El silencio entre ellos era abrumador, como si ambos estuvieran conteniendo el aliento ante el precipicio de una batalla decisiva. Kilómetro tras kilómetro, el auto avanzaba a través del bosque, sus sombras proyectándose sobre el rostro tenso de Jimin y la mirada calculadora de Jungkook. Ambos sabían que el enfrentamiento que los aguardaba no daría segundas oportunidades.Al llegar, el complejo apareció ante ellos: una fortaleza escondida entre la espesura de los árboles, su estructura de concreto y metal mimetizándose con el paisaje como un depredador agazapado. Guardias armados patrullaban el perímetro, sus linternas barrían el terreno en movimientos precisos. Cámaras de seguridad cubrían cada ángulo del edificio, parpadeando como si observaran cada resquicio de intrusión. Para cualquiera, infiltrarse allí sería un suicidio; pero para ellos, no había elección.
Jimin y Jungkook se sumieron en un silencio cargado de adrenalina mientras delineaban su plan. Jungkook trepó con agilidad a la rama más alta de un árbol cercano, su rifle de francotirador en mano, ajustando la mira con una precisión que solo alguien con su experiencia podía alcanzar. El cañón de su francotirador brillando tenuemente bajo la luz filtrada de la luna. Desde allí, su vista abarcaba cada rincón del complejo, y su dedo reposaba con calma sobre el gatillo, listo para actuar en el momento preciso. Abajo, Jimin trabajaba con precisión meticulosa, sus manos ágilmente ocupadas en la preparación de explosivos. El plan era simple en teoría, pero la ejecución rozaba lo suicida: Jungkook eliminaría a los guardias desde su posición elevada, permitiendo que Jimin colocara las bombas en puntos clave alrededor del edificio, creando una distracción que abriría paso hacia el interior.
— "Tres en la entrada, dos a la derecha en patrulla, otro en la azotea," —susurró Jimin mientras inspeccionaba el perímetro a través de los binoculares—. "Y otros cuatro patrullando los laterales del edificio, todos armados. Necesitamos algo que los desoriente." —Su voz era baja, suave, pero con una intensidad que calaba hondo. Jimin hizo una pausa, evaluando los detalles en silencio.— "Podrías atraer su atención" —añadió, en un tono reflexivo—. "Así yo podría colarme sin ser visto."
— "No. Esto lo hacemos juntos" —replicó Jungkook, su tono impregnado de una firmeza inquebrantable—. "No voy a dejarte solo."
Jimin le dirigió una mirada breve y, pesadamente, asintió. Conocía a Jungkook lo suficiente como para saber que discutir sería en vano, no podía jugar en este momento. Sabían que cualquier error podía ser fatal, pero también sabían que, juntos, eran prácticamente imparables.
Abajo, Jimin se deslizó entre las sombras con la agilidad de un fantasma. El dolor que irradiaba de sus heridas era un recordatorio constante de su fragilidad, pero su determinación era una fuerza implacable que lo mantenía en movimiento. Con cada paso que daba, colocaba explosivos en puntos estratégicos alrededor del edificio, evaluando rápidamente los ángulos de escape y las líneas de visión de las cámaras. A pesar de la tormenta de dolor en su cuerpo, su mente estaba enfocada como un filo cortante.
Y luego, Jungkook presionó el gatillo y el disparo resonó como un trueno amortiguado en la noche. Uno a uno, los guardias cayeron sin oportunidad de respuesta. Cada disparo era un acto de precisión mortal, cada movimiento milimétrico. Desde su posición, Jungkook apenas podía oír el ritmo de su respiración, lenta y controlada, mientras seguía eliminando a los enemigos, dejando el camino despejado para Jimin.
Con la primera oleada neutralizada, Jimin se deslizó hacia la entrada del edificio. Sus dedos, adiestrados y ágiles, manipulaban el último explosivo con destreza, colocándolo justo en el punto donde la estructura era más vulnerable. Las explosiones, si todo salía según el plan, abrirían una brecha lo suficientemente grande para infiltrarse sin llamar demasiado la atención, dejando la fachada en ruinas y desorientando a cualquiera en el interior.
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"Abyssus" | Jikook
Teen FictionEn un mundo donde el peligro acecha en cada esquina, Jungkook es un agente de fuerzas especiales, un francotirador que ha enfrentado misiones de todo tipo, desde las más sencillas hasta las más desafiantes. Sin embargo, ninguna tarea se compara con...