Capítulo 7

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Effie y Marsali están buscando una salida desesperadamente para sobrevivir, ¿Encontrarán la solución de la mano del guerrero Alec? Algo me dice que no será tan fácil 🙊

¡Disfrutad de la lectura!

Las hermanas caminaban en la oscuridad de la noche rumbo al campamento. Habían salido de manera tan apresurada que ni siquiera habían tomado un chal que las protegiera de la humedad, sin embargo, sus pasos eran tan veloces que sentían calor en sus desesperados cuerpos. Guiadas por la luz de la luna, no tardaron demasiado en atravesar el pequeño bosque y vislumbrar pronto las hogueras que iluminaban y caldeaban el campamento. Se acercaron y los murmullos masculinos se escucharon con mayor claridad.

-¡Deteneos! -les ordenó una sombra amenazadora, que había salido de la nada, cuando estuvieron en las inmediaciones.

-Buenas noches, buen hombre. -acertó a decir Effie una vez repuesta del susto inicial causado por el corpulento guerrero. -Por favor, baje el arma, no somos ninguna amenaza. -le aseguró mientras protegía a Marsali tras su espalda.

-Eso lo decidiré yo. -respondió autoritario mientras escrutaba a las jóvenes. - Si vuestra intención era haceros unas monedas, no obtendréis lo que buscáis. El capitán nos ha prohibido cualquier distracción esta noche y, por desgracia, eso incluye follar con una ramera. -dijo con fastidio. -No importa lo preciosas que seáis, rubitas, no me ganaré un castigo por un coño más que usado. -Effie se tensó ante sus palabras y Marsali dio un respingo a su espalda, recordando cuando Owen la comparó con una ramera.

-Somos mujeres decentes, tan solo querría hablar con un guerrero...-lo intentó Effie, pero la punta de la espada frente ella la hizo callar.

-¡Largaos de una maldita vez! -ambas retrocedieron unos pasos asustadas.

-Está bien, nos marchamos. -contestó sumisa.

Las hermanas se dieron la vuelta para regresar por donde habían venido, pero Effie sabía que regresar a la granja con las manos vacías sentenciaría la vida de Marsali y la suya propia. Se armó de valor y tomó aire, echó una ojeada atrás, percatándose de que el guardia estaba distraído. Decidió actuar sin pensar o se acobardaría y no sería capaz de realizar aquella temeraria acción. Corrió hacia el campamento que se encontraba a escasos metros.

Marsali notó la ausencia de su hermana a su espalda, se giró y la miró horrorizada comprendiendo lo que iba a hacer. Effie corría como un potro desbocado hacía el campamento y el guardia parecía no darse cuenta, pero Marsali aventuraba que aquello no duraría mucho. El miedo a que pudiera pasarle algo la dejó inmóvil observando la escena.

Effie corría, distinguía a algunos hombres en pequeños grupos, pero no alcanzaba a distinguir al guerrero que precisaba encontrar. No disponía de mucho tiempo y en cuanto ellos la vieran seguramente la tratarían como el guardia, quizá peor. Debía hacer algo para encontrarlo a la mayor brevedad posible.

-¡Alec Murray! -gritó con todas sus fuerzas. -¡Alec Murray! ¡Alec Murray! -repitió incansable ganándose un par de miradas por parte de los guerreros. Continuó así hasta que la apresaron.

-¡Maldita seas, me traerás problemas! -le espetó el guardia mientras le tapaba la boca con su tosca palma y la llevaba de vuelta a la oscuridad del bosque.

Effie se resistió, pataleó y lo golpeó mas no consiguió nada. El guerrero la tiró al suelo con intención.

-¡Effie! -corrió hacia su hermana y se arrodillo para ayudarla a sentarse ya que había quedado algo aturdida por el golpe.

-Sois hermosas, pero también una verdadera molestia. -envainó su espada. -Tal vez, comprendáis que no podéis estar aquí tras un par de azotes. -se acercó con lentitud mientras se crujía los nudillos.

Promesa Salvaje | Saga Salvaje VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora