🌕.8.🌕

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Martes por la mañana. Seon ya confía lo suficiente en mi como para tomarse algunos días de descanso a la semana y dejarme al cargo de la jardinería. Aún para los arreglos no le comprobé del todo mi valía, así que siempre me pide que espere al día siguiente y lo arreglaremos juntos.

La señorita Nari está en la escuela, el señor Lee marchó a un casting según oí y el señor Park regresó una hora después de dejar a la niña en el colegio.

He terminado de limpiar la fuente de jardín delantero y he vuelto a dejar los peces en su lugar. Los he alimentado y ahora miro mi trabajo a cierta distancia.

Mis ojos entrecerrados tardan en acostumbrarse al deslumbramiento del sol matutino al mirar hacia arriba, así que cuando logro enfocar bien la parte superior de la fuente a la que aún no le prendí los chorros veo una figura en el enorme balcón delantero de la casa en la primera planta.

Park Jimin.

Estaba apoyado en el alféizar, pero se incorpora y desaparece en el interior de la casa en pocos segundos. Me saco los guantes pestilentes de porquería de fuente y comida de pescado y camino de vuelta al cobertizo, no sin antes encender los chorros de nuevo a presión baja.

Taehyung habla por teléfono apoyado en la mesa de forja y al no ver a Namjoon se que probablemente se encuentra en la sala en la que los guardaespaldas vigilan las cámaras exteriores y esperan alguna orden.

Pongo lo guantes en la pila con desinfectante y abro el grifo. No me hace falta olerme para saber que apesto, incluso mi camiseta está mojada de haber estado limpiando la fuente y moviendo los peces de lugar. Miro a mi alrededor en busca de otra ropa que poder usar, pero solo veo el uniforme de Seon y es evidente que me quedará pequeño.

Cierro el grifo de la pila y salgo del cobertizo, quizá Dani puede decirme si hay alguna ropa que pueda intercambiarme para no seguir usando esta o ponerme mi ropa para trabajar. Camino hasta los escalones y las cristaleras de la zona trasera, me pongo a buscar a través del cristal si veo a alguien, no quiero entrar con las botas todas sucias al interior.

— ¿Necesitas algo?

Me giro y veo al omega rubio aparecer desde un lateral de la casa, miro de nuevo hacia dentro y vuelvo mi vista a él. Tan hermoso y limpio como siempre.

— Buscaba a Dani. Limpiando la fuente me he mojado y ensuciado la ropa de trabajo y quería preguntar si habría otra cosa que pudiera usar.

Él deja de mirarme y se centra en los rosales, tiene un perfil muy bonito, tan delicado como lo son sus manos al rozar las flores.

— Dani está limpiando los baños del piso superior.

—Mmm... De acuerdo, ¿tal vez Seokjin pueda decirme?

No quería mandarlo a preguntar a otros empleados por mi, pero tampoco quería entrar en la casa estando sucio. Park Jimin eligió una rosa de color rosa pálido y cuidadosamente la arrancó.

— No creo que sea buena idea que uses para el exterior un uniforme de cocina.

— Ya. Vale, está bien, me quedaré así por hoy.

Di un paso atrás, dispuesto a disculparme y marcharme a buscar qué otra cosa debía hacer, cuando él me volvió a hablar.

— Los dos jardines se ven bien, ¿tienes mucho más que hacer?

Me asustó aquella pregunta, porque si decía que no tal vez pensara que mi trabajo allí realmente no era necesario y la verdad es que no quería perderlo. Era un trabajo tranquilo, que se me daba bien y me permitía compartir alojamiento con personas agradables.

— Siempre hay cosas que hacer, señor Park.

Él dejó de mirar la flor que había escogido y me miró directamente a los ojos, me quedé quieto donde estaba, a esperas de lo que tuviera que decirme. Sus ojos viajaron por todo mi cuerpo unos segundos y luego volvió la cabeza hacia otro lado, al frondoso jardín trasero.

Taehyung ya no estaba donde la mesa y sillas de forja.

— Dongwook no regresará hasta tarde. Si quieres puedes aprovechar y transformarte.

Mi lobo se removió contento en mi interior, yo me quedé pasmado y sin saber qué decir. No es que la vez que me lo ofreció pensara que solo lo decía por decir, pero tampoco creía que fuese a dárseme la oportunidad realmente.

— Sé que no es comparable a las montañas y que no puedes pasarte del perímetro más cercano a la casa por las cámaras,  aunque Dongwook nunca las mira, pero a tu lobo lo vendrá bien.

Mi piel se erizó por la idea de poder corretear a cuatro patas un poco, mi beta lo estaba deseando, pero me preocupaba qué podrían pensar los demás empleados si me veían, no había hablado aún con ellos sobre el tema de transformarnos.

Miré hacia el interior de la casa, pero de nuevo vi el salón solitario desde las cristaleras. Noté como el omega daba un par de pasos más cerca de donde yo estaba, pero sin llegar a acercarse mucho.

— Tu lobo te lo agradecerá y así tu ropa podrá al menos secarse al sol.

Lo miré de vuelta, creo que mis ganas debían reflejarse en mi cara, porque una pequeña sonrisa apareció en su rostro y mirando de nuevo hacia los árboles hizo un gesto con la cabeza.

— Venga ve, si necesitamos tu presencia de nuevo o te demoras yo mismo iré a buscarte.

Quise salir corriendo entonces, sonreí en grande y casi di un pequeño salto de la emoción. Me desanuďé las mangas del mono de trabajo de la cintura.

— Muchas gracias, prometo no tardar.

Él hizo un gesto con la mano que no sostenía la rosa como de apremiarme y entonces troté hacia los árboles, me saqué las botas y las dejé a un lado del segundo árbol más cercano a la mesa para café, un enorme sauce, tras el que me resguardé para sacarme la ropa y dejarla colgada.

Me transformé rápido, a mi piel no le dio ni tiempo de acostumbrarse al cambio repentino, por lo que en forma lobuna me sacudí al caer sobre las cuatro patas. Mi vista cambió y los sentidos animales aumentaron, mi lobo estaba tan feliz.

Salí corriendo hacia el interior, no podía dejar un control superior al animal, pues no estábamos en las montañas y quizá él podía nublarme ligeramente la razón logrando que nos saliéramos del perímetro permitido.

Troté cerca del lago pequeño, la tierra húmeda bajo las pezuñas era una gozada. Olfateé aquí y allá, grabando en mi memoria animal nuevos olores que ahora formaban parte de mi nueva vida. Aromas a omegas y alfas que estaban en su forma humana, a tierra nueva, corteza de árbol, goma, flores, gasolina, madera, comida...

Decidí no salir de la espesura de los árboles, pero me paseé por el límite,  logrando vislumbrar con visión lobuna la gran casa a través de los troncos de los árboles y las hojas de los arbustos.

Park Jimin estaba sentado en los escalones traseros de la casa, un codo apoyado sobre su rodilla y la cara descansando en la mano, sus ojos puestos en la rosa que hacía girar entre los dedos de la otra mano.

Una imagen preciosa.

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Hola, debo aclarar que si hay errores es debido a que ahora escribo y publico desde la App y no desde la web y con el teclado como hacía siempre. Así que me disculpo por los errores salgan por el autocorrector (que no sé desactivar) o por teclear mal desde la pantalla.

Espero que os esté gustando.

🌕HOWLING🌕-omegaverse-(kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora