Los Sombrero de Paja se habían detenido en una pequeña isla deshabitada para reabastecerse de emergencia, una tarea que normalmente solo llevaría un par de horas, pero que ahora iba a durar siete. Sanji juró que solo Zoro podía tomar una tarea tan simple como recolectar comida y exagerarla tanto que se convirtiera en una ciencia exacta. ¿Por qué el estúpido de Marimo siempre tenía que perderse en cada isla en la que desembarcaban?
Sanji había estado buscando al espadachín desde que se dio cuenta de que el hombre había desaparecido. Sabía que si no conseguía una ventaja en la búsqueda de Zoro, la tripulación nunca podría irse antes del anochecer. Había estado caminando sin rumbo por la enorme jungla toda la tarde, forjando un camino en el espeso follaje y el calor comenzaba a afectarlo. Había dejado la chaqueta y la corbata en el barco, pero la humedad de la isla aún hacía que su ropa estuviera caliente y pegajosa y un poco demasiado incómoda. Se arremangó y deseó haberse puesto un par de pantalones cortos en lugar de los sofocantes pantalones de vestir que en ese momento le rozaban los muslos mientras caminaba.
Sanji había pasado por varios árboles frondosos que daban frutas exóticas como nunca antes había visto. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios mientras pensaba en nuevos platos interesantes que definitivamente podría preparar con uno de esos. La sonrisa se torció en una mueca de desprecio cuando se dio cuenta de que no podía detenerse a recoger nada hasta que encontrara al marimo. Todavía no había encontrado una sola señal del espadachín, pero sabía que cuando encontrara al hombre lo mataría. Lo asesinaría a sangre fría en el acto. Estaba seguro de que podría inventar alguna excusa para Luffy.
A cada paso que daba, Sanji maldecía el nombre de Zoro. Cuando se quedaba sin palabras, inventaba más, cosas que harían sonrojar hasta al marinero más empedernido. Decir que Sanji estaba cabreado sería el eufemismo más grande del siglo. Todo lo que necesitaban era un poco de comida extra, lo suficiente para que la tripulación aguantara hasta llegar al siguiente puerto, pero luego Zoro tuvo que convertirlo en un gigantesco juego de las escondidas. Sanji estaba empezando a pensar que todo esto de perderse era solo una actuación, un gran y elaborado plan para enfurecerlo, pero luego se quitó ese pensamiento de la cabeza.
-Debo estar sufriendo un golpe de calor si creo que el idiota es lo suficientemente inteligente como para armar un plan como ese -murmuró Sanji.
De repente, se escuchó un fuerte crujido de hojas a su derecha y se detuvo, con el cuerpo tenso, listo para pelear mientras enfocaba sus ojos en el lugar de donde había creído que provenía el ruido. Esperó, escuchando atentamente, esperando oírlo de nuevo. El sonido del follaje sacudido se hizo más fuerte y junto con él se escuchó un murmullo familiar de "Sé que he visto ese árbol antes..."
Zoro se abrió paso entre los espesos arbustos hasta el pequeño sendero que había estado haciendo Sanji y arrojó una especie de núcleo al suelo antes de limpiarse la boca con el dorso de la muñeca. Miró a su alrededor, buscando un punto de referencia familiar que lo guiara de regreso al barco.
-Oye, imbécil. -La cabeza de Zoro se giró en la dirección de donde provenía la voz. Se encontró cara a cara con un cocinero muy irritado, con la cara roja de ira y calor. Zoro le sonrió.
"Oye, cocinero de mierda, ¿perdiste?"
Sanji soltó un grito de rabia. La suela de su zapato impactó con fuerza en la cara de Zoro y el hombre salió volando hacia atrás por la fuerza, chocando contra un gran árbol. Se deslizó por el tronco y miró fijamente a Sanji, cuyo rostro se estaba volviendo de un color carmesí oscuro. Zoro no era médico, pero estaba prácticamente seguro de que si Sanji se enojaba más, su cabeza podría explotar.
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Un Gran Papá (Sanzo) ✨
Hayran KurguPor culpa de una fruta del diablo desconocida tanto Sanji como Zoro serán bendecido con un pequeño regalo. Cómo tomarán la noticia él espadachín de su embarazo sorpresa del niño o niña que vendra a este mundo. Pareja ✨ Su...