Destinados el uno al otro

Capitulo 4

- Hasta que me doy la vuelta y...

Como no era Imran, y como mi día no podía ir mejor me había perseguido hasta el baño. Nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos sin decirnos nada. Hasta que yo decido dejar de mirarlo e intento irme y hacer como si nada. Cuando de pronto me corta el camino y no me deja pasar.

   -¿Qué haces tú aquí?- Le miró sin aun entender nada.

   -Intentar que no pases o no lo ves?-(dice en tono vacilón)

Y yo ahí muy nerviosa sin saber qué hacer.

  -Déjame pasar, que tengo que ir a clase-. Le digo mientras intento irme.

    -No hasta que me digas porque me mirabas tanto en clase-. Me dice con una mirada         desafiante.

    -No te estaba mirando-. Respondo decidida de mi misma para que me crea.

     -Vale pues te dejo, pero devuélveme mi dinero-.Me dice con una mirada seria.

     -Que?-.Le digo confundida y avergonzada.

      -Es broma JAJAJAJA-.Dice mientras se ría por mi reacción.

....

Estoy en clase y me cuesta prestar atención. Estoy profundamente en mis pensamientos, pensando en lo que acababa de pasar, me ha parecido muy raro.

Acabaron las clases, salí de mi centro dirigiéndome a casa, hasta que me detuvo Houda con una sonrisa en la cara como siempre.

- Donde vas tan deprisa-. Me dice Houda

- A casa-. Le digo con la mirada perdida.

- ¿Estás bien?-. Responde Houda preocupada.

- Si-. Le digo

- Oye te parece bien si vienes conmigo a mi casa?-. Me dice.

- Si claro.

Durante el camino Houda me estuvo contando cosas pero yo no le prestaba atención.

...

Al llegar a casa de Houda, vemos que la madre de Houda, Samia, había preparado Cuscús. Comimos las tres hasta que nos llenamos, y después fuimos al cuarto de Houda. Se me ocurrió la idea de llamar a Nihad para pasar un rato las tres. Despues de rato llego Nihad y justamente al llegar dije:

- Hoy he visto al chico que nos pagó la cuenta del restaurante el otro día.

Ellas se quedaron paralizadas mirándose entre ellas sin entender nada. Hasta que rompe el silencio Nihad diciendo:

- No puede ser-. Mientras se ríe de la situación.

- Pero tu donde lo has visto-. Responde Houda.

- Hoy en clase. Resulta que hoy venían de visita alumnos anteriores y pues él estaba allí...

- Pues que casualidad, y de que habéis hablado?-. Dice Nihad.

- Bueno para empezar tuve un pequeño accidente, derrame mi botella de agua encima de mi. Y pues cuando fui al baño a cambiarme y salí, él estaba allí esperándome. Tuvimos una conversación corta y tampoco fue algo tan importante.

- Bueno pues tal vez estáis destinados quien sabe-. Dice Nihad riendo.

...

Regresé a casa y me fui directamente a mi cuarto para rezar. Cuando acabe me pasé la tarde entera estudiando para un examen que tenía dentro de 3 días. Estuve 2 horas estudiando hasta llegar al punto que cuando me paraba a descansar mi cabeza estaba llena solo del temario del examen.

Baje al salón para poder cenar con mi familia. Y la verdad que tenía mucha hambre.

- Salam bnti (hola hija)-. Me dice mi madre con la sonrisa más bonita que he visto.

- Salam mama- Le regreso

- Ya ha llegado la minion de la familia-. Dice mi hermano otra vez más intentando hacerme enfadar.

- Bueno pues la jirafa me ha adelantado y ha llegado antes a la mesa-. Le respondo

- Cuántas veces os he dicho que no os peleéis en la mesa cuando vamos a comer-. Nos dice mi padre enfadado.

Aunque mi hermano y yo solemos vacilarnos o molestarnos de vez en cuando, lo cierto es que en el fondo nos tenemos un cariño profundo y sincero. A pesar de esas pequeñas bromas y momentos de juego, siempre hemos tenido una relación de mucho afecto y apoyo mutuo. Nos entendemos en un nivel especial, y a lo largo del tiempo hemos aprendido a apreciar las diferencias que nos hacen únicos. Al final del día, siempre sabemos que podemos contar el uno con el otro, y ese vínculo fraternal es inquebrantable.

...

21:00 pm

Cuando acabamos de cenar, subo a mi cuarto para rezar y leer un rato el Corán antes de irme a dormir. Me encanta hacerlo porque me da un momento de calma y me ayuda a despejar la mente después del día. Es como un pequeño espacio de tranquilidad donde me desconecto de todo lo demás. Leer el Corán antes de dormir me hace sentir más en paz, como si todo lo que pasó en el día quedara en su lugar, y me voy a la cama con una sensación de alivio y reflexión.