Entré a la habitación encontrándome a Vicky sentada en el sofá frente a la cama, ella estaba tan concentrada escribiendo algo en su celular que no me vio salir del baño con aquella bata rosita con plumas.
-Que es tan importante?- pregunte suave apoyándome en el umbral de la puerta llamando la atención de la chica que me miró sorprendida dejando a un lado su celular.
-Que haces?- pregunto mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.
-Pues quería darte una pequeña sorpresita- respondí mientras caminaba de manera lenta y sensual hasta donde ella estaba.
Comencé a desatar el nudo de la bata para comenzar a bajarla.
Sentía la penetrante mirada de Vicky sobre mi cuerpo mientras quitaba aquel trozo de tela que escondía una lencería también rosita.
-Te ves hermosa- susurró Victoria pasando sus manos por los costados de mi cuerpo. Solté un jadeo cuando tiro de la liga en mi muslo para luego soltarla.
Me acomodé sobre ella dejando mis piernas a cada lado de su cadera para comenzar a besarla lentamente. Sus manos recorrían mi espalda desnuda hasta llegar a mis nalgas las cuales comenzó apretar sensualmente.
-Mi amor... yo quería que usáramos aquel juguetito de la otra vez- hablé suave cerca de su oído dejando algunos besos y lamidas cerca de este mientras hablaba.
-Si bebita lo que tú quieras- habló con un tono tembloroso, sus ojos se encontraban cerrados y su respiración comenzaba a ser cada vez más rápida y fuerte.
Me levanté rápidamente para ir a buscar aquel juguete y lo dejé a un lado cuando volví junto a ella.
Había quitado su ropa quedando solo con su bra y aquel bóxer que apretaba sus piernas.
Volví a mi antigua posición sintiendo su piel quemar la mía. Nuestros labios se unieron como imanes en un beso desesperado u deseoso. Mis manos juguetonas bajaron a su pecho subiendo de a poco su bra deportivo encontrándome con sus pechos suaves.
Las caricias siguieron por un buen rato, hasta que mi mano bajó hasta su zona, podía sentir lo mojada que estaba incluso por arriba de la tela de su ropa interior.
-Será mejor que te los quites mi amor- dije tirando del elástico de estos. Victoria los termino de quitar con sus pies cuando estos bajaron por sus piernas.
-Abre- dije acomodándome para que ella abriera sus piernas bajo mío. Acaricie su hendidura sintiéndola gemir bajito, aquello me hizo introducir dos de mis dedos sacándole ahora un fuerte gemido.
La estimule disfrutando de su carne caliente y mojada hasta sentirla lista para introducir aquella parte del strap.
-dale mami móntame- gimió Vicky tomando de mi cadera para dejarme sobre el otro extremo del juguete.
Baje lentamente sintiendo como me aquel pedazo de platico se hacía camino dentro mío. Me tomé unos segundos cuando estuvo completamente dentro.
Comencé con movimientos lentos adelante y atrás sintiendo la piel caliente de Vicky rozar la mía, sus manos sujetaban mi cadera ayudándome con los movimientos haciéndolos más intensos.
La boca de victoria viajaba desde mi cuello hasta mis pechos, recreando aquel camino varias veces. Cuando se separó tomé sus hombros para cambiar el ritmo.
Victoria miraba con ojos oscuros y hambrientos mis pechos que rebotaban al estar brincando sobre ella a un ritmo rápido y placentero. El sonido de nuestros gemidos y nuestras pieles chocando retumbaban en la habitación.
-me encantan como brincan- susurro Vicky entre suspiros. Aún moviéndome sobre ella me acerqué a besar su cuello y tocar sus pechos duros por la excitación del momento.
Sentía aquel burbujeó cada vez más cerca, por lo que comencé a aumentar el ritmo de las estocadas que chocaban justo en aquel lugar que me erizaba todo el cuerpo. Las manos de victoria apretando y dando golpes a mis nalgas lograban aumentar las sensaciones haciéndome temblar sobre ella cuando aquella bomba explotó en mi interior, aún sujeta de sus hombros gemía suavemente su nombre cuando ella comenzó a moverse suave prolongando mi orgasmo.
Solo bastaron unos segundos para que Victoria ahora me tuviera apoyada en mis manos y rodillas sobre la cama.
-En todas las posiciones te ves deliciosa- soltó junto a una nalgada haciéndome temblar.
Sus manos acariciaban mi espalda bajando hasta mi cadera para luego llegar a mis nalgas las cuales apretaba y acariciaba a su gusto.
-Vicky....- gemí con el rostro aplastado en las almohadas al sentir sus dedos bajar por mis pliegues sintiendo lo húmeda y necesitada que volvía a estar.
-Que quieres mi amor?- preguntó aún con sus dedos cerca de mi carne, podía sentir el roze de sus dedos en mi clitoris que palpitaba ansioso.
-A ti- gemí cuando su dedo entró suavemente por mi cavidad. -Más Victoria- estaba desesperada por sentir más de mi novia.
-desesperadita- dijo para luego penetrarme fuertemente haciéndome soltar un fuerte gemido que me dejó casi sin aire. -Así lo querías?- preguntó saliendo lentamente de mi interior para volver a meterse fuerte.
-Si mami- gemí sintiendo sus movientos-Así- grité cuando volvió a chocar su pelvis con mis nalgas.
Con sus manos apretaba fuertemente mi cadera para comenzar a dar rápidas estocadas haciéndome soltar cada vez más gemidos. Una de sus manos bajó a acariciar mi clitoris, solo bastaron un par de toques para volver a sentir aquellas sensaciones.
-Pero...- me quejé cuando la sentí alejarse- Estaba por..- fui callada al sentir la caliente carne de mi chica chocar con la mía, ambas gemíamos desesperadas por alcanzar el orgasmo.
-Voy a llegar- gimió Vicky moviéndose aún más rápido.
-yo también bebita- gemí entre suspiros, podía sentir como nuestra humedad nos empapaba a ambas creando un delicioso sonido.
Con un par de roses más ambas acabamos gimiendo el nombre de la otra disfrutando de nuestro orgasmos. Victoria se apoyaba en mi espalda con la respiración agitada tratando de calmarse.
-No sabes cómo necesitaba esto- habló suave acomodándose a mi lado.
Ambas agotadas nos dormimos casi de inmediato sintiendo la desnudes de la otra abrazarnos.
