𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍 [Karl Jacobs X Tú]

twenty-nine

El trayecto aún seguía, igual era bueno que en este momento estuviéramos en el auto. Así ninguno tendría a donde correr, ambos no nos atrevimos a decir nada hasta que el semáforo se puso en rojo, ahí ambos nos miramos 

—¿Y bien?.— me atreví a preguntar sin saber cómo más iniciar con esta conversación 

—Ambos nos dijimos que sentíamos algo por el otro, hemos tenido altas y bajas en este tiempo, pero me interesaría empezar algo bien contigo.— soltó con una sonrisa nerviosa —Jamás me había declarado antes, es raro incluso pensar en esa pregunta.— 

—¿Cuál pregunta?.— cuestioné ignorando lo primero, realmente no sabía como reaccionar

—Ya sabes, la pregunta.— empezó a reír —¿Quieres...—

Los claxons de los autos de atrás interrumpieron ese breve momento así que su vista regresó al camino. No sabía cuanto faltaría para llegar a nuestro destino, ni sabía con claridad a donde estábamos yendo, pero mi corazón no paraba de latir rápidamente, sentía que en cualquier momento estallaría 

—¿No puedes hablar cuando manejas o porque te callas tan de repente?.— me burlé escuchando que volvió a soltar una pequeña risa —Karl, es la primera vez que alguien me quiere hacer "la pregunta" así que debes saber que me estoy poniendo tensa.— 

—Solo espera un poco.— pidió sin darme razones —Sabes que lo haré, pero antes quiero que platiquemos de otras cosas.— 

—¿Qué cosas?.— pregunté intrigada

Él mantenía su vista en el camino mientras yo solo lo admiraba. No sabía en que preciso momento había caído en los terribles encantos de este chico, pero ahora no podía dejar de mirarlo. La gente solía hablar de "los primeros amores", pero jamás le hacían justicia, sentirse enamorados por primera vez era una sensación tan irreal e irracional que no se podía describir bien, solo estar junto a la persona que te gusta o verlo hacer prácticamente nada era de las cosas más pacificas 

—Una vez me dijiste que te gustaba minecraft ¿no?.— recordó 

—No puedo creer que recordaras eso.— sonreí —La gente que conocí durante bastantes años solían olvidar mis gustos.— 

—Yo creo que no podría olvidar nada de lo que me contaste.— indicó —Recuerdo desde tu amor por el minecraft hasta por tu odio por la avena.— 

—Basta de avena.— pedí, él sonrió burlón —¿Por qué me preguntaste lo del minecraft?.— 

—Podemos tener un mundo juntos, creo que también te dije que me gusta ese juego.— ofreció —Es divertido jugarlo con amigos, jamás intenté jugar con alguien que me gustara.— 

Muchas veces me habían aparecido tiktoks de chicas a las que sus novios les diseñan mundos en minecraft para que ellas solo les pongan flores y más cosas de decoración. Yo solía pensar que eso le quitaba la emoción al juego, si dejaban que solo ellos se enfrentaran a los moods mientras ellas recogían flores ¿qué sentido tenía?... Ahora me daba cuenta que solo estaba siendo envidiosa, claramente que tener un mundo con él me parecía la mejor idea del universo

—Me parece buena idea, así te enseñaré lo buena constructora que soy.— presumí —No suelo usar el modo creativo así que espero sepas que nos tocará explorar para conseguir los recursos.— 

Él asintió. Pasaron pocos segundos hasta que estacionó el auto, yo no entendí porque estábamos en medio de la nada, él bajo del auto así que imité su acto. Prácticamente estábamos a un lado de la carretera bajo un pino bastante grande

—Es como una película de terror.— bromeé —Me dices cosas bonitas para seducirme y me traes a la mitad de la nada para matarme.— 

—Deberías salir más y dejar de ver tantas películas con tus padres.— se quejó entre risas 

Tomó mis manos, yo solamente lo miraba confundida, pero a la vez bastante divertida por la situación

—______, como te lo dije es la primera vez que hago esto, pero sé que si quería pedírtelo debía hacerlo mirándote a los ojos.— habló tomándome por sorpresa —Pienso que los ojos son la ventana al alma así que si me ves sabrás que no te miento al decirte que te quiero, como no esperaba poder querer a alguien que acabo de conocer hace relativamente poco. Sé que fui un estúpido, pero ahora soy totalmente honesto contigo y con mis pensamientos; El día que salimos a cenar recuerdo estar vagando bajo la luz de la luna después de dejarte en tu auto, no podía evitar sonreír y pensar que donde quiera que vayas te tropezarás con mis pensamientos, es incluso loco poder saber que ya no puedo ni quiero ocultar mis pensamientos dulces porque el rincón que había cerrado en mi corazón ahora está abierto para ti y...— 

Estaba hablando demasiado rápido, sonreí con ternura al ver que realmente se notaba que no había preparado nada de esto, pero que estaba intentando formular un buen discurso. No debía olvidar lo mucho que había enfatizado ser incapaz de demostrar bien sus emociones, eso hizo que su intento fuera aún más dulce 

Soltó un gran suspiro, yo acaricié su mano con mi pulgar para darle a entender que podía relajarse, amaba notar que estaba dando su mayor esfuerzo, pero no quería que se sobre exigiera 

—Creceremos juntos de ahora en adelante, mi único temor será no poder llenar el espacio que sé que me darás en tu vida. ______, te prometo que donde quiera que estés y sin importar el tiempo, mi corazón solo latirá por ti.— completó mirándome con una sonrisita que temblaba un poco —¿Quieres no solamente ser mi novia, quieres simplemente serlo todo?.— 

Esa no era la pregunta tradicional, igual era más especial que cualquier otra. No le respondí con palabras, simplemente me acerqué a él para dejar un pequeño beso en sus labios como una confirmación

Desde que era pequeña pensé que las estrellas brillaban de una forma muy especial, con el paso del tiempo me conformé pensando que ninguna jamás brillaría para mí... era irónico pensar que ahora tenía un par de estrellas que brillaban dentro de los ojos de Karl y ese brillo empezaría a iluminar toda mi vida