- Me estas espiando o algo por el estilo.
En ese momento sentí que el mundo se detenía. Me giré lentamente para ver quien era y que quería de mí.
Y si efectivamente, como estaba pensando, es Imran. No sé qué hacía ahí, pero seguro que es algo importante.
-No tengo nada más que hacer que espiarte a ti–. Le digo frunciendo el ceño.
-Va que es broma, o te tomas todo en serio–Se ríe me mira.
-Vale pues adiós
-No, pero por qué tanta prisa?- me dice
-¿No ves que se está oscureciendo o que?
-Hay vale tranquila, vaya carácter– me dice con tono vacilón.
-Vale pues dime, qué quieres- estaba a punto de reírme, porque la mayoría de personas me dicen que tengo carácter.
-Te apetece dar una vuelta- .Me dice con una sonrisa en su cara y con una mirada brillante que me hace perderme en sus ojos que me recuerdan al océano.
- Si acepto, me vas a dejar en paz?-. Digo con cara seria.
Ignora a mi pregunta y empieza a caminar mientras me habla.
...
Mientras estábamos dando el paseo, en un momento hubo un silencio profundo entre nosotros. Note en su mirada que ese silencio era muy incómodo para él. Pero para mí el silencio se me hacía cómodo. Cuando de pronto me hice preguntas en mi cabeza,.. ¿Porque quiere dar un paseo conmigo? ¿Porquè me siento cómoda a su lado? ¿Será que le gusto?, entre muchas màs preguntas, pero de repente él decide romper el silencio diciendo
–No te pienses que te he pedido dar un paseo porque me gustas o algo, es solo que me aburro y me apetece dar un paseo, sabes?
-A que osea cuando te aburres me buscas para pasar tu rato libre?
No lo he dejado ni hablar, y me volví loca ese momento. Me doy la vuelta para irme ya que estaba muy cabreada hasta que me coge del brazo para que no me vaya y me dice.
-¿Qué haces? Le digo con mala cara, por lo que me ha dicho.
-¿Porquè te pones a sí?¿Entonces te intereso, no?- lo dice con orgullo y seguridad
-Pero te estas escuchando – Le digo mientras siento que mis ojos arden de fuego de lo enfadada que estaba. Aparto mi brazo de él y me voy cuando noto que me está mirando desde lejos pero no le doy tanta importancia.
....
Llego a casa cansada, y lo primero que hago es darme una ducha caliente. El agua me relaja y me ayuda a despejar la mente. Luego, me preparo para hacer el wudu con calma, sintiendo cómo el agua no solo limpia mi cuerpo, sino también mi espíritu. Rezo los rezos que tenía pendientes y me siento más tranquila. Después, me quedo un rato con el móvil en las manos, distraída, mientras pienso en todo lo que ha ocurrido últimamente. Poco a poco, el cansancio me va venciendo, y sin darme cuenta, me quedo dormida, dejándome llevar por el descanso que necesitaba.
...
Me levanto algo cansada, pero al recordar que es sábado, me siento más aliviada. Me doy un baño para despejarme y luego rezo el fayr, como cada mañana, encontrando un momento de paz. Bajo a la cocina y el olor del desayuno me da la bienvenida. Veo a mi madre preparando todo y, como siempre, me da un beso en la frente con una sonrisa. Me siento en la mesa, esperando con calma mientras ella termina, disfrutando de la calidez del hogar en esta tranquila mañana.
ESTÁS LEYENDO
Destinados el uno al otro
Romance¿A Quien elegirá?¿A su primo o a su amor verdadero?¿Que hará Dounia cuando el amor llegue sin ser invitado y desafíe lo que creía conocer? Dounia, una joven de 17 años, es una chica profundamente estudiosa y dedicada a su Deen. El amor nunca había s...