En un país lejano, donde reina una familia amada y temida por muchos, poseedores de dragones majestuosos, vive uno de los príncipes herederos al trono Cirrus.
Obligado a comprometerse con la princesa del reino de las nieves, el príncipe se prepara p...
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El príncipe lanzaba suspiros cada dos por tres de algún modo tratando de llamar la atención de Maurice que estaba sentado en uno de los sillones cerca de su cama.
A Maurice parecía no importarle escuchar a su hermano suspirar algo que a Cirrus le llegaba a molestar.
—Maurice—Dice Cirrus en un susurro—¡Maurice!.
Su hermano levanta la cabeza frunciendo las cejas.
—¿Que?—En seco le responde haciendo una mueca de molestia.
Maurice adora a su hermano pero a veces su carácter no llega a soportar al caprichoso que tiene de hermano gemelo.
—Dije ¿Que?—Ya con un tono más molesto se dirige a Cirrus—¿Vas a responder?.
—Demetrius tocó mis rizos—Dice su hermano menor emocionado como si de un niño pequeño se tratara—Pero los odia—Maurice apenas escucha eso se larga a reír causando enojo en su hermano menor.
—Eso era obvio, Cirrus tu prometida es su hermana, no él.
Con una clara indignación de parte del menor Maurice se acerca a su lado sentándose en la orilla de la cama.
—Cirrus no puedes pensar en esas cosas cuando claramente tu prometida es Ophelia y no Demetrius.
—Pero no tiene nada de malo además tu pensabas en el chico del mercado cuando te comprometiste con el hijo del Capitán de Exploración.
—E-eh eso es un tema diferente.
—¿Seguro?—preguntó su hermano menor con cierta maldad.
—Eso es otra historia, ya sabes que mi compromiso con Theodore está mejor que nunca—Menciona nervioso Maurice tratando de esquivar el tema.
—Si, porque todas las noches cada fin de semana, te llama para que vayas a sus aposentos ¿No?—Lo dicho parece dejar al hermano mayor mudo por unos segundos demostrando un leve sonrojo en sus mejillas—¿O directamente te invita a....—Un golpe con una almohada impacta directamente en la cara de Cirrus él cual solamente se ríe a carcajadas.
—Cirrus Déjate de tonterías y compórtate.
—Niños—Una leve voz tan delicada suena desde fuera de la puerta.
—Madre—La mujer de cabello largo negro se asoma por la puerta con una sonrisa cálida que contagia de felicidad a sus hijos gemelos—¿Que sucede?.
—Ophelia y sus padres están presentes ¿Porque no salen a pasar tiempo con ellos?.
Los dos al unísono dicen un pequeño "Ah" y sin ganas pero mostrando una sonrisa se levantan de la cama.
—Primero me cambiaré, no creo que sea educado de mi parte salir en pijama—Hala asiente y le da una leve caricia en la mejilla—Saldré dentro de un rato.
