Capítulo 9

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El sol de la mañana se filtraba a través de las copas de los árboles centenarios que bordeaban el serpenteante camino hacia Henderson Enterprises. El rugido grave del motor del jeep de Jimin resonaba en la serenidad del bosque, rompiendo la quietud con su determinación palpable. Sus manos firmes en el volante, sus pensamientos tan enredados como las ramas que se entrelazaban sobre él, se centraban en una sola cosa: Derek. Había descubierto, por casualidad, que su hermano mayor había regresado al trabajo sin previo aviso, y una mezcla de preocupación e irritación lo carcomía. El misterio que envolvía la vida de Derek era una sombra siempre presente, y Jimin no estaba dispuesto a dejar que esa sombra lo devorara sin luchar.

El camino parecía prolongarse interminablemente, cada curva y recodo una extensión de sus ansias por llegar. Finalmente, el jeep emergió de entre los árboles, y la imponente edificación de Henderson Enterprises apareció ante él, una estructura moderna que contrastaba con el entorno natural que la rodeaba. Con un giro brusco, detuvo el vehículo, los neumáticos chirriando contra el pavimento, mientras su mirada se fijaba en los guardias de seguridad que custodiaban la entrada.

— "Señor Park, lo lamento, pero no puede entrar sin autorización previa," —declaró uno de los guardias, con una expresión impenetrable y un tono formal que no dejaba espacio para la negociación.

Jimin apretó los labios en un gesto de exasperación contenida. Sabía que no tenía tiempo para lidiar con burocracias inútiles.— "Derek está aquí, y necesito asegurarme de que esté bien," —respondió con una voz tensa, impregnada de una autoridad natural que no admitía desafíos. El brillo en sus ojos dejaba claro que no se marcharía sin una respuesta.

Mientras el guardia abría la boca para replicar, una figura conocida emergió del edificio. Derek caminaba hacia ellos con paso firme, su rostro serio, pero su mirada ligeramente suavizada por la presencia de su hermano.

— "Déjenlo pasar. Está bien," —ordenó Derek, su tono definitivo. Los guardias intercambiaron miradas incómodas, pero se apartaron obedientemente, permitiendo a Jimin avanzar hacia la entrada.

El interior de la sede era una amalgama de líneas minimalistas y modernidad pulida. Grandes ventanales ofrecían vistas panorámicas del bosque que rodeaba el edificio, una calma exterior que contrastaba con el tumulto emocional que Jimin llevaba consigo. Derek lo guió en silencio hasta su oficina, un espacio amplio pero austero, donde cada objeto parecía estar meticulosamente colocado, reflejo de la mente calculadora de su dueño.

El clic suave de la puerta al cerrarse resonó como una campanada en el denso silencio que se formó entre ellos. Derek se giró lentamente, su rostro adoptando una expresión grave, como si las palabras que estaba a punto de pronunciar cargaran un peso insoportable.

Jimin, incapaz de seguir soportando la tensión, rompió el silencio primero.— "¿Por qué no me dijiste que habías vuelto al trabajo?" —preguntó, su voz afilada por la frustración, pero sus ojos reflejaban más preocupación que ira. Derek siempre había sido una figura enigmática, un hombre de secretos, pero Jimin ya no podía soportar que esas barreras entre ellos siguieran levantándose.

Derek inhaló profundamente antes de hablar, como si cada palabra que estuviera por decir tuviera un costo personal. Se acercó lentamente a la ventana, observando las copas de los árboles balancearse suavemente al viento, buscando en la vista algo que no podía encontrar en el interior de esa habitación.

— "Jimin, hay algo que he estado ocultando por mucho tiempo," —comenzó Derek, su tono bajo, como si las paredes mismas pudieran escucharlo—. "Hace meses, alguien descubrió mi verdadera identidad. Sabes que soy agente de MI6, pero lo que no sabías es que me han estado amenazando. Me obligaron a retirarme temporalmente bajo la promesa de no exponerme... pero las cosas se han complicado más de lo que esperaba."

El impacto de sus palabras cayó sobre Jimin como un alud. El silencio que siguió fue espeso, cargado de la magnitud de la revelación. Derek no era simplemente su hermano mayor, protector y distante; era alguien que había vivido entre sombras, persiguiendo secretos que ahora lo acechaban. Jimin sintió que el suelo bajo sus pies se tambaleaba, su corazón latiendo desbocado mientras intentaba procesar la gravedad de la situación.

— "¿Y aun así decidiste regresar? ¿Por qué no me dijiste nada?" —inquirió Jimin, su voz entrecortada por la mezcla de incredulidad y preocupación. Sus ojos buscaban respuestas en el rostro de Derek, pero lo único que encontró fue el reflejo de una carga que su hermano había estado llevando solo durante demasiado tiempo.

Derek se giró lentamente, su rostro sombrío pero resuelto.— "No podía seguir ocultándotelo, pero tampoco podía quedarme de brazos cruzados mientras todo se desmoronaba. Volví porque la amenaza no desapareció... simplemente cambió de forma. Necesito mantenerme dentro del sistema para proteger lo que más importa: nuestra familia, y mi cubierta."

Jimin cerró los ojos un momento, intentando calmar la tormenta de pensamientos que lo asediaba. Podía entender la lógica detrás de las acciones de Derek, pero el miedo por la seguridad de su hermano lo quemaba desde dentro.

— "Esto te pone en peligro, Derek. ¿Te das cuenta? No puedo simplemente quedarme al margen mientras arriesgas tu vida de esta manera," —murmuró Jimin, su voz baja, pero impregnada de la intensidad del vínculo que los unía.

Derek lo observó con detenimiento, su expresión suavizándose un poco ante la preocupación evidente de su hermano menor. Se acercó a Jimin y le puso una mano en el hombro, una señal de consuelo en medio de la tensión.

— "Lo sé, Jimin. Pero es algo que debo hacer. No estoy solo en esto, y tomaré precauciones. Lo último que quiero es ponerte en peligro a ti también," —respondió Derek con sinceridad, su voz más suave ahora, buscando apaciguar la inquietud de Jimin.

Jimin asintió lentamente, aunque las preocupaciones seguían pesando en su pecho como una losa. No podía evitar sentir que, a pesar de las palabras de Derek, las cosas se estaban saliendo de control, y él no estaba dispuesto a dejar que su hermano enfrentara ese peligro solo.

— "Voy a estar vigilándote, Derek. Si alguien intenta dañarte, estaré ahí. No pienso permitir que te ocurra nada," —declaró Jimin con una firmeza que no admitía réplica, su compromiso con la protección de su familia más fuerte que cualquier miedo.

Derek esbozó una sonrisa tenue, agradecido por el apoyo incondicional de su hermano. Sabía que Jimin no retrocedería, y esa lealtad inquebrantable le daba la fuerza para seguir adelante.

— "Gracias, Jimin. Tu apoyo significa más de lo que imaginas," —murmuró Derek con sinceridad, dejando que un instante de silenciosa complicidad pasara entre ellos.

Jimin, al sentirse aliviado pero no del todo tranquilo, se levantó del asiento, dispuesto a dejar que las palabras de Derek se asentaran en su mente. Mientras se dirigía hacia la puerta, no pudo evitar lanzar una última mirada a su hermano, sabiendo que, aunque el aire entre ellos estaba más despejado, aún quedaban nubes de tormenta en el horizonte que solo podrían enfrentar juntos.

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"Abyssus" | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora