Aveces parecen vivir en el pasado, lamentando lo que ocurrió y lo que ocurrirá, de alguna forma tratando de escapar de lo que más les atormenta. Nick, hijo de Madre Ghotel quien desea enorgullecer a su madre y convertirse en lo que ella tanto anhela...
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El chico se acercó a mi, salimos de la biblioteca y mientras yo ponía el candado "mágico" a la gran puerta él no paraba de mirarme.
—Así que entras sin permiso- dijo burlón.
—Solo algunas veces—le guiñe el ojo y me dí la vuelta para ir a mi habitación.
—¡Buenas noches Nick!— me di la vuelta hacía él—¡Mañana a las 10!
—Bien nos vemos— se despidió.
El chico era un completo ¿Misterio? Actuaba de forma muy rara, al principio el la bienvenida se veía completamente serio, después pasó a distraído; miraba todo su alrededor y luego está noche quería unirse al comité. Era muy raro parecía que sus pensamientos lo comían vivo, del camino del museo a la preparatoria intenté entablar una conversación con él pero este sólo asentía con la cabeza a las preguntas que le hacía, no fue hasta la biblioteca donde conversamos mucho más, parecía ser una buena persona.
La mañana había transcurrido con naturalidad, Jane me pidió que la acompañará con su madre, el Hada Madrina en la clase de bondad. Al entrar la chica sintió la mirada de los 5 de la Isla por lo que chilló y no pude evitar ver a Nick que tenía una gran sonrisa burlona, en eso nuestras miradas se cruzaron, no pude evitar saludarlo a lo que él me respondió unas palabras articuladas que apenas logré entender.
-E-S-T-O E-S A-B-U-R-R-I-D-O -
Lo miré divertida negando con la cabeza.
—Olviden que me conocen ¿Si?— dijo Jane saliendo del lugar mientras yo la seguía.
—Deberias dejar de ser tan tímida—le dije antes de llegar al salón.
—¡No lo soy! Es que ahí estaban los de la Isla ¿y vistes al de cabello rizado?
—¿Qué tienen?
-Son muy cool— dijo haciendo un ligero movimiento con sus manos a lo que yo reí.
Juntarte con Audrey está haciéndote mal.
—¿por ser villanos?— le pregunté.
—Si y míralos tienen estilo, su cabello, como se visten, realmente son cool— rodeé los ojos y comencé a caminar al salón.
—Deja de decir cool ¿Si?
Después de eso seguimos con la clase de historia que fue una tortura, Chad y Sam, el hijo de Blanca Nieves, no paraba de preguntarme con quién iría al baile, no sé cómo pude líbrame de ellos al terminar la clase. Sam no era nada agradable podría decir que era peor que Chad, estos dos se habían hecho muy amigos, crearon su propio grupito junto con otros príncipes y bueno, la gran mayoría no me caía nada bien a excepción de Taylor que parecía ser mucho más agradable que los demás.
