Altamar

11- Odio

"No sé qué detesto más, si tu arrogancia o el hecho de que no puedo dejar de pensar en ti."

Percy

Sentí su mano sobre mi nuca apretando ligeramente, sus labios jugando con la distancia, cada vez más cerca, tentándome a romper la distancia. 

Me levanté de golpe sintiendo como mi corazón se agitaba, la puerta fue tocada con fuerza. 

—Percy, vamos tarde al desayuno —gritó Bianca. 

—Voy —respondí, corrí a la puerta y le abrí. Caminé a mi ducha para bañarme en minutos y cambiarme, escuché a Bianca decir lo mucho que se divirtió anoche, lo feliz que está ahora, que fue honesta conmigo.  

—Me alegra que la hayas pasado bien —dije saliendo del baño, ella me sonrió. 

—Por cierto, lamento meterte en el armario con Nico, es que es tan necio —exclamó y el recuerdo de lo de anoche y mi sueño me invadieron.

—No fue nada —dije rápidamente y le indiqué que salgamos. 

Llegamos a un restaurante sobre el mar, era fresco y tan hermoso que podía llenarse de gente sobre todo en las mañanas. Le abrí paso a Bianca hasta la mesa en la terraza. 

—Hola par de tórtolos —molestó Luke.  

—Calla —exclamé y me agaché para susurrarle—. No olvido aún que mi prometida te beso. 

Bromeé, pero Luke abrió los ojos y me miró apenado, si algo sabía de él es que jamás se metería con las parejas del otro así que sabía que Bianca y yo nada que ver. 

—Percy, si tu sientes algo —empezó, pero reí dándole una palmada en la espalda. 

—Tranquilo amigo, no te tiraré por la borda —dije.

—No pienso atravesar esa masa de gente para comer —exclamó Bianca mirando el buffet lleno de gente. 

—Dame, iré por tu comida —dije y extendió su plato, Jason me siguió.  

—Bianca habló contigo supongo, porque estás muchísimo más relajado y feliz —dijo y me puse nervioso. 

—Sí, exacto —corté y empecé a servir la comida. 

Me puse alerta cuando Nico llegó con una mala cara y comenzó a servir su comida, parecía no haber dormido bien. 

—¿Qué pasó Nico? ¿Tienes resaca? —cuestionó Jason dándole un empujón amistoso. Gracias a eso, Nico rozó conmigo, ambos nos miramos, pero su mirada estaba vacía, como si nada hubiera pasado…

Bueno para empezar ¿Qué había pasado? ¿Fue el alcohol? ¿El enojo? ¿Íbamos a besarnos o yo estaba dramatizada todo? 

—Solo no logré dormir, calmate nube brillante —exclamó y Jason rió.

—De acuerdo, entiendo.

—Compermiso —dijo Nico estirándose para tomar la ensalada frente a mí, su cuerpo rozando el mío con inocencia, pase saliva con fuerza y me alejé.

Terminé de servir la comida y regresé al lado de Bianca, ella platicaba con Frank y Hazel sobre un supuesto beso, que igual me perdí ayer. 

—Gracias, corazón —dijo Bianca con cariño, y siguió su plática, intenté fingir que estaba siguiéndola, pero mi cuerpo estaba lleno de una corriente eléctrica muy molesta. 

—Percy —mis pensamientos se fueron cuando escuché la tan temida voz de Kelly, se sentó a mi lado y tomó mi brazo—. Querido, quería mostrarte el nuevo restaurante que abrimos, es todo lo que tú alguna vez diseñaste.