cobertora, que digamos.

—¿Ya casi llegamos? —preguntó Valery, siguiendo mi paso.

—La respuesta sigue siendo la misma que hace diez segundos: no —respondí.

—Ya me duelen mis piernas —se quejó ella en un puchero.

—Yo te dije que no te trajeras tacones, pero decidiste no hacerme caso.

—Ñiñiñiñi —dijo con voz chillona a lo que solté una risa nasal.

—Val, ¿crees que esté de acuerdo? —le pregunté segundos después.

—¿En lo que vamos a hacer? —asentí—. No creo que le incomode, después de todo, él fue quien lo propuso.

Ladee la cabeza, dándole la razón, aunque parte de mi seguía teniendo ese arrepentimiento. Varios minutos después, llegamos a Honeydukes y luego de cerciorarnos de que nadie se encontraba cerca, nos dirigimos a la tienda de bromas.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó el pelirrojo con confusión, observándonos a las dos.

—¿Nos dejas pasar? Hace frío —dije, temblando un poco. Fred se hizo a un lado y ambas pasamos.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó de nuevo. Valery y yo nos dimos una mirada, antes de quitarnos lentamente los abrigos. Fred abrió los ojos dado a la sorpresa de vernos como estábamos, luego dió una sonrisa de lado—. Conque por eso están aquí.

Valery se acercó a él y puso sus brazos alrededor de su cuello.

—Lo meditamos, y al final decidimos hacerlo —dijo ella, mientras yo caminaba para colocarme a su lado—. ¿Por qué tan pálido, Weasley? ¿No es lo que querías?

—Mierda, no pensé que me tomaran en serio —rió él. Rodeó la cintura de Valery con una mano y con la otra me rodeó a mí, su mano bajando hasta acariciar mi trasero— ¿Vamos arriba?

—Pero cargame, que me he cansado —dijo Valery, a lo que Fred y yo nos miramos con una sonrisa antes de rodar los ojos.

Valery saltó a la espalda de Fred y yo caminé a las escaleras, los tres subiendo segundos después.
Fred dejó a Valery caer hacia la cama y luego me levantó a mi para dejarme caer junto a la rubia. Fred comenzó a quitarse la blusa y después el pantalón, pero Valery lo detuvo para hacerlo ella.

Fred se encontraba solamente en boxers, por lo que lo justo era que ambas nos removiéramos el sostén, cosa que hicimos. El pelirrojo no sabía a dónde mirar, lo que provocó que riera.

—¿Nervioso, Weasley? —pregunté, incándome en el suelo mientras me hacía un moño enmarañado.

—Tantito, pero ahorita se me pasa —respondió, sacando su miembro del boxer.

No pude evitar compararlo de tamaño con el de Snape, y siendo sinceros, había una con mayor tamaño. 4-5 cm de diferencia, tal vez.

Rodee la mano en su miembro, mientras Valery se colocaba al lado de pelirrojo, a quien comenzó a besar. Mi lengua lamió la punta y Fred soltó un gruñido entre el beso.

Tracé un camino por su polla con la lengua, antes de meterla en mi boca y comenzar a bombearla. Fred llevó una de sus manos a mi cabeza y suavemente comenzó a moverse de atrás hacia adelante; su polla entrando y saliendo.
Tuve que tomar aire por un momento, pues su polla había llegado a lo profundo de mi garganta, dándome una arcada.

—Creo que ocupo recuperar el aire un poco —dije a lo que Valery se hincó para continuar el trabajo.

Fred me acercó a él y mientras nuestras bocas se movían en unísono, danzando entre ellas, su mano tocó mi feminidad, y como no necesitaba mojarme más, Fred metió dos dedos en mí. La sensación del beso, más el movimiento de sus dedos me estaban llevando al borde. Gemí en sus labios y poco después Fred me siguió.

Detuvo su mano y soltó un gruñido entre dientes, cuando bajé la mirada, Valery terminaba de tragar el semen de Fred. Se levantó y tomó mi rostro, antes de comenzar a besarme, mis manos viajaron a su trasero y lo apreté antes de levantarla para dejarla sobre el ras de la cama.

Besé su cuello, luego el abdomen, y finalmente llegué a su feminidad, la cual comencé a estimular con besos, lamidas y dedos dentro de ella. Fred se colocó detrás mío, y mientras yo me encargaba de Valery, él metió su polla en mí, hundiendo su hombría y dándome pujes que eran placenteros tanto para mí como para la rubia que gemía mientras se agarraba los pechos.

—Creo... q-que ha sido la m-m-mejor idea —dijo entre gemidos—. Oh mierda, T/n.

Sonreí mientras Valery llegaba al orgasmo.

////////////////////////////////

🫢