Ellos odian al grupito de tres

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No fue hasta que llegaron que Tomioka se arrepentía completamente de existir, pues venir acompañado de Sabito significó que automáticamente, piensa él, los amigos del chico se le acercarán con total confianza.

Saludandolo con amabilidad mientras lo instaban a sentarse con ellos, presentándose con total libertad.

— Debes ser Giyuu, no? Sabito nos comentó de ti. — Se acercó un chico de pelo blanco, o gris, muy extravagante a su parecer. Pero dejó de lado eso para preguntarse el como siquiera conocían a su persona

Miró confundido al pelirosa y este solo le sonrió mientras le mostraba su celular con chats abiertos.

"Ah... les estuvo diciendo mientras caminábamos... ¿cómo no me di cuenta?"
Pensó él, ignorando la presentación del otro.

— ¡Oye! No te atrevas a ignorarme, mi hermosa presencia no se desperdiciada contra alguien que no me hace caso. — Dijo el beta — Esta gente de pueblo... —  murmuró de manera repentina, dejando desconcertado a Tomioka.

Pero como imán fuese un joven de cabellos rubios y mechones rojos posó un brazo sobre él, sonriendo a gran medida.
— Uzui no deberías decir esos comentarios... nis siquiera te terminaste de presentar. — Le habló y luego se dirigió hacia el pelinegro
— Soy Rengoku Kyojuro, me alegra conocerte, Sabito nos dijo que tenías un porte expectacular y nosotros estábamos buscando a alguien para nuestro equipo. —

"¿Incluso les dijo eso? Dios mío, no se le escapa nada..."

— Ah yo no... — Interrumpido, nuevamente, esta gente que no lo deja ni hablar.

— Entonces ¿qué posición se te da mejor? Ser centro, receptor abierto, mariscal de campo, aunque estarías en una lucha continua conmigo, no podrías quitarme ese papel fácilmente... — Alardeó el de cabello blanco

¿Inscribirse al equipo?, ni siquiera estaba interesado en alistarse a un club. Pero obvio era ya que lo iban a obligar.
Entonces otras personas vinieron presentándose, algunos también agregando los clubes en el que se encontraban. Todo eso hasta que el profesor llegó, alguien demasiado viejo y un poco desalineado...

Sentando estaba él en una mesa en el gran comedor, la gente a sus espaldas murmuraba de aquel chico nuevo ya integrado en el grupo de los populares, así lo llama él

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Sentando estaba él en una mesa en el gran comedor, la gente a sus espaldas murmuraba de aquel chico nuevo ya integrado en el grupo de los populares, así lo llama él.

— Mira, todo esto es simple. Te enseñaremos cómo funciona lo social aquí. — Dijo Tengen, mostrando con su manos a todas las personas que se encontraban en el lugar haciendo diferentes cosas.

— Ves a esas chicas de por allá? Son las porristas, nos ayudan con las ganancias del equipo. — Habló Rengoku — La chica que tiene el pelo rosado y verde es una de las más hermosas, es la capitana, aunque es una alfa o si no me gustaría salir con ella... — Dijo un poco desanimado, interrumpido por Sabito

— Luego esta Ume, ella es una Omega, pero no intentes salir con ella, su hermano está en el club de natación y tiene la suficiente fuerza para mandarte a volar de un golpe — Señaló al hombre, quien estaba en otra mesa, sentado con otros chicos.

— Una vez golpeó a un chico hasta que lo dejó en el hospital — Tiró el dato Uzui.

"¿No hay seguridad en esta escuela?" Pensó Tomioka, comiendo su onigiri, fingiendo un interés en lo que le decían

El de cabello rubio tomó la cabeza del pelinegro, girandola hasta que le dolía el cuello Luego tenemos al club de lectura, no es muy sobresaliente, pero si notas ahí está uno de los chicos más altos de toda la preparatoria, Himejima Gyomei al igual que Yoriichi. Los dos son amigos cercanos, demasiado fuertes. —

— ¿Porque entonces no lo meten al equipo? — Preguntó y los otros chicos rieron en burla y luego miraron pensativos hacia la mesa de los chicos.

— El pelirrojo ese está en más de tres clubes, y Gyomei es ciego. Pero sus hermanos mayores fueron quienes llevaron esta preparatoria a las nacionales. — Eso si era sorpresivo para él.

Siguieron presentándonos a cada uno de los más fuertes, mencionando también a una chica que le llamó la atención, era alguien del club de ciencias, una chica de puntas moradas que tenía una sonrisa atrayente.

También tenía una hermana que estaba en un curso mayor, pero esta pertenecía al club de artes.

Conforme pasaban los minutos notó como evitaban siempre mencionar a unos chicos apartados en una mesa lejana.
— ¿Ellos quiénes son? — Cuando preguntó, los demás dieron un largo suspiro y miraron con enojo y resentimiento a los chicos.

— Ese grupito de tres, son lo peor que existió, están desde la secundaria en este instituto. — Se quejó Sabito, comiendo con amargura.

— Primero esta Masachika, es un omega muy amable y todo lo que quieras, pero enserio esta mal de la cabeza... intentó salir con un chico Omega de un año anterior a él, dios mío... — Él no entendía que había de malo en eso, supone por los géneros secundarios, es mal visto que otros de su mismo género salgan, es raro, pero para él no le interesa mucho lo que hagan con su vida.

— Luego está Iguro... — El rubio lo miró un poco resentido, aunque con ojos más tristes que allá visto antes representados en una mirada tan viva como la del chico. Le recordaba a su hermana.

Uzui miró a su amigo y solo lo hizo callar y continuó él — Es un Omega demasiado idiota, es un celoso de primera, sale con Mitsuri, ¡Con Mitsuri! Ni siquiera sé cómo pudo enamorarse de ese chico...

Siguieron hablando de la poca relación que había entre los dos, pero Tomioka solo staba interesado con el otro chico al que habían ignorado por completo al mostrar.

Pudo notarlo y distinguirlo, demasiadas cicatrices en sus brazos y ojos morados, de un cabello similar al de Tengen. Sabito notó su mirada perdida y siguió dialogando sobre aquel grupo.

— Él es Sanemi Shinazugawa, es un idiota por donde lo veas. — Explicó, con gran molestia en sus ojos y siguiendo conversando con sus amigos.

Pero Tomioka no podía dejar de mirar al chico, algo en él deseaba acercársele, de alguna manera deseaba su cercanía.

— ¿De qué club hablas mencionado que era? — Preguntó rápidamente, un poco emocionado

— Umh, no lo mencioné... — expresó con confusión, recibiendo una mirada fría del pelinegro — Bueno, es del club de artes.

"Creo que me inscribiré a un club..."

El Chico de ArtesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora