En un país lejano, donde reina una familia amada y temida por muchos, poseedores de dragones majestuosos, vive uno de los príncipes herederos al trono Cirrus.
Obligado a comprometerse con la princesa del reino de las nieves, el príncipe se prepara p...
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Mientras la situación entre el joven Cirrus y Demetrius pasaba a lo lejos sus dos compañeros los miraban atentamente a lo lejos.
Los dos ladeaban la cabeza sin entender porque sus compañeros empezaban a actuar nerviosos en la presencia del otro.
Se miraban mutuamente como si con solo verse a los ojos entendieran lo que debían hacer.
Así tomando el mando de la situación.
Mientras tanto por otro lado el hermano mayor también admiraba la escena de su hermanito menor y el joven explorador.
Con una sonrisa los recuerdos de la infancia del joven príncipe vuelven a su cabeza.
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El pequeño príncipe de tan solo 5 años, corre por los pasillos, llamando a sus padres a los cuales no ha visto por días debido a los viajes, cuando llega al cuarto en donde están se asoma por la puerta viendo a sus padres sentados en la cama junto al príncipe Maurice.
El cual entre lágrimas abraza a su madre pidiéndoles perdón por hacerlos volver al reino por sus enfermedades mientras que sus padres lo consuelan con caricias y palabras amorosas ignorando al pequeño Cirrus que los mira sin querer interrumpir.
Una pequeña lágrima se posa en su cara cuando su hermano mayor Marco lo levanta en sus brazos.
—Acá estoy, solo me necesitas a mi, la próxima ven a donde yo estoy ¿Si, mi pequeño príncipe?.
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La sonrisa de ternura al ver a su hermano menor tratando de actuar maduro delante del gran atractivo del explorador le daba risa.
“¿Cómo es que la criatura que lloraba siempre por qué no jugaban con él se transformó en este joven?” Pasaba por la cabeza del hermano mayor.
—D-Demetrius—Musito entre tartamudeos Cirrus sin quitarle la vista al mayor—Pensé que estabas…
—Logre escapar, la vieja loca solo vino a quejarse—Cirrus asintió levemente con la cabeza—¿Qué hacías?.
—Bueno nosotros…—Cirrus se da la vuelta en dirección a Ophelia pero la joven princesa ya estaba lo suficientemente lejos para hablarle—Uh.
—Por lo visto tu prometida huyó—Cirrus ríe causando ternura en Demetrius que lo mira embobado.
—Si, supongo ¿De qué hablaron?—Demetrius niega con la cabeza.
—Nada que creo que le vaya a interesar Joven—El menor hace puchero entendiendo—¿Quiere dar un paseo?.
—Oh si, con gusto—Los dos comienzan el camino por el gran patio rodeado de flores.
—¿De casualidad no ha visto a Sky? Le di permiso de salir a pasear pero no ha vuelto.
