Giyuu es un chico nuevo en la preparatoria, conocerá a diferentes personas que le haran ver el mundo con nuevos ojos, y ahí conoce al joven pintor que colorea sus sueños.
• Omegaverse
• +18
• AU preparatoria/secundaria
"Vuelvo nuevamente, estoy en un cambio constante y no me he mantenido firme durante años. No me he encariñado con nadie que estuviera alrededor mío y no es que muchos se me acercaran."
"No siento miedo por lo que pasará ahora, solamente me hace falta este y el siguiente año para irme y acentarme en un solo lugar. Bajas son las esperanzas de conocer a alguien que me haga quedarme, desearía hacer amigos, pero es contraproducente a mi idea de libertad y lo sé, es por ello que soy distante."
"Esta ciudad se ve igual de lúgubre que la anterior, ¿o es que estamos en invierno? Que más da. Poca sorpresa ya tengo de aquellas ferias que van y vienen en promesas de risa para los niños, aquellos que veo correr por las calles."
"El carro se ha detenido y la casa de colores pasteles no hace más que darme repulsión."
— Esta será la última vez que nos mudaremos, lo prometo, ¿está bien...? — Dijo mi madre, siempre nos hemos mudado al rededor de mi vida, las oportunidades de trabajo llegan y se van, y mi padre no desaprovecha ninguna, algunas veces siento que no es muy necesario."
"No deseo ser llamado desagradecido, pues mis quejas pueden ser percibidas de esa manera, es solo ese hecho un factor de mi solitaria existencia. Tampoco justifico mi soledad, porque la gente interesada en mi es rechazada pues no me siento merecedor de su existencia"
"Si es que de algún modo he de quedarme un buen tiempo aquí, desearía pasar desapercibido, terminar mi preparatoria ya y sentarme en una sola ciudad y empezar una nueva vida en mi universidad. Ese sería una buena vida para mí."
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"Un primer día de escuela es emocionante, claramente para un niño pequeño que recién ve el mundo nuevo. Pero yo solo deseo pasar nuevamente siendo invisible para el resto, por eso solo entro en silencio hasta que una mano es apoyada en mi hombro."
— Giyuu! Hace mucho tiempo que no te veía. — Era Sabito... hace tiempo que lo conocí.
"En algún tiempo en una ciudad por otro distrito me encontré con él, Tsukaku me dejaba con su abuelo para poder cuidarme durante las tardes y me recogía de noche. Me pregunto cuando le pagaba ella, debía ser mucho como para tener a un desconocido en su casa."
— Umh... — Asintió sin emoción alguna por el raro encuentro, no se preguntaría el porqué de que él chico estuviera ahí, no le interesa mucho.
— ¡Ay! ¡Igual a como te recordaba! — Dijo este, con una gran sonrisa en sus labios. — Sigues siendo un alfa muy distante... ¿acaso es un truco para atraer chicas? — Bromeó, apoyando su brazo por los hombros del pelinegro mientras lo acompañaba hasta dentro de la escuela.
Hubo muchas miradas dirigidas hacia ellos, por lo que el plan de pasar desapercibido se le arruinó completamente a Giyuu. El de ojos morados pasó saludando y presentando al alfa con sus otros amigos, reteniendolo junto a él.
Caminaban sin rumbo, por los largos pasillos mientras Sabito le mostraba todos los lugares, incluso había mencionado que tenía buen cuerpo para unirse al equipo de natación o fútbol americano, se negó, pero al otro no le importó.
Nunca ha estado interesado en los deportes, aunque por genética tenía un buen físico, ya saben, cosas de alfa. Deseaba separarse de él y no sabía como, hasta que la sirena sonó, e ingenuamente creyó que de libraría del beta.
— Tengo que retirarme a mi clase Sabito, lo lamento... — Se excusó y se retiraba lentamente...
— Uh claro! ¿De qué clase eres? — Preguntó y Tomioka cayó en una extraña realidad en la que hay grandes probabilidades en las que el chico de cabello color salmón estuviera en su misma clase.
— Soy del undécimo grado A, aunque debería irme ya, no desearía ir tarde... — Y su miedo se hizo realidad y Sabito volvió a sonreír, exclamando que también pertenecía a dicha clase.