eighteen

1.5K 278 82
                                    

A la mañana siguiente de mi salida; desperté muy contenta, me di una ducha y me arreglé. Mi inicio de día sonaba como una canción alegre, era incluso una sensación bastante buena, algo que jamás había sentido en mi vida

Cuando estuve lista bajé a desayunar, como siempre mis papás ya estaban en la cocina preparando la comida, los saludé y me senté en una barra que teníamos ahí

—Ayer te esperamos para cenar, ni siquiera supimos cuando te fuiste.— exclamó mamá mientras ponía frente a mí un plato con un poco de huevo revuelto —Y tu papá me mostró que te enviaron unas flores.—

—Salí con un amigo.— resumí y ambos me miraron atentos 

—Pero la única amiga que tienes es Laisiu.— recordó papá un tanto pensativo

—Y eso es bastante triste.— añadí tomando un poco de mi desayuno con mi tenedor para comerlo —Durante el experimento al que me mandó conocí a alguien, es... amable conmigo.— 

Había hecho una pausa antes de las últimas dos palabras. Mis papás muy en el fondo sabían que su hija era una perdedora y eso me hacía sentir avergonzada. Ellos jamás me tuvieron que presionar con cuestiones escolares porque ahí me destaqué desde muy pequeña, pero no había día donde mi mamá no me insistía en que saliera con más gente

—¿Es un chico?.— cuestionó papá como si por fin estuviera entendiendo lo que estaba pasando —Un momento, ¿cómo se llama, cómo es...?.—

Empezó a hacer los típicos cuestionamientos de un padre celoso, para ellos debía ser extraño pensar en la posibilidad de que de un momento a otro empezara a tener la amistad de un chico

—Déjala en paz.— pidió mamá interrumpiéndolo, yo había dejado de prestarle atención por disfrutar de mi desayuno —Solo avísanos cuando salgas, ayer fuimos a buscarte a tu habitación y te habías ido.— 

—Si, lo siento.— exclamé apenada —Me daba miedo el interrogatorio que me harían.— confesé 

—Aún así de eso no te salvas.— amenazó papá mientras me apuntaba con un poco de pan francés 

Reí y seguimos desayunando. Mamá empezó a decirme que gracias a su trabajo le habían ofrecido asistir a un festival culinario en México y que le daban la oportunidad de llevar a su familia, yo asentí emocionada, amaba viajar con ellos

Pasaron alrededor de 30 minutos hasta que el timbre de la casa sonó

—¡Yo no!.— gritaron mis papás al mismo tiempo y los miré mal 

Desde que tengo memoria siempre hacíamos esto; cuando el timbre sonaba y nadie se quería levantar a abrir teníamos que gritar "yo no", el último en decirlo iría a ver quien era

—Infantiles.— me quejé, no me gustaba perder

Me levanté y caminé hasta la entrada de mi casa, cuando abrí me asombré al ver de quien se trataba, era Nolan

—Hola.— sonrió al verme 

—Hola.— lo saludé de la misma manera —¿Qué haces aquí?.— cuestioné intentando disimular un poco de la emoción que sentía al verlo 

—La última vez que nos vimos no quedaron las cosas claras y por alguna razón me fue más fácil conseguir tu dirección que tu número. La gente de producción no me la puso sencillo.— soltó una pequeña risa, sonaba apenado —Espero no te moleste que viniera sin avisar, si tienes planes o es un mal momento puedo irme y regresar después.— 

—Está bien.— aseguré —Si quieres espérame aquí, voy por mi celular y...—

Estaba por ofrecerle ir a algún otro lado, pero antes de que pudiera hacerlo salió mamá. Al verme hablando con Nolan simplemente sonrió 

𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍 [Karl Jacobs X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora