"I miss you"

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Por suerte Bill pudo aguantar tres días sin Tom. Sólo se centró en sus cosas y en el examen que tenía la semana próxima. El castaño tampoco parecía tener interés en hablar con él ya que desde aquella mañana no hubo ningún otro tipo de roce o mirada.

Bill se encontraba bajando las escaleras de la Universidad junto a su amigo junto a él contándole algo de un videojuego, realmente no le estaba prestando atención. Era viernes y todos estaban animados por el fin de semana menos él.

Cuando salieron del edifico ambos iban a irse por la misma calle de siempre, pero Bill paró en seco y frenó a su amigo agarrándole el brazo cuando observó frente a la puerta del campus un coche muy familiar.

—Mierda... vámonos por otro sitio —dijo Bill dándose la vuelta pero Georg le agarró la muñeca riendo.

—Ha venido a recogerte, no le hagas esto.

—No quiero estar tan cerca de él, no quiero respirar su mismo puto aire.

—¿Por qué? Hace unos días dijiste que lo echabas de menos.

—Tú lo has dicho, hace unos días, pero porque Tom también lo parecía, ahora es muy frío y parece que ha perdido el interés.

—Ya... ¿entonces no te importaría si estuviera hablando con tres hermosas chicas no? —preguntó Georg y comenzó a reír al ver a Bill girarse rápidamente y mirar hacia esa dirección—, Si no fuera por tu forma de girar la cabeza como la niña del excorcista, diría que no te interesa —rió.

Bill se quedó perplejo observando a Tom hablar con aquellas chicas mientras sonreía y reía. El azabache hizo un pequeño puchero y giró hacia su amigo.

—¿Cómo puedes decir que no lo extrañas después de mirarlo de esa forma?

Georg apoyó una mano en el hombro de Bill y éste sólo suspiró antes de hablar.

—Creo que volveré con él...

—¡Sí! ¡Ahora! —Georg comenzó a empujarlo levemente y éste rió suavemente —. No vaya a ser que te quiten a tu Daddy.

Bill lo fulminó con la mirada y comenzó a andar hacia Tom. Estaba algo nervioso porque no sabía cómo comenzar a comunicarse con él. En cuanto llegó se percató de que aún seguía hablando con las chicas por lo que, para llamar su atención, agarró su mano y lo alejó de ellas hacia la puerta del coche.

Las chicas se fueron mirando de una forma bastante molesta a Bill, seguramente por haber interrumpido su coqueteo con el castaño, en cambio éste lo miró enarcando las cejas ya que aún sujetaba su mano. Al soltarle, Bill entró al coche rápidamente. Tom hizo lo mismo y comenzó a conducir sin darle ninguna mirada a Bill.

Éste aún seguía pensando en cómo hablar con él. No sabía cómo comenzar la conversación y que no pareciese tan desesperado, aunque realmente lo estaba. Inhaló y exhaló profundamente y estaba a punto de girarse, pero la voz de Tom lo hizo parar en seco, y aún más sus palabras.

—Te extraño —fue lo que dijo Tom, bastante decaído y mirando la carretera.

Bill no sabía cómo reaccionar. Él realmente nunca había esperado esas palabras por parte de Tom. Pues últimamente parecía que no quería arreglarlo, pero ahora, al oír aquello, supo que se había equivocado.

—Sé que no me vas a hablar, no deberías hacerlo porque me he comportado como un idiota —dijo Tom suavemente —, pero quería que supieras eso y también que cuando estés preparado para volver, yo estaré aquí.

Miró a Bill cuando frenó en un semáforo. Éste aún seguía mirando la ventana sin saber qué decir o hacer. Tom suspiró y colocó su mano delicadamente sobre el muslo de Bill acariciándolo suavemente, aunque con el miedo de ser rechazado, cosa que no pasó.

daddy!'  I want to play!~toll Donde viven las historias. Descúbrelo ahora