Ya era de noche cuando Toshinori volvió a la UA, estaba bastante cansado y deseaba poder hundirse en su cama por varios días. Pero todavía debía corregir los ensayos de los chicos, y ver como estaba Eri, si había comido. Tambien debía ver como estaba Aizawa, aunque éste lo trate mal.
Para su sorpresa, y pequeño alivio, al buscar a Eri, la encontró en su habitación, ya estaba bañada y con su pijama puesta, aunque Shouta la miraba sorprendido, al parecer la niña había dicho algo que lo había sorprendido.
La menor al ver a Yagi sonrió y se acercó abrazándose a su pierna-Yagi-san, ¿Donde estuviste?-. Cuestiona con curiosidad, se había acostumbrado a ver al rubio prácticamente todo el día, se le hizo raro no verlo ese día, y sinceramente se había asustado pensando que le podría pasar algo malo como Aizawa.
- Solo fui a buscar unas cosas, pero ya volví - contesto acariciando su cabello para luego levantarla y llevarla a la cama, donde la arropó.
Mientras tanto Aizawa decidió salir despacio del cuarto, escuchando como los dos hablaban sobre compartir un cuento.
- ¿Vas a estar conmigo como anoche? - pregunta Eri un poco nerviosa.
- Voy a estar contigo hasta que estes dormida, y luego iré a mi cuarto - contesta mientras comienza a tararear una canción.
Eri hizo un puchero pero asintió de todas formas, al verla el rubio rió y tuvo una pequeña charla con ella sobre el miedo, de que cada quien debe dormir en su cuarto, e hicieron un trato para que ella durmiera allí. Riendo entre ellos como siempre. Luego le cantó una canción como de costumbre, una que escuchaba muy de seguido para tratar de olvidarse el dolor que tuvo por la pérdida de Nana en EEUU. A los segundos Eri quedó dormida, abrazando su muñeco y soñando con manzanas. Se aseguró de que la lámpara quede prendida y se fue en silencio para que pudiera dormir, los dos lo necesitaban.
Aizawa había estado escuchando desde el pasillo, sonriendo ligeramente sin poder evitarlo, ¿Cuanto tiempo estuvo en ese hospital? No podía creer que esos días Toshinori y Eri se habían vuelto tan unidos.
Cuando escuchó que el mayor terminó de cantar, simplemente suspiró y se fue a su habitación, sabía que le debía una conversación a Toshinori, pero tenía que admitir que por primera vez en su vida tenía nervios de hablar con alguien. Con Hizashi no fue tan difícil, era su mejor amigo, prácticamente un hermano muy ruidoso y molesto, pero leal ante todo. Pero la idea de hablar con Yagi sobre sus miedos y debilidad, le hacían sentir que vomitaria la cena.
Una vez que entró en su cuarto pudo sentir su estómago aliviarse, ya estaba seguro. Pero unos segundos despues de separarse de la puerta escuchó golpes en esta, comenzando a ponerse nervioso. Sin decir nada se acerca de nuevo para abrirla y ver que Toshinori estaba del otro lado, con los brazos cruzados. Lo miró sin entender, pero tenía una idea del por qué estaba allí.
- Esta noche irás a dormir a mi cama, y no voy a aceptar un no como respuesta, no puedo dejar que sigas durmiendo allí - dice el rubio firme, y antes de que pueda decir algo estaba siendo levantado por su novio.
Pensó en gritar que lo baje pero no quería que Eri se levante asustada. Una vez llegaron Toshinori lo llevó hasta la cama y lo dejó allí con cuidado, para despues arroparlo como si fuera un niño. En parte debía admitir que este colchón era más cómodo que el suyo y lo extrañaba bastante, su espalda lo agradeció. Aun así el rostro de Toshinori estaba serio, cansado, más de lo normal.
-¿Puedo hablar o me espera un castigo lavandome la boca con jabón si digo groserías?-. Cuestiona con sarcasmo mientras se sentaba con cuidado en la cama.
Recordó las palabras de Toshinori unos días antes, sobre dejarlo dormir en su cama, pero no juntos, eso significaba que Toshinori dormiría en quien sabe dónde, y eso tampoco lo iba a aceptar.
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•CELOS•
Fanfiction•Universo alternativo / historia colaborativa ¿Podrá Aizawa Shouta vencer sus celos?