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El día 4 llegó, yo estaba totalmente desvelada. Después de mi encuentro con Karl fue imposible dormir, por alguna extraña razón me sentía bastante triste

—¡Buenos días!.— gritó Jimmy entrando al set —Oficialmente llevan aquí más de la mitad del reto, ¿Cómo se sienten?.—

La mayoría estaba con bastantes ánimos, yo realmente no me quería levantar de la cama

—Quedan 14 de ustedes, pero aún no es suficiente.— se burló —Han estado encerradas, aisladas del mundo exterior, ¿saben que mejoraría su experiencia aquí?.—

Todas estaban atentas a lo que él decía

—El desafío de hoy.— respondió su pregunta —A partir de este momento y durante las siguientes 24 horas ustedes no podrán hablar con nadie, ni entre ustedes ni cuando vengan a dejarles la comida. Mis amigos intentarán hacerlas hablar, pero quien lo haga quedará eliminada.—

Mi mirada se dirigió a Irán, era imposible que ella se mantuviera en silencio y sabía que sin ruido a nuestro al rededor empezaría a enloquecer

—El reto empieza ahora.— avisó —Sin hablar, sin gritar, sin hacer señas ni nada por el estilo.—

El lugar por primera vez en días quedó en un silencio bastante pesado, afortunadamente podría aprovechar algunas horas para dormir y ver si así mejoraba mi ánimo













(.....)

Desperté al escuchar su voz... por fin me levanté de mi cama intentando buscarlo con la mirada, hasta que noté que estaba molestando a otra chica

Una sensación extraña invadió mi estómago así que me acerqué un poco, quizás era un tanto masoquista, pero necesitaba saber hasta que punto me molestaba esta situación

—¿No quieres hablar conmigo?.— preguntó Karl sentado junto a aquella chica —Vamos, puedo hacer que te den dinero y te vas tranquila.—

Me quedé donde podía escuchar su voz, extrañamente me tranquilizaba su tono al hablar

—Jimmy me dijo que tengo que sacar al menos a una.— le hizo un pequeño berrinche —¿Qué te parece si vamos a comer juntos? Solo di que si.—

Intenté mantenerme calmada, observando a Karl mientras hablaba con aquella chica. Me preguntaba si estaba siendo así de insistente con todas o si había una razón especial para enfocarse en ella. Era difícil de descifrarlo.

A pesar del reto de silencio, ver cómo él interactuaba con las demás me afectaba más de lo que quería admitir. Había algo en su manera de actuar que me hacía sentir una mezcla incómoda de celos y curiosidad.

La chica no dijo una palabra, claramente siguiendo las reglas, pero su mirada parecía confundida, como si no supiera qué hacer con la atención de Karl.

Me recargué contra la pared, cerré los ojos por un segundo y dejé que el ambiente del set, lleno de tensión y expectativas, me envolviera. No podía dejar de pensar en nuestro encuentro nocturno, en cómo me había arrepentido de decirle que me evitara... Quizás había sido demasiado impulsiva

Karl se levantó de repente, dejando a la chica en paz, y caminó hacia donde yo estaba. Mi corazón comenzó a latir más rápido. No podía hablar, pero tampoco podía ignorar la manera en que se acercaba.

—No puedo hacer lo que me pediste.— susurró para que solo yo lo escuchara —No puedo si eres tú la que me persigue.—

Se detuvo a un par de pasos de mí, su expresión era ilegible. Después de decir eso, solo me miró por unos segundos que parecieron eternos, luego sonrió, esa sonrisa que parecía siempre saber algo que yo no.

𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍 [Karl Jacobs X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora