El viento nocturno soplaba con fuerza sobre los tejados de la ciudad, llevando consigo los murmullos distantes de la vida nocturna. Jeon Jungkook estaba agazapado en la azotea de un edificio alto, sus ojos fijos en el lente de su rifle de francotirador. Su misión era clara: neutralizar a un objetivo que pronto aparecería en el andén del tren. Sin embargo, aceptó esta misión por otra razón, una más personal y peligrosa: sabía que Park Jimin estaría cerca.
La voz de su superior resonó en su auricular:— "Faltan cinco minutos para que el objetivo aparezca. Mantente alerta."
Jungkook asintió en silencio, la tensión palpable en su postura rígida. La impaciencia comenzaba a hacer mella en su concentración.
— "¿Por qué no dispararle mientras camina? Puedo hacerlo, lo tengo justo ahí." —su voz traía consigo una pizca de frustración contenida.
— "No, no puedes. Ya discutimos esto. Hacerlo antes de que entre es riesgoso, demasiados testigos. Sigue el plan y dispárale antes de que el tren salga de la estación."
Jungkook sintió un nudo en el estómago. El frío metal del rifle se sentía reconfortante bajo sus manos, pero su mente estaba dividida. Miró brevemente hacia el edificio de enfrente, donde Jimin solía pasar sus noches. No pudo evitar la tentación de echar un vistazo.
Movido por una mezcla de deber y algo más oscuro y personal, Jungkook se desplazó con sigilo por la azotea, su mirada penetrando las ventanas iluminadas del edificio opuesto. Se detuvo, se agachó y miró a través del lente. Ahí estaba Jimin, caminando con su típica arrogancia por la habitación, hablando por teléfono. Cada movimiento suyo irradiaba una confianza que hacía hervir la sangre de Jungkook.
— "Solo necesito un minuto." —susurró para sí mismo, con los dedos acariciando el frío metal de su arma.
En el apartamento de enfrente, Jimin se movía con la confianza de quien baila al borde del abismo. Vestido con elegancia, hablaba por teléfono con una calma que ocultaba las tormentas internas que Jungkook conocía demasiado bien.
¿Por qué demonios se ve tan impecable en traje? Mierda.
— "¡Concéntrate, Jk!" —se reprendió, una maldición apenas contenida escapando de sus labios tensos.
El mundo pareció detenerse cuando Jimin alzó la mirada hacia él. A través del lente del rifle, sus ojos se encontraron en un juego peligroso de miradas que prometían más que palabras. La sonrisa que se deslizó por los labios de Jimin fue un desafío silencioso, un recordatorio de la conexión retorcida que compartían. Luego, en un gesto descarado, sacó la lengua antes de desaparecer de la vista de Jungkook.
— "Qué..." —Jungkook chistó y se incorporó, apartando la mirada con brusquedad mientras su corazón martilleaba en su pecho.
— "El objetivo ha ingresado al tren, Jungkook. Dispara." —la voz de su superior rompió el hechizo, el tono urgente pero controlado.
Con movimientos precisos y fluidos, Jungkook regresó a su posición original, sus ojos fijos en el tren que avanzaba inexorablemente por las vías. El sonido rítmico de las ruedas sobre los rieles resonó en el aire, marcando el tempo de su determinación implacable.
— "¡Jungkook, dispara!" —la orden fue un eco vibrante en su conciencia.
En un instante preciso y calculado, Jungkook se liberó del auricular, dejando atrás las voces y las incertidumbres. Todo a su alrededor pareció desacelerarse. Jungkook tomó una respiración profunda, alineó su mira y exhaló lentamente. El mundo se redujo a ese momento, a ese disparo. El rifle se sintió como una extensión de su propio ser cuando apretó el gatillo.
— "Déjame hacerlo a mi manera." —susurró, apenas audible sobre el estruendo del disparo que cortó la noche en dos.
El cuerpo del hombre cayó sin vida, un silencio sepulcral envolviendo la escena mientras la realidad se asentaba lentamente en la azotea desierta. Jungkook permaneció allí por un momento más, dejando que la calma regresara a su interior, mientras la imagen de Jimin continuaba acechándolo, una presencia insidiosa que desafiaba toda lógica y toda razón. Luego, comenzó a recoger su equipo. Sin embargo, la imagen de Jimin, con su sonrisa desafiante y lengua provocadora, permanecía grabada en su mente.
Bajando las escaleras del edificio con pasos firmes y seguros, su mente volvía una y otra vez a ese rostro. Sabía que este juego entre ellos estaba lejos de terminar. La línea entre cazador y presa se difuminaba cada vez más, y en el fondo, Jungkook no estaba seguro de cuál de los dos estaba realmente en control.
Bajando los últimos peldaños, Jungkook se juró que la próxima vez no se dejaría distraer. Pero en el fondo de su corazón, sabía que la próxima vez, al igual que esta, buscaría a Jimin.
.
.
.
.
.
ESTÁS LEYENDO
"Abyssus" | Jikook
Teen FictionEn un mundo donde el peligro acecha en cada esquina, Jungkook es un agente de fuerzas especiales, un francotirador que ha enfrentado misiones de todo tipo, desde las más sencillas hasta las más desafiantes. Sin embargo, ninguna tarea se compara con...