Estaba en un rincón un intentando entender todo lo que acababa de pasar. Al lado de la puerta acurrucado en sus propias rodillas mientras las lágrimas caían por sus mejillas, al ver que ambos jamás estarían juntos.
Madre mía que idiota fui.
Y lo era un completo idiota que creyó que sería correspondido aun sin hablar. Mientras que al otro lado de la habitación estaba esa persona rogándole que saliera y hablaran, él no sabía que había hecho mal y sus seguridad le preocupaba. Solo con ello se daba a entender que él lo había atado a su persona por todas las cosas que sucedieron, como si fuera su culpa, al igual que no tenía opción al ser un nuevo pecador.
Solo vete con tu amada y déjame solo, en verdad lo necesito.
Hablo para escuchar como los golpes en su puerta cesaban, se había ido, era un tonto, aunque no era malo, solo deshonesto. Mentiroso con si mismo, el bien sabía que tenía pareja y el solamente sería el segundo plato de la mesa. Solo era una segunda opción, pero el que insistía que el exorcista le correspondía, lo veía pero solo cuando dormía, maldecía sus sueños, siempre lo confundían esa era su propia e inigualable cobardía misma.
El locutor se sobo los ojos. Emily tenía que ir al hotel y él debía acompañarla, de todas formas era el socio del hotel y quien organizaba todo, aunque la mayoría de veces lo hacía en su hogar por el tema de que Lucifer se había mudado al lugar, ahora se había quedado una reunión y obviamente el tenía que ir. En verdad no quería quedarse más en ese lugar. No quería llorar, tampoco debía, el solito se estuvo engañando todo esos años de convivencia.
Escucho como tocaban la puerta, seguramente era su pequeña Arcangel que regresa de hacer las compras.
Mamá, ya llegue, ¿estas listo para irnos?
El solo sonrió, se paro, se acomodo un poco el traje y se miro al espejo para ver si su rostro disimulaba lo que había llorado. Y era verdad, lo había soportado bien aunque su corazón se había vuelto a romper esta vez era culpa de su casta. Miro a su sombra, quien representaba a su instinto, seguía llorando.
El solo le sonrió.
-Creo que por esta vez es mejor que te quedes aquí -pronuncio mientras su instinto aceptaba con pena en su mirada.
Escucho como tocaban de nuevo la puerta.
-Ya voy querida, estoy guardando algunos documentos que Charlie debe revisar -solo recibió un esta bien y que estaría en la sala esperando-.
Volvió a mirar su sombra ya hora sostenía una sombra de corazón hecha trisas. Ay por favor no seas dramático tu mismo te engañaste con ese alfa.
Recibió una mirada con cólera siendo señalado. Bien ambos nos engañamos.
Arreglo su folder y salió de la habitación. Se dirigió a la sala como Emily le dijo que estaría ahí pero también estaba Adam sentado en uno de los sillones esperando a que saliera.
Lo miro por un momento antes de darle un beso en la frente a la beta y decirle que fuera avanzando, a lo cual la menor acato a la perfección llevándose el folder consigo saliendo de la cabaña. Dio una última mirada al alfa, el mismo que esperaba que él hablara, no lo hizo, lo miro con lástima y se retiro de igual forma del lugar, ese día no tenía planeado volver a su casa. Pensaba quedarse unos días en el hotel, de todas formas Charlie planeaba hacer una festividad.
Para abreviarlo, encontrar nuevos pecadores que quisieran redimirse.
Llegaron al hotel, donde los trabajadores lo esperaban para darle la bienvenida. Charlie lo recibió con un abrazo, parecía una niña pequeña porque siempre terminaba cargándola cada vez que iba de visita.
Husk solo le dio un asentimiento, pero el negó con la cabeza. El felino miro a la cíclope y ambos decidieron entrar primero al hotel y dirigirse al piso de arriba. Esta vez iban a sellar con madera la torre del Rey.
-Alastor dime ¿Cómo has estado? Espero que bien, en verdad, es emocionante tenerte aquí, digo no es como si -la princesa ya había empezado su revuelo de palabras-
-Cariño, creo que es mejor que lo dejes cinco minutos respirar -hablo Vaggie abriendo sus brazos para que el locutor le entregara a su novio, el cual no negó en realizar-.
-Para responderte Charlie, estoy bien -habló para luego mirar a su cachorra al lado- es tranquilo estar en ese lugar.
Todos ingresaron al establecimiento. Estaban felices por la visita del ciervo y mucho mas sabiendo que su estadía sería larga. Ahora estaban sentados todos nuevamente en la habitación especial de terapia de redención que también era su sala de reuniones. Lo cual no entendía, tantas habitaciones que había creado para el hotel y ello elogian la más fácil, la sala.
Lucifer solo los observaba desde la habitación de arriba, no se atrevía a bajar en incomodar al locutor. Verlo sonreír nuevamente lo aliviaba, su instinto podía estar tranquilo de que estaba todo bien.
Quería hacer todo lo posible para que el omega no notara su presencia y pudiera contemplar su sonrisa por unos minutos más.
Pero su manzanita tenía que venir a fregarla Papá ven baja, convive con nosotros. Fue lo que dijo levantando su mano para que la observara, ella aun estaba en el regazo de su prometida, quien solo suspiraba y se sonrojaba un poco por el contacto entre ellas. En ese momento estaba como que si él le dio la vida se la podría quitar, pero no, Lilith lo mataría y el se mataría también si le levantaba la mano a su niñita de papi.
Aunque era cierto, las feromonas del locutor se le hacían un poco empalagosos, lo cual al parecer solo el se había dado cuenta, era como cuando Lilith estaba embarazada de Charlie. Inclusive luego de su embarazo ese cambio en su aroma se había quedado, pero no podía comparar ambos aromas, tal vez las feromonas de Alastor siempre fueron así pero el como el gran e increíble estúpido que era ni de eso se dio cuenta.
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¿Confusión Y Dolor? Ay Por Favor
Fiksi PenggemarDespués de que el locutor desapareciera nuevamente, Lucifer empezaría a cambiar. Solo que aun no se sabe si para bien o para mal. ¿Alguien intervendrá en la relación? Tal vez. De todas formas otro alfa vive con el cervatillo. Solos.... Un alfa y un...