La gira por usa había terminado y el equipo disfrutaba de los días libres hasta el inicio de la otra parte del tour. María Victoria había decidido quedarse en PR disfrutando de su familia, la playita y el sol.Ahora volvíamos hasta la casa, habíamos pasado todo el día en un botecito y en el agua. Una vez llegamos fui de inmediato a bañarme mientras Vicky pedía comida.
Cuando salí comencé a hacer mi skincare mientras ahora Vicky se bañaba. Había finalizado hace unos minutos cuando salió Victoria del baño enrollada solo con su toalla rosita, su piel brillaba por la humedad y de su cabello caían gotitas de agua que resfalaban por su piel tatuada.
Me acerqué a ella lentamente mirando sus hombros que ahora se encontraban bronceados, la marquita del bikini marcada en su piel.
-estás quemadita- solté pasando mis manos por aquellas marcas.
-Tu también- soltó riendo suave
Mis manos continuaron bajando por su piel marcada hasta llegar al borde de la toalla, vi como Vicky me miraba confundida, aún que ya se comenzaba a ver un toque de lujuria su mirada.
-Es que me molestaba- susurré con una sonrisa coqueta luego de sacar aquel trozo de tela para luego continuar con mi recorrido, sus pechos estaban erectos por las ansias de lo que pasaría. Me acerqué a uno de ellos para comenzar a dejar besos y lamidas por toda la piel para después concentrarme en el pezon haciéndolo aún más duro.
Levante la vista encontrándome a Victoria contraída en placer, sus ojos se encontraban cerrados concentrándose en lo que le estaba haciendo.
-Mami, vamos pa la cama- susurré cerca de su oído. Ella rápidamente asintió y caminamos hasta allá.
Vi como se recostaba en el centro, para luego subirme yo y acomodarme entre sus piernas. Continué besándola con deseo, mis manos recorrían su cuerpo haciéndola soltar suaves suspiros. Mis besos bajaron por su cuerpo hasta llegar a su cadera donde dejé par de mordiscos para luego volver a bajar hasta llegar a su entrada.
-Me encantas mi amor- hablé mirándola a los ojos, sentía su olor envolverme y volverme loca.
-No me hagas esto- gimió necesitada Vicky cuando comencé a besar sus muslos.
-Que quieres?- susurré a milímetros de su carne.
-Quiero que me comas- soltó con un gemido- Necesito de ti- su voz sonaba necesitada.
-ponte en 4- solté luego de pasar mi lengua por su húmeda entrada.
Vi a Victoria asentir rápido, se movió dejándome verla en aquella posición haciéndola resaltar aún más su gran trasero el cual amase con deseo.
-te ves bien rica así mi amor- dije admirándola, mis manos recorrieron su espalda apretando su piel cuando bajé hasta sus nalgas. Las abri encontrándome con sus agujeros que me esperaban ansiosos.
Pase mi lengua por toda la longitud, lamiendo su humedad que ya comenzaba a resbalar por su piel. Continué probándola sintiendo aquellos gemiditos que salían de su boca.
Me separé unos centímetros para llevar mis manos a sus pliegues, abriéndolos dejándola expuesta. Lamí un par de veces para volver a separarme, introduje ambos dedos índice abriéndola.
Sentía pequeños lloriqueos de Vicky cuando mi lengua recorrió su interior sintiéndo su sabor aún más intenso.
-Mami aguantas dos más?- Pregunte acostándome sobre mi espalda entre sus piernas, volviendo a introducir mis dedos dentro de ella, sin esperar más respuesta agregue ahora mis dedos medios dejándola aún más abierta para mi.
El Fuerte gemido que salió de ella me hizo sonreír, como pude la hice bajar su cadera para que ahora montara mi cara.Metía y sacaba mi lengua lo más rápido que podía, mientras que Victoria se aferraba a mi cabello acercándome más (como si eso fuese posible) a su centro.
Quité mis manos de su carne para tomar su cadera empujándola más a mi rostro.
-No... - habló Vicky entre suspiros levantando su cadera.
-Siéntate en mi cara- pedí desesperada volviendo a tirar de su cadera ahogándome con su piel.
Comencé a comérmela rápido, mi lengua pasaba por toda su carne para volver a introducirse dentro de ella.
La tomé por la cintura cuando ella comenzó a moverse sobre mi, me montaba desesperada mientras sus paredes comenzaban a apretarse. Sabía que su orgasmo estaba cerca, me concentré en lamer y chupar su clitoris para introducir dos dedos dentro de ella.
Victoria balbuceaba cosas inentendible mientras continuaba moviéndose sobre mi, mis dedos encontraron su punto haciéndola gritar cuando llegó a su orgasmo. Su cuerpo temblaba mientras sentía como aquellas sensaciones comenzaban a esfumarse, acariciaba sus muslos mientras trataba de retomar su respiración.
-Estuvo muy rico- soltó moviéndose y quedando acostada sobre mi.
Bese sus labios suavemente, para luego observar su rostro, sus mejillas estaban rositas, un par de lágrimas comenzaban a secarse en estas, sus labios rojos e hinchados por morderlos y sus ojos volvían a tener ese azul tan bonito.
-te comería toda la vida mi amor- solté haciéndonos reír.
Continué acariciando su espalda mientras sus manos pasaban por mi abdomen.
-Mami faltas tú- habló luego de un rato con aquel tono de voz tan seductor que ella tenía.
Comenzó a besarme suave para iniciar otra ronda de placer.