nineteen

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Había pasado aproximadamente 30 minutos escuchando a Nolan. Al parecer él decía que nosotros nos conocíamos desde que éramos niños, fuimos juntos a la escuela hasta que a los 10 años tuvo que mudarse a otra ciudad y por eso perdimos el contacto. Yo recordaba que si había tenido un amigo que se mudó, pero no recordaba nada de él, ni su nombre ni como era, ni siquiera tenía fotos con él... eso me hizo creerle de inmediato 

—¿Por eso me ayudaste con la primera prueba?.— cuestioné y asintió 

—Cuando vi tu nombre en los registros, se me hizo muy familiar y no pude sacarte de mi cabeza. Llegando a mi casa ese día investigué un poco y descubrí que tú eras la niña que tanto había extrañado en mi niñez.— soltó una ligera risa —No quise decírtelo mientras estabas en el desafío, pensé que ya estabas muy estresada y no quería añadirte más cosas que pensar. Además quería observar la persona en la que te habías convertido, fue interesante verte despreciar la avena, celebrar con tu amiga cada que pasaban una prueba, dar vueltas el set y jugar con una extraña moneda.— 

—¿Y que piensas?.— cuestioné ahora sin poder contenerme, él me miró curioso —Te reencontraste con tu amiga de la infancia y observaste "en quien se había convertido", ¿crees que soy suficiente para llenar las expectativas que tenías?.—  

Soltó una ligera carcajada mientras asentía

—Jamás preguntes si llenas las expectativas de los demás, ese es el peor castigo que te puedes poner.— aconsejó y asentí, tenía razón —Igual contestando a tu pregunta, eres más que lo que pude imaginarme.— 

Sonreí al escuchar lo último. Sabía que no debíamos de depender de las opiniones de los demás, pero jamás era malo escuchar cosas lindas

—Creo que es momento de irme; dije todo lo que quería decir y desayuné algo muy rico. No quiero seguir molestándote.— habló al notar que yo no decía nada 

—No pasa nada, me gusta tener compañía.— avisé —Aunque la próxima vez puedes avisarme y salimos a pasear, siento que es un poco incómodo estar aquí cuando mis papás están en el piso de abajo pensando que entre nosotros pasa algo más.— 

—Entonces puedes darme tu número para avisarte la siguiente vez que quiera verte.—  propuso —Así si tú también quieres volver a verme podemos organizar algo.— 

—Eso estaría bien.— dije bastante feliz 

Reencontrarme con un amigo de la infancia podría ser bueno, así ya no estaría tan sola. Nunca me hubiera imaginado que alguien como Nolan formara parte de mi pasado y quisiera formar parte de mi futuro, era de esas casualidades de la vida que me hacían sentir afortunada


























(.....)

Después de intercambiar números, y de que mamá le empacara unos bocadillos a Nolan, era momento de que él se fuera. Ambos estábamos fuera de mi casa despidiéndonos

—Mamá es una gran chef, te recomiendo comer eso inmediatamente llegando a casa.— sonreí y él asintió 

—Tus papás son geniales, si vuelvo a venir les traeré algunos regalos para agradecer por el buen rato de hoy.— aseguró mientras metía los bocadillos al auto 

—Eso no será necesario.— dije rápidamente 

—No fue pregunta.— se burló 

Tomo mi mano y me miró con una gran sonrisa, era tan cálido que ni siquiera sabía como reaccionar

—Llámame si necesitas cualquier cosa, yo estaré molestándote con todo.— exclamó

—Tú no entiendes que la que estará molestando soy yo.— me burlé también —No estás listo para recibir 40 stickers diarios.— 

Ambos reímos y por fin me soltó. Subió a su auto, me dio un último vistazo y arrancó alejándose de mi casa. Tenía mi mente inmersa en todas las revelaciones de hoy, quizás nada de esto sería malo, pero me daba un tanto de miedo como mi vida empezaba a cambiar por la decisión de ayudarle a Lai con su proyecto final

—Que momento tan emotivo.— escuché su voz, me giré un poco y ahí estaba Karl —¿Así que estarás molestando a Nolan y a mí no puedes responderme ni una llamada?.— 

Por un momento había olvidado que había puesto mi celular en silencio

—Estuve ocupada, lo siento.— exclamé —¿Viniste solo porque no te respondía?.— 

—No, ¿qué te hace pensar que podría preocuparme por ti cuando tú solamente estabas "ocupada"?.— cuestionó con un poco de recelo —¿Qué hacía él aquí?.— 

—¿Por qué debería decírtelo? ambos son mis amigos y son bienvenidos en mi casa.— dije riendo un poco —Y si aún tienes duda, ustedes son amigos también así que puedes preguntárselo a él.— 

Me miró buscando una pisca de debilidad. Afortunadamente para mí, ahora no estaba tan frágil emocionalmente así que no podría ser manipulada ni por él ni por nadie

—Pensé que por nuestra salida de ayer, las cosas serían al menos un poco distintas.— soltó un suspiro —Creí que tuvimos un acercamiento y que también lo habías sentido.— 

—¿Y eso que tiene que ver?.— cuestioné —La pasamos bien ayer, te juro que nunca me había sentido tan bien, así que no entiendo a que viene tu reclamo.—

—No es un reclamo.— discutió

—¿Entonces?.— pregunté 

—No puedo creer que no lo entiendas.— bufó cruzándose de brazos 

—¿Qué debo entender?.— pregunté ahora —Amo las cosas directas, perdemos mucho tiempo con indirectas absurdas.— 

Karl solo me miró mal. Quería que viera que me importara todo lo que tuviera que decir para que así no volviera a tener sus cambios de humor. Sabía que ayer habíamos aclarado que esos cambios los había provocado "la mala imagen" que tenía de mí, pero aún así debía asegurarme al menos por estos días que las cosas estarían bien

—Estoy aprendiendo a decir lo que siento, pero esto es muy complicado.— contó —Dame tiempo y seré directo contigo.— 

Él solía ser muy reservado conmigo, por alguna razón me causaba desilusión su irritabilidad frecuente, pero estaba dispuesta a ser paciente por él

𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍 [Karl Jacobs X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora