Aveces parecen vivir en el pasado, lamentando lo que ocurrió y lo que ocurrirá, de alguna forma tratando de escapar de lo que más les atormenta. Nick, hijo de Madre Ghotel quien desea enorgullecer a su madre y convertirse en lo que ella tanto anhela...
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-Los piratas tienen a Coraline- dijo al llegar con sus amigos.
-¿Cómo es que llegaron hasta ahí?- preguntó Evie.
-Mi madre los ayudó..
Se formó un pequeño silencio, sus amigos por un momento supusieron que eso podía pasar o incluso algo peor, Nick también parecía estar realmente afectado por lo de hace un rato, estaría bien claro, pero aún le costaba asimilarlo, tampoco le parecía algo grave lo que su madre había dicho sobre él, de alguna forma se estuvo preparando para todo eso, o eso quería pensar. Ghotel desde el principio siempre fue distante pero Nick creía que era para no encariñarse demasiado, en su momento,uno de los más grandes recuerdos que podía tener de su niñez era cuando preparaban galletas por su cumpleaños; veía como su madre hacía hasta lo imposible para conseguir los ingredientes y para él era cómo una ¿señal de afecto..?
Entonces ¿dónde quedaban esos pequeños momentos?
Suspiró pesadamente, de alguna u otra forma dolían esas palabras..
"Cómo podrías decepcionarme si ya no esperaba nada de ti."
-Bueno... deberían esperar a Mal para que discutan sobre lo que van a hacer- dijo Beth rompiendo el silencio.
-Tiene razón, no debe tardar mucho- apoyó Carlos.
Nick asintió sentándose en uno de los sofás, pasó sus manos por su cara frustrado.
"Esto debe ser una maldita pesadilla" susurró para si mismo.
-¿Por qué Harry no nos lo dijo?- se preguntó Jay.
-Tal vez porque sabía que lo golpearían- respondió Carlos.
Mal entró enojada al lugar, explicó el "pequeña" reto que le había puesto Uma para poder recuperar a sus tres amigos, la peli morada aceptó con gusto confiada en que ganaría, pero no fué así, y ahora sería un intercambio.
"Los chicos por la varita."
-Bueno hay que darles la varita- habló Nick.
-No no no- negó rápidamente la peli azul- debe haber otra forma, no podemos dejar que destruyan Auradon.
-Entonces olvidemos a los chicos- dijo Carlos.
-Yo creo que..- intentó hablar Jay pero fue interrumpido por la peli azul.
-Entonces le daremos justo a Uma la varita.
-Yo digo que...
-¡No, deberíamos ir por ellos!
Los otros tres chicos miraban a sus amigos pensando en una buena idea para recuperar a los príncipes.
-¡Esperen chicos! Su impresora- dijo Mal señalando a Carlos.
