XIV

37 11 43
                                    

Narra Edgar:

Han pasado un par de semanas desde que hablé con Fang. Todo parece haber vuelto a la normalidad. Seguimos yendo al trabajo, seguimos quedando con el grupo, etcétera...

Pero aquel nudo en mi garganta sigue sin irse. No se va porque sabe que lo que más deseo no se hará realidad, solo por culpa de una pareja de chinos conservadores.

Y me jode.
Mucho.

Pero bueno, tengo que seguir con mi vida de todos modos. Hoy me toca ir a trabajar a la tienda de regalos. Colette no va a a venir, tiene día libre la hija de puta.

Estoy en la sala de estar cogiendo mis llaves y un par de cosas antes de irme cuando Piper me toca el hombro. Me giro y espero a que hable.

— Edgar, ¿te importaría pasar por el cine luego y sacar un par de entradas para Colette y sus amigas? Quieren ir a ver una película mañana. — me pregunta con voz suave y la cálida sonrisa que la caracteriza. Le sonrío de vuelta.
— Tranquila, sin problema. — respondo y asiento. Piper me da un beso en la mejilla cual abuela y se despide de mí, deseándome un buen día.

Salgo de casa y intento prepararme mentalmente para el día de mierda que me espera. DIOS, odio trabajar y odio a mi puto jefe.

 DIOS, odio trabajar y odio a mi puto jefe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día ha sido aburrido total. No ha venido casi nadie a la tienda y he estado solo tooooooodo el tiempo. Griff (mi jefe toca pelotas) me ha hecho limpiar todo y ordenar el almacén. Espero que me suba el sueldo, porque si no mañana le quemo la putísima tienda.

Como sea, mientras cierro la puerta al final de mi turno, me acuerdo de que tengo que sacar las entradas de cine para Colette, así que me dirijo allí.

Abro la puerta y parece estar bastante vacío. Hay algunas personas, pero no más de 15. Me llama la atención una chica de pelo rosa claro que está en delante del mostrador hablando con Buster, uno de los dependientes. Parece estar preguntando por alguien.

Desde aquí no puedo escuchar la conversación, pero veo como Buster llama a alguien y se va a atender a otra chica. Por detrás del mostrador, veo a Fang acercarse a donde el pelirrojo estaba hace unos segundos. Él se sorprende al ver a la chica y empiezan a hablar, muy contentos.

Siento una punzadita en el pecho. Supongo que son celos. La chica es muy guapa y encima parece majísima. Supongo que se conocerán de hace tiempo. Seguro que ella si le cae bien a sus padres.

Que envidia.

Salgo del cine por el mismo sitio por el que he entrado. Ya sacaré las entradas online, paso de acercarme.

Saco los cascos de mi mochila, los conecto al móvil y emprendo mi camino de vuelta a casa.

Voy durante todo el trayecto mirando el suelo y escuchando la música de mis auriculares, estoy cansado.
El ambiente oscuro y frío de la noche me envuelve y llego a sentirme algo reconfortado. Siempre me ha gustado la oscuridad.

¿Sabes ese sentimiento casi irreal cuando miras a la luna, un atardecer o algún paisaje bonito? Eso que te hace sentir como si estuvieras fuera de este mundo y solo tú fueras capaz de observar ese momento.

Una sensación extraña se hace presente y mi instinto me dice que me de la vuelta. Prefiero no tentar a la suerte y lo hago.

Cuando me giro, veo a Fang a unos metros de mí. Está jadeando y bajando la velocidad que tenía, ha venido corriendo.

Me sorprendo bastante, la verdad. Hace nada le he visto en el cine y pensaba haber pasado desapercibido. Cuando se acerca, me quito los cascos pero me quedo callado.

— Hah... Uf.... Joder, que rápido andas, cabrón. — señala, apoyando las manos en sus rodillas. Me limito a mirarle extrañado. Se vuelve a incorporar y me mira a los ojos. No puedo evitar apartar la mirada y girar la cabeza hacia un lado.

Un suspiro escapa de su boca y su mano derecha me agarra la mejilla y me gira hacia él.

— ¿Qué te pasa? Estás raro. — me pregunta, haciendo que le mire directamente.
— No me pasa nada, déjame. — por un segundo he dudado si decirle de verdad que estoy muy enamorado de él y que me da celos verle con una tía (no quiero sonar como un psicópata).

Supongo que no se lo cree gracias a la expresión de molestia en mi cara aunque la tenga todos los días veintidós horas al día.

— Lo siento, pero Buster no sabe mentir. Janet es una amiga de mi familia, nos conocemos desde pequeños. No hay nada entre nosotros, tontorrón. —

PUTO BUSTER ME CAGO EN TODO.

Me llevo las manos a la cara e intento ocultar la PUTÍSIMA VERGÜENZA que estoy pasando ahora mismo.
Escucho su risa y espero que el suelo se abra y la tierra me trague.

 Escucho su risa y espero que el suelo se abra y la tierra me trague

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

holaaaa, cuanto tiempo 😭😭

un cap más cortito después d un tiempo pq tengo bloqueo escritor im so sorry ☹️☹️

q sepáis q no m he olvidado d vosotros eh, besis de fresis

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Caminos cruzados  ⌗ ₎ ˊˎ-  (Edgar x Fang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora